Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]

Capítulo #1

** 5 años después **

Hacía ya tres años desde que me gradué y obtuve mi licenciatura en idiomas.

Por el momento trabajo en una cafetería de Londres, mis padres me dijeron que no trabajara, que ellos me darían el dinero que necesitara, pero no les hice caso.

Mi querido Romeo está por cumplir sus 4 añitos, ya está grande y cada vez se parece más a Ross.

Él sabe de que tiene Papá, tiene tíos y abuelos en México. Pero... solo Rydel sabe de él, ella dijo que no diría nada pero que pronto yo misma lo hiciera.

He seguido en contacto con Ross, tal vez no muy seguido pero si. Me ha contado sobre el que ahora todos sus hermanos, él y Ellington, formaron una banda llamada R5.

No he tenido el valor de hablarle sobre Romeo, tal vez él piense mal de mi y se enoje.

Aunque sé que se enojara el día que sepa que no le dije de su hijo.

Estaba tan distraída que deje sobrepasar el café del limite de la taza.

-Demonios. -susurré, ya que Romeo no me dejaba decir malas palabras.- Ahora tendré que limpiar.

Fui por unas servilletas y sequé la encimera. En ese momento bajo Romeo.

-Buenos días, mi amor. -dije felizmente, mientras lo tomaba en brazos.

-Bueños diash, mami. -dijo él, lo amo tanto.- Tengo hambe.

-Aquí esta tu desayuno. -dejé un plato frente a él de panqueques.- Esperame iré a buscar una cuchara. -fui y regresé, me senté con él y lo ayudé un poco a comer.

Término su desayuno y agradeció, se fue a jugar mientras yo recogía.

Lavé su plato y me sequé las manos, tomé las llaves y le hablé a Romeo.

-Es hora, tengo que irte a dejar con tu abuela. -dije casi gritando, ahora había comprado una pequeña pero adecuada casa para Romeo y para mi. Hoy era sábado y Romeo no iba a el Kinder (preescolar), así que lo llevo con sus abuelos cuando es fin de semana ya que yo trabajo.
-¡¡Si!! -dijo emocionado él.

Salimos y cerré la puerta con llave, subí a Romeo a él auto en su asiento especial y le puse el cinturón. Subí y arranqué, estando aquí en Londres aprendí a manejar y saqué mi licencia.

Conduje hasta la casa de mis padres, la cual queda a 5 cuadras de la mía.

Bajé a Romeo y tomé su mano, nos dirigimos a la puerta y abri con mis llaves. Entramos y mis papás estaban en él comedor desayunando.

-Buenos días.

-Ya llegaron, Hola Ro. -dijo mi madre abrazando a Romeo.

-Hoda abueda. Hoda abuedo.

-Hola hijo. -saludó mi Papá a Romeo.- ¿Ya desayunaron?

-Ya, muchas gracias. -le respondí.- Me tengo que ir, se los encargo mucho. -dije dándole un beso en la mejilla a cada uno.

-Tranquila hija, ve con cuidado. -dijo mi madre, asentí.

Fui a donde estaba Romeo.

-Bebé, ya me voy. -asintió, yo me agaché para quedar a su altura.- Te portas bien, le haces caso a tus abuelos. ¿Entendido?

-Si.

-Te amo.

-Y yo a ti. -me dijo dándome un abrazo y un beso en la mejilla.- Adiós.