Capítulo 15- Kalia.

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Nos paramos enfrente de una sala. El corazón me iba a mil por hora. Todavía iba cogida de la mano de Finnick.

-¿Es aquí? -Pregunté, nerviosa.

-Sí. -Dijo solamente, y abrió la puerta.

Dentro tan solo había una televisión. Le miré extrañada.

-¿Qué es esto?

Sin decir nada, cogió una cinta y la puso en la tele. Y de pronto, el corazón se me paró al ver quien estaba en la cinta.

Kalia.

-¿Está grabando, Finnick? -Preguntó mi hermana.

-Creo que sí, no controlo bien estas tecnologias del capitolio. -Dijo la voz de Finnick dentro del vídeo, y mi hermana rió levemente.

Miré a Finnick.

-¿Qué se supone que es esto?

-Tan solo míralo. -Dijo.

Volví a mirar a la pantalla. Kalia me estaba mirando.

-Hola, Clarie. -Sonrió- Si estás viendo esto, significan tres cosas. Que estás en los Juegos del Hambre, porque si no no estarías viendo esto. Que yo... Morí en la arena. Porque si no, esto te lo diría yo misma. Y que Finnick ganó, porque es el único que puede dárte este vídeo. -Kalia miró detrás de la cámara, seguramente mirando a Finnick, y le sonrió.

-Lo primero que quería decirte, esque te quiero, Clarie. No se cuanto tiempo habrá pasado desde que grabé esto, pero aunque pasen miles de años nunca voy a dejar de quererte. Eres mi pequeña y siempre lo serás. Mi mini-yo. -Dijo, y Finnick y ella rieron levemente en el vídeo. -Ahora solo tienes ocho años, y no sabes lo que me duele pensar que estás sola en el Distrito 4 con gente que no conoces. Haré lo que sea para volver, y si es lo que sea, es lo que sea. Si cuando veas esto, resulta que yo he matado a alguien en la arena, quiero que sepas que lo hize por ti, por volver contigo. Pero quiero pedirte una cosa.
No hagas eso, no pierdas tu honor delante de todo Panem, eres mucho más que una vulgar asesina, eres muy grande, Clarie, lo veo cada vez que te miro a esos ojos de hielo, tienes una inteligencia superior a los de tu edad, utilizala. Se que sabrás como ganar sin hacer daño a nadie. Por otra parte, quiero que dejes de ser tan fría. Sí, te conozco lo suficiente como para saber que si yo muero, te volverás totalmente de piedra. Pero tú no eres así. Sé quien eres en todo momento, no te dejes intimidar por lo que me hizo el Capitolio, y demuestrales que aunque mueras, morirás siendo tú misma. -Me limpié las lágrimas que empezaron a caer, vi que en el video Kalia también lloraba. -Mantén siempre la cabeza bien alta, y no pierdas el honor, lucha por la justicia o por lo que tú pienses que es lo mejor, aunque te maten por ello, si mueres por una buena causa, tú muerte no será en vano, te lo prometo. -Suspiró- Te quiero mucho, Clarie. Cuidate. Y ten siempre presente que nunca estarás sola.

Y con esto, el vídeo se cortó. No se cuanto tiempo pasó, pero estuve unos minutos mirando al vacío, pensando en las últimas palabras de Kalia.

"Nunca estarás sola" Pues, sola es como me había sentido esos últimos ocho años. Tal vez debería haber dado una oportunidad al mundo, intentar rehacer mi vida y vivirla con intensidad. Pero ya era tarde.

Miré a Finnick, y ví que se le resbaló una lágrima por la mejilla.

-Oh, siento tanto lo que la hice... -Dijo, y se limpió las lágrimas. -He hecho cosas malas, pero de su muerte es de lo que más me arrepentiré siempre. -Hablaba entrecortadamente. -Tengo que salir un momento.

Dijo, y salió de la sala. Me quedé mirando la pantalla en negro. Realmente los juegos te destrozaban, si no ganabas, te convertían en una marioneta del Capitolio, acababas demacrado, acababas con pesadillas, culpas y miedos de por vida. Hasta ese momento en el que Finnick salió, no me había dado cuenta hasta que punto son letales los Juegos del Hambre, mueras o no.

Salí del cuarto, y Finnick estaba apoyado a la pared.

-Clarie...

-Ts, no digas nada... -Dije en un susurro. Luego le miré, y me heché a sus brazos.

Lloré silenciosamente en su hombro por segunda o tercera vez, y oí como aún tenía la respiración entrecortada. Le abraze con más fuerza. No quería acabar con esto. No quería que me separasen de él. No ahora que había conocido el amor.

-Te quiero, Finnick. -Dije, entre sus brazos aún. -Te quiero. -Repetí, cerrando los ojos y en un susurro.

Pero el de pronto se separó de mi, y me miró a los ojos. Luego se acercó, y me besó.

Tal vez fue el beso más apasionado que nos dimos, bebiendo el uno del otro, porque sabíamos que simplemente el hecho de tenernos cerca nos recomponia interiormente, nos llenaba.

-Te quiero, Clarie. -Dijo en medio del beso. -Siempre te querré.

Último capítulo del año. Espero que vuestro 2015 haya sido de lo mejor, y que el 2016 lo supere.

Que el 2016 venga cargado de azucarillos :D

El verdadero amor de Finnick Odair. /sin editar/Where stories live. Discover now