Tres: Plataforma 9¾

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||1433 Palabras||

¦Dedicado a: itsmevane_7¦

Exhala el aire comprimido en sus pulmones, sonríe antes de mirar por ultima vez su habitación en aquella mansión, acomoda su cabello poniendo algunos mechones rebeldes tras su oreja,sale de la habitación sonriendo.

— ¡Es hoy,es hoy,es hoy! — Grita euforicamente mientras corre escaleras abajo.

— ¡No corras que te caes! — Un Draco Malfoy suspiro mirando a su hija menor bajar las escaleras a toda velocidad.— ¡Por merlín Cassiopeia Malfoy Granger, te vas a salir lastimando y Granger me matara!. — rió pasando una mano por su cabello, mezcla de ambos era ella al final de todo. — ¡Cuid.. —  Chillo pero antes de que pudiera terminar, la rubia choco con Scorpius cayendo al suelo.

Una sonora carcajada resuena en la primera planta de la mansión, Scorpius mira a su hermana menor antes de ayudarla a levantar entre risas, negó varias veces mientras la rubia organizaba su ropa.

— Te lo intente advertir. — Ríe por lo bajo Draco pasando por un lado de su hija.

— No lo hiciste.— Lo miro mal,exhalo. — Le diré a mamá.— Sentencio como buena hija de Draco Malfoy.

— Oh no, no me v as a chantajear con tu madre. — La miro mal y esta rió.— Siempre me da un discurso de porque debía poner escaleras mas seguras por tus quejas. — Se cruza de brazos mirando a sus dos hijos.

— Quien te manda a dejarme caer. — Habla con sorna y corre a la cocina soltando leves carcajadas.

— Hija de Hermione tenia que ser también. — Ríe negando,junto con Scorpius entra a la cocina donde la menor intenta agarrar la nutella del estante mayor antes de que lleguen.

— Scor...— Murmuro mirándolo con un puchero, esos ojos plata que la hacían ver tan tierna y a la vez tan desastrosa,una mezcla perfecta de Hermione Granger y Draco Malfoy. — ¿Papi?.— joder como se resistiría a su princesa.

— ¿Si cariño.— Y ahí estaba Draco Malfoy, rendido a los pies de una pequeña de diez años,en algunos días once.

— ¿Me puedes ayudar?, aun no alcanzo. — Murmura haciendo ojitos, Draco miro a su hijo mayor quien le sonrió y negó.

— Suerte, mejor terminare mi baul. — Ríe caminando fuera de la cocina.

Cassiopeia Malfoy Granger, mezcla perfecta de ambos, astuta, caprichosa, inteligente y mucho más, eso era aquella pequeña de cabellos rubios. Hoy era el primer día de clases de la menor, entraría a Hogwarts,le causaba ansiedad que su hija menor ya iría a aquel lugar que lo vio crecer, que tanto había cambiado.

Recuerda la primera vez que vio a aquella pequeña, era tan solo una bebé, pero desde el momento que la vio sabia que iba a ser su perdición, si durante su estadía en Hogwarts le hubieran dicho que tendría un hija, con aquella persona con la cual tuvo tantos problemas a lo largo de su estadía en aquel colegio, se hubiera mofado, era imposible, pero aquí estaba con una hija producto de una noche, de la cual primero se arrepentía, ya no, todo pasaba por algo al fin y al cabo, ella era ese algo. Era su princesa como lo dijo el primer día que la vio, era una de las razones para reír cada mañana junto a Scorpius. 

— Hora de irnos, ¿Papá?.— La voz de Scorpius lo saco de sus pensamientos, le dedico un sonrisa antes de ver bajar a su hija menor bajar las escaleras tarareando. Joder era tan frágil,¿Como la iba dejar ir?.

— ¿Tienen todo?, ¿Cassie?.— Exclama abriendo la puerta principal.

— Todo en mi baul, Luna en su casita. — Sonrió.

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