Capítulo veintinueve

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Justin's POV:

Mentiría si dijese que las palabras de Abbie no me habían afectado, por supuesto que lo habían hecho. Sin embargo entendía que pensase así y me extrañaba que no me hubiese hecho esa pregunta antes.

Mi cara debía ser una cuadro ahora mismo y estaba seguro de que incluso había perdido algo de color; Abbie, en cambio, parecía aliviada de haber soltado eso.

Ella me miraba, probablemente esperando a que hablase y yo también esperaba poder hacerlo, sin embargo al abrir la boca nada salió de ésta. Al fin y al cabo, ¿qué podía decirle si lo que había dicho era verdad?

El tono de llamada de mi móvil rompió el silencio que se había formado en la sala. Carraspeé incómodo y aparté la vista de Abbie, que tenía la mirada fija en la mesita de café que teníamos delante. Seguí su mirada y me di cuenta de que lo que observaba tan atentamente era la pantalla iluminada de mi teléfono. O más bien el nombre que aparecía en ésta. Soltó un suspiro antes de hablar.

—Deberías cogerlo y yo debería irme, no creo que esto haya sido buena idea —dijo antes de guardar su móvil.

—¿Qué? No. —Al fin reaccioné.

—Sí, Justin. La cosa se ha complicado un poco y no me siento cómoda.

Colocó el bolso sobre su hombro y se levantó. Imité su acción y la agarré del brazo antes de que diese un solo paso más.

—Abbie, se suponía que íbamos a pasar una buena noche... —comenté mientras acariciaba su muñeca con mi pulgar.

Para entonces el móvil había dejado de sonar, pero no tardó en empezar a hacerlo de nuevo.

—En serio, deberías contestar —Me repitió.

—¿Si lo hago te quedas?

—¿Estás intentando chantajearme? —Me miró frunciendo el ceño.

—Quizás...

—No va a funcionar.

—Bien, pues no pienso cogerlo; pero tampoco voy a dejar que te vayas sin haber aclarado esto.

—Como si no pudiese irme sin tu permiso. —Bufó.

—Inténtalo. —Alcé una ceja retándola.

Con su otra mano intentó romper el agarre que tenía sobre ella, pero yo fui más rápido y conseguí agarrar su otra muñeca también, evidentemente sin ejercer mucha presión para no hacerle daño. Ella forcejeó intentando librarse de mi agarre, pero no tuvo éxito y acabó soltando un quejido de frustración.

Sonreí divertido e hice que retrocediese un poco, chocando con el reposabrazos del sofá.

—¿Decías? —Intenté contener la risa.

—Aún no me he rendido.

Y dicho eso empezó a intentar librarse de mí de nuevo. Tanto fue su empeño que hubo un momento en el que casi cayó de espaldas al sofá, pero tuve buenos reflejos y tiré de ella, quedando así nuestros rostros a centímetros. Abbie desvió la mirada a un lado, intentando no mantener contacto visual conmigo.

Para entonces el móvil ya había dejado de sonar y no creía que lo hiciese una tercera vez.

—Parece que ya no hay nadie a quien coger el teléfono...

—Bien, así me podré ir —dijo mirándome al fin.

—Te he dicho que no pensaba dejar que te fueses hasta hablarlo todo.

—¿Qué más hay que hablar, Justin? Porque sinceramente, yo ya estoy harta de hablar y no solucionar nada. Y sinceramente, si...

—He hablado con mi padre —La interrumpí.

Tied • jb [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora