|| Forbidden ||

Diez: Perderse

|| 1943 palabras ||

El frió calándose en sus huesos, su nariz roja al igual que sus mejillas, el vapor que sale de su boca al respirar. Hogwarts estaba sumido en una gran helada, era su cumpleaños, aquel día cumpliría once años, le resultaba divertido el como el tiempo pasaba tan rápido, no hace más de cuatro semanas había entrado a aquel castillo con la esperanza de saber que casa seria su nuevo hogar y ahí estaba sentada en la ventana de su cuarto mirando por la ventana mientras Luna su gata,la cual había crecido ese ultimo mes, se pasaba por toda la cama lentamente. La luz del sol colándose por la ventana cayendo sobre el cabello rubio platino el cual descansaba en una coleta alta con algunos cabellos rebeldes. Exhala, el invierno siempre fue una de sus estaciones favoritas, sentir el frió en su rostro, la nieve sobre su cuerpo cuando podía, era pacifico.

Su relación con Dylan había aumentado, realmente cuando no pasaba su tiempo con sus hermanos o con Allison y Layla, pasaba su tiempo con el, se había dado el tiempo de conocerlo, sabia que sus padres eran amigos desde su primer año, eso le gustaba, se podrían ver más seguido, aun tenían su rivalidad en clase de DCAO puesto que seguían siendo ambos los que tenían su rivalidad, la menor siempre ganaba.

A diferencia que con Dylan, su relación con James no había cambiado mucho,se podría decir que no habían avanzado a pesar que ya no se metían en tantos problemas como antes, las clases de pociones era el lugar donde se juntaban sus discusiones, sus padres habían tenido que asistir al castillo varias veces sentenciando que si no mejoraban su relación, aun que no fueran amigos, los iban a castigar juntos para que por lo menos dejaran de discutir cada dos por tres, no había funcionado, pero para suerte de ambos sus padres aun no sabían eso, no querían saber de que serian capaz.

Era domingo en la tarde, la habitación por lo común se mantenía a solas, como justo en ese instante, le gustaba sentarse a mirar por la ventana un tiempo antes de salir,solía hacerlo mucho. Se levanta de la cama organizando sus prendas, le gustaba vestirse con colores simples, la mezcla del celeste y el negro le gustaba demasiado.

Baja el ultimo peldaño de la escalera mientras tararea, al llegar abajo unos brazos la rodean por la espalda y esta ríe, Scorpius la abrazaba mientras Dylan,Allison,Albus y Layla gritaban.

— No puedo creer que estas más grande. — Menciona Scorpius mirando a su hermana menor y esta sonríe.

— No creías que me iba a quedar pequeña siempre,¿No?. — Se burla. — Sigo pequeña.

—Hugo quiere verte. —Murmura Albus y la abraza. —Feliz cumpleaños pulga.

— Gracias Arbusto. —Ríe.

—Sigo sin saber como llegaron a esos apodos. — Habla Layla luego de felicitarla.

Pasar aquella mañana con las personas con las que mejor se llevaba, más quería, era para ella un cumpleaños feliz,dejando de lado que sus padres no podían estar ahí,Scorpius le había entregado un par de regalos que según las cartas eran de parte de sus padres, habían llegado el día anterior con su lechuza,si que sabia esconder sorpresas. Era una caja pequeña color plata,dentro de esta se encontraba una pequeña pulsera color plata como la caja, en ella se encontraba la figura de una serpiente enroscada en la letra M,Malfoy.

La segunda caja era color crema en la cual se encontraba un pequeño reloj de arena, lo conocía,su madre lo había utilizado en sus tiempos de Hogwarts para poder estar en varios lugares al tiempo,era el gira tiempo y por fin era suyo. lo puso al rededor de su cuello,lo observo por un momento ante la mirada de sus amigos.

caminar por el pasillo junto a las bromas de Scorpius y Albus, mientras Dylan caminaba junto a Allison quien le contaba anécdotas, Layla había salido minutos antes prometiendo encontrarse con ellos en unos minutos, no sabían realmente a donde iría;Correr por el pasto frio mientras ríes junto a tus personas favoritas es una de las mejores formas de pasar tu cumpleaños, Rose reía con Layla quien había llegado minutos después, Scorpius reía junto a Allison mientras esta le contaba sus anécdotas, Hugo conversaban con Albus sobre lo que era compartir cuarto con James.