Estamos solo a una semana de que Ross y los chicos regresen, Romeo ya comenzó la escuela y ya se está comenzado a adaptar a este cambio.
Ahora estoy por ir a buscarlo, estoy terminando de arreglar la habitación de Ross en la cual Romeo y yo nos estamos quedando.
Listo.
Bajé las escaleras y tomé las llaves, salí de la casa y caminé a la escuela de Romeo, no está tan lejos que digamos, mientras caminaba iba admirando el cielo azul y veía como pasan los carros, nada comparado con Londres. En Londres era un poco más calmado, el clima era diferente y los autos conducían en sentido contrario.
Pero no me arrepiento de nada.
Caminé un poco más y llegué, justo a tiempo, entré y me dirigí a su salón, le di el nombre de él a su maestra y ella lo llamó.
Romeo tomó su mochila, se despidió de sus compañeros y de su maestra, y caminó hacía mí.Me abrazó y saludó, tomé su mano y caminamos de vuelta a casa.
Compré unos helados y mientras los comíamos, caminamos.-¿Qué tal te fue hoy, cariño? -le pregunté.
-Mmm, bien. Hicimos una casita con palitos y la maestra nos ayudó. -sonrió y siguió devorando su helado.
-Me alegro. -sonreí.
Mi celular comenzó a sonar, era... ¿Mi madre? La extrañaba, desde que nos venimos a California no había hablado con ellos.
*Llamada*
-¡Mamá! -dije al instante.
-¡Hija! ¿Cómo están? Los estrañamos, ¿Cómo está Romeo? -habló rápido.
-Estamos bien, nosotros igual los extrañamos. Romeo está bien, acabo de ir a buscarlo de la escuela y vamos camino a casa.
-Ay que bueno, pasamelo. Quiero saludarlo. -pidió.
Le hice seña a Romeo y le dije que era su abuela.
-Hola, abue. -dijo él.
-Bien, si es muy bonito aquí. -dijo Romeo.- Yo también, saduda a mi abuelo y al tío Lucas.
Y después de unos minutitos, regresó a hablar conmigo.
-Si, mamá. Yo lo cuidaré.
-Bien, hija. Los quiero mucho, cuidense, les manda saludos tu Papá.
-Saludalo de mi parte.
-Claro, besos. Adiós.
-Adiós.
*Fin de llamada*
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Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]
RandomEs tiempo de regresar y hacer que Ross y yo Tengamos Una Vida Juntos, junto con él. Tiene que conocerlo a él, ya son 4 años desde que estoy en Londres y creo que es suficiente. -Nos veremos pronto, Ross -susurre viendo por la ventana del avión las n...