Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]

Capítulo #8

-¿Listo, Romeo? -le pregunté y tomé su manito.

-Disto. -sonrió.

Aquí estamos en el aeropuerto a unos segundos de subir al avión y comenzar una nueva vida.

-Bien.

Lo tomé en brazos y caminé hacía la azafata que estaba junto a la puerta, mi familia estaba a lo lejos detrás de nosotros, habían venido a despedirnos.
Me costó trabajo despedirme de ellos pero pronto volveré.

-Sus boletos, señorita. -pidió amablemente.

-Tenga. -se los di.

-Bien, por aquí y que tenga un buen viaje. -dijo, asentí y le sonreí.- Vuelva pronto.

Caminé por el pasillo y di una última vuelta, miré a mi familia y me dieron adiós con la mano y una sonrisa. Hice lo mismo y le dije a Romeo que también lo hiciera.

Subí y busque nuestros asientos, no tardé en encontrarlos, puse a Romeo junto a la ventana y me senté junto a él.

Éste sería un largo y gran viaje a un nuevo destino. Pasaron unos minutos y luego hablo una azafata.

-Bienvenidos pasajeros del vuelo 284 con destino a Los Ángeles, California en Estados Unidos de América, abrochen sus cinturones que vamos a despegar. Esperamos que tengan un lindo viaje y que lo disfruten. Gracias.

Le puse el cinturón a Romeo y luego me puse el mío.

Cerraron la puerta y a los minutos el avión comenzó a moverse, Romeo estaba entre feliz ya que vería a su Papá, triste por que no vería en un tiempo a sus abuelos y a su tío favorito y emocionado por estar en un avión por primera vez.

Él veía como se movía todo desde la ventana y tenía una gran sonrisa en su rostro.

-¿Emocionado? -le pregunté.

Él solo asintió y siguió viendo todo moverse, cuando el avión comenzó a dejar la tierra y subir al cielo, tomó mi mano.

-¿Te asustaste? -él asintió. Sonreí.- Ven.

Lo acerqué a mi y lo abracé, eran temprano en Londres, las 08:24 am para ser exactos, así que en California serían como las 12:24 am. El vuelo duraría cerca de 12 horas, así que tal vez lleguemos al medio día de allá.

Un largo viaje.

Romeo se durmió, lo acomodé para que no se fuera a torcer, me acomodé yo y trate de dormir un rato. Solo un rato...

***
Desperté por unos ruidos, recordé que estaba en un avión y que eran algunas turbulencias. Romeo se movió y siguió durmiendo.

Saqué mi celular y lo encendí, todavía tenía la hora de Londres así que eran las 11:55 am. Había dormido 3 horas.

Y ya comenzaba a tener hambre, como si me hubieran leído la mente en ese momento una azafata con un carrito de comida se acerco.
Me dio una bandeja con un desayuno ligero y me dejo una bandeja más pequeña con un desayuno para Romeo.

Mágicamente a los minutos Romeo se despertó y pidió comida. Le puse la bandeja frente a él y juntos comenzamos a desayunar.

Al terminar le puse una película en mi iPad para que no se aburriera.