Ocho: Peeves

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|| 1154 Palabras ||

¦Dedicado a melon_stylinson ¦

Las estrellas brillaban en aquella noche silenciosa, la calma de la sala de astronomía le era fascinante, el estar mirando las estrellas sin preocuparse de lo que pudiera pasar la tranquilizaba,eran pasada las nueve de la noche, la cena había acabado hace una hora, al darse por terminada la cena, con pasos sigilosos se en camino a aquel lugar, era una noche perfecta para ver las estrellas, no había porque desaprovecharla. Volver a la sala común no seria tarea fácil puesto que ningún estudiante debería estar fuera de la cama a tales horas, pero como siempre, ya se las ingeniaría para volver.

Se recuesta sobre uno de los muebles que tiene cerca, sonríe, había establecido una gran relación con Layla y Allison, ambas chicas resultaban una gran combinación, Layla era buena en transformaciones, Allison era buena en Historia de la magia, como dijo Scorpius eran un complemento tal y como el y Albus lo eran.

Caminar a media noche por los pasillos del castillo, escondiéndote de ser atrapada, era en ese momento una de sus prioridades, evitar ser atrapada o enserio su madre la mataría. Camina sigilosamente a través de los pasillos pasando por el gran comedor, no había nadie a la vista. Pasos leves y silenciosos, miradas rápidas y pequeños suspiros, se esconde dentro de una de las habitaciones cercanas, pasos cercanos se escuchaban.¿Quien podría ser?.

Su pulso se acelera, los pasos se acercan rápidamente, terminaría castigada de nuevo,vaya suerte, solo esperaba que no fuera Filch, si era, no sobreviviría a la ira de Hermione Granger. Camina de espaldas evitando los pasos que se acercaban,choca contra algo, suelta un chillido leve.

— Shh — Susurran sobre su oído,¿Quien era?.

Su cuerpo se estremece, si tiraba su codo un poco para atrás estaba segura que le daría en el estomago a la persona que la tenia atrapada, inhalo y realizo la acción escuchando un leve quejido y una maldición.

— Que te pasa. —Se queja James mirándola mal.—Estoy tratando de que no nos encuentren fuera de la cama y tu te vas de bestia. —Gruñe por lo bajo. — Esto me pasa por intentar ser buena persona con gente como tu. — Exclama molesto saliendo del salón.

— Lo siento por casi morir de susto porque me tomaste desprevenida. —Lo mira mal.— Ademas, si tanto te cuesta ayudarme,te hubieras ahorrado la molestia,se cuidarme sola. — Gruñe molesta, camina lejos del chico quien camina por el lado contrarios.

— Hay estudiantes fuera de la cama, puedo olerlo - Peeves, la voz de Peeves tan cantarina la hace quedarse estática,¿Por donde viene?. — Tal vez debería llamar a Filch, si eso debería hacer. —Se escucha que murmura,estaba cerca.

Corre por el camino que se fue el más alto, la voz de Peeves alejándose a medida que corre, no podía dejarse atrapar o seria un gran desastre. Prefería estar encerrada en un salón con James,antes de otro castigo. Se sienta en el suelo del salón de pociones,al otro lado de este se encontraba James jugando con su varita, la voz de Peeves se escuchaba cada vez más cerca.

— ¿Peeves?. — Filch. —Me has dicho que hay estudiantes fuera de la cama,¿Donde están?, No tengo tiempo que perder contigo, es la media noche. — Exclama molesto el Squib.

— Se que están cerca, lo se.— Comenta.

— Se van a dar cuenta — Susurra la menor.

— No hables, espera que ya se irán, Peeves suele sacar de casillas a Filch antes de que nos descubran. —Murmura James.

—¿Y si no?, mi madre me matar. No debí estar fuera de la sala común — Menciona para si misma, camina de lado a lado.

— Enserio eres desesperante, quédate quieta si no quieres que grite para que entren. — Exhala frotando sus cienes. — Igual de desesperante que tu familia.

— Cállate,ademas mi familia no tiene que ver con esto. — Gruñe y se sienta de nuevo.

Talla sus ojos levemente mientras pone atención a los pasos fuera del salón, se estaban alejando, podría salir de ahí para rápidamente llegar a la sala común estaban en las mazmorras, no era demasiado lejos llegar, salio del salón, revisa los pasillos antes de irse de aquel lugar,camina a paso firme y rápido en dirección a las mazmorras, James había corrido de ahí cuando los sintió irse, la sala común de Gryffindor era la más alejada del salón de pociones, el seria un largo camino.

Entrar a su habitación y encontrarse con dos pares de ojos mirándola expectantes a una respuesta, ¿y ahora que les diría?.

Un suave maullido las saca de sus pensamientos, Luna se encuentra al otro lado de la ventana maullando,¿Como diablos había llegado hasta allí?, una de las mejores preguntas era .¿Como la entrarían?, aun no sabían hechizos para poder atravesar objetos.

— Alguien tendrá que salir. — exclama Layla mirando a la pequeña gata.

— Claro, como es tan fácil agarrar una gata que sabe Merlín como llego ahí estando en un sexto piso, moriremos en el intento, somos brujas,no volamos genia. — Menciona Allison. — ¿Haras el suicidio tu o que?.

— Lo haré yo. — sentencia la rubia analizando sus probabilidades.

—¡Por merlín!, son las tres de la mañana, estamos entrando a invierno,¿y quieres salir por tu gata que capaz sabe volver?, podrías caer y morir. — Chilla horrorizada. — ¿Por que me toco con las mas suicidas?. — Miro el techo de la habitación.

— No dejare a mi gata afuera, podría morir de hipotermia, iré yo, ustedes mejor vayan a vigilar que no aparezca nadie,no necesito más de Filch o Peeves. — Dicho esto toma su varita y abre la ventana.

Luna,pequeña y maullante, al otro lado de la salida de la ventana, junto a la ventana sellada. Inhala profundamente antes de sentir el frió aire del exterior, no tenia un plan, lo único en lo que pensaba era en salvar a su mascota. Se levanta con calma,siente el vació de estar a nada de caer de aquella torre, seis pisos la separaban del suelo, era una muerte segura, bueno excepto que funcionara un Wingardium Leviosa en ella misma, jamas lo había intentado y no deseaba que hoy fuera su ultima opción.

— Luna, — Murmura mirando a su gata. — Ven aquí pequeña. — La llama. — No , no — El desespero se apodera de su voz, ¿Como atraparía a Luna si esta caminaba un poco más lejos de ella?.

Caminar mientras tu espalda esta contra el único soporte que tiene para no caer al vació, es ademas de extraña, la adrenalina más grande que a pasado por tu cuerpo. Un paso a la vez, si daba un paso en falso caería, cuando llega cerca de Luna se agacha lo más posible que puede antes de tomarla en sus manos, esta maulla antes de lamer la mejilla de la rubia quien exhala. Ahora faltaba volver sin caer.

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