Capitulo 1
-no se te ocurra poner tus cosas en esa cama... - dije decisiva. Jullie dejó escapar una bocanada de aire y me miró mal. Sonreí agradecida y coloqué mi maleta en la cama que desde que entré al departamento supe que sería para mi. De las dos, era las mas amplias.
-¡Chelsea! - chillo Jullie -, al menos podemos compartirla. Ya sabes, tu la usas una semana y yo la otra. Eso sería lo justo.
Negué con la cabeza.
-Lo justo es quien la viera primero. - comenté - Y lo hice yo. Así tuvimos eso a lo que tu le llamas "justo".
Jullie resopló y lanzó su maleta a la otra cama desganada. No sé porque no le gustaba, eran casi iguales excepto por el tamaño, color de sábanas y...¡ah! a quien engaño. No se parecen en nada.
-Quiero la revancha Chelsea... - exigió mientras me apuntaba con su dedo. - No sé tal vez que mañana regreses de algún lugar te encuentres con todas las cosas cambiadas. - Amenazó. Sonreí y me acerqué a ella.
-¿Entonces en serio no irás? - pregunté. Al ser nuestro primer día en la ciudad de Los Angeles, Cooper y Sifontes no permitieron salir a conocerla un poco mas. Sería nuestro día compensatorio por el largo viaje. Tenía pensado ir con Jullie a muchos lugares, pero ella no se animaba. Negó con su cabeza después de unos segundos. -oh vamos Jullie, es nuestra primera vez que estamos en este hermoso y amplio país ¿no quieres conocerlo?
-Entiendo que estés emocionada y cosas por el estilo pero...si me dan a elegir entre Alemania y Estados Unidos, créeme que en estos momentos estaría en Alemania. - Resoplé, puse mi mano en su hombro y sonreí un poco convincente.
-Sé que no es el país de tus sueños pero se pueden hacer muchas cosas aquí, Jullie. Como por ejemplo, mmm ver basketbol en los grandes estadios de la NBA.
-No puedo practicar el basketbol ¿en serio crees que me gustaría ir a verlo? - mordí mi labio inferior, tenía que pensar en algo que en verdad la convenciera.
-Esta bien mal ejemplo. Ammm o ver la nieve caer y patinar en los pantanos que están congelados.
-Para cuando eso llegue me gustaría mas estar en mi casa, tomando chocolate caliente y un buen abrigo.
Parecía como si en verdad no podría hacerla cambiar de opinión.
-Amm y que dices en uno de esos lugares en los que venden libros interesantes.
-Créeme prefiero los libros con mi idioma porque en inglés no creo entenderlos. - Soltó divertida, puse los ojos en blanco y suspiré. Sabía que sí podría entenderlos.
-O también están esos lugares que son como castillos y tienen pinturas en las paredes. A ti te encanta dibujar, acerté estoy segura.
-Lamento decepcionarte amiga, pero...esos castillos con pintura como les llamas, están en Italia.
Corrigió sonriendo, me quedé en shock. Hace unas horas atrás podría haber jurado que era aquí el país de las pinturas y esas cosas. Me tiré a la cama de espaldas y cerré los ojos un momento.
-Bien, no logré convencerte. De verdad creí que lo tenía.
-Mejor diviértete tu. - dijo sonriendo a mi lado -tu sales, disfrutas y yo me quedo aquí con mis libros y dibujos. Tal vez para mi no lo sea, pero para ti este país es tu obsesión. - dijo, ambos estallamos en carcajadas. Bueno entonces tendría que ir sola.
