Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]

Capítulo #19 (2/2)

Tomó mi mano y subimos nuevamente a la habitación.

-Ross, ¿Pero qué... -no me dejó terminar.

-La llamada nos interrumpió por eso ya no pudimos dártelo. Es de Romeo y mío. -me entregó una caja algo grande.

-Aww, gracias. Los amo tanto. -esta vez lo besé en los labios.

-De nada, abrelo.

Tomé la caja y me senté en la cama, la puse sobre mi regazo y al abrirla vi (multimedia) era hermoso.

-Dios, esto es hermoso. Muchas gracias. -lo abracé.

-De nada, eso y más te mereces. Además, quiero que te lo pongas hoy y saldremos un rato por ahí. Para que todo el mundo vea que tengo a la familia más hermosa y se mueran de envidia. -reí cuando terminó.

-Está bien. Me cambiaré. -entré al baño y me puse el vestido, era justo de mi talla, salí y Ross ya no estaba. Me puse los tacones y los accesorios, me peiné mejor y maquillé conforme a los colores.

Cuando terminé, tomé la bolsa y bajé. Ross estaba esperándome con Romeo listo, para irnos.

-Te ves hermosa. -dijo al verme.

-Gracias. ¿Nos vamos? -asintió y fuimos al garaje.

Me abrió la puerta, subió a Romeo atrás y luego rodeo el auto para entrar, se puso sus lentes negros.
Salimos de la casa y Ross tomó rumbo a la plaza.
Estaba tan feliz de todo lo que hicieron Ross y Romeo.

De la nada una melodía que me sabía perfectamente comenzó a salir de mi celular. Ross sonrió al escuchar que One Last Dance era mi tono de llamadas.

La música corto cuando conteste. Era desconocido.

-_____. -respondí.

-Feliz Cumpleaños, linda. -dijo una voz muy conocida para mi.

-¡Edward! -grité tanto que Ross y Romeo se asustaron. Reí. Ross rodó los ojos.- Gracias por acordarte.

-De nada, además como no hacerlo. Eres mi mejor amiga y te extraño, mínimo tenía que escuchar tu voz en este día. -sonreí.

-Yo igual te extraño.

-¿Y Romeo? -preguntó.

-Aquí esta conmigo, ¿Gustas hablar con él? -pregunté.

-¿Se podría? -preguntó.

-Siempre.

Giré hacia atrás y hablé a Romeo, le dije que alguien quería hablar con él. Asintió y tomó mi celular.

-¿Hola? -dijo. No escuché que le dijo Edward pero él sonreía.- Lo haré. -dijo luego.- Gracias. Adiós. -casi no hablaron. Me devolvió el celular.

-Ya lo oíste. -sonreí.

-Si, te tengo que dejar. Estoy algo ocupado. -dijo él.

-Claro, no hay problema. Gracias por llamar.

-De nada. Cuidate, saludos a Ross.

-Claro, adiós.

-Adiós.

Colgué con una sonrisa en el rostro.
Miré a Ross quien veía al frente. Buscaba en donde estacionarse.

-Te envía saludos, Edward. -le dije.

-Dile que gracias. -sonó seco.

Cuando se estacionó, bajamos, Ross cargó a Romeo y tomó mi mano. Caminamos a la entrada.