Capitulo 51
*Último capítulo*
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Apoyé mis manos en el barandal del balcón y observé toda la ciudad de Nueva York. Matt arregló un viaje solo para nosotros dos, por dos semanas, al principio pensé que no sería una buena idea, pero la insistencia de Matt poco a poco fue despertando cierto interés en conocer la ciudad. Terminé aceptando.
Reservó un hotel y ahí es donde nos estamos quedando ahora, justo frente a la ciudad, en verdad la vista era preciosa. El viento daba suaves oleadas a mi cabello y acariciaba mi rostro. Me sentía realmente feliz.
–¿que estas mirando? –preguntó Matt abrazándome detrás. Sonreí.
–la vista, es...hermosa...¿no te parece?
Puso su mentón en mi hombro y suspiró.
–no creo que tanto como tú, pero supongo que sí, es hermosa –reí.
Acaricié sus manos con las mías y sentía como mis ojos se iban poniendo vidriosos.
–gracias –murmuré.
–¿porqué? –se incorporó y me giró sobre mis talones, frunció el ceño cuando se dio cuenta que mis ojos estaban llorosos.
–Matt yo...no conocí nunca a mis padres...crecí con mi abuela que falleció tiempo después y yo... –bajé la mirada apenada–, yo trabajé en un bar, de la nada todo cambio para mi...empecé a trabajar con Cooper, sentí algo por él –sollocé–, y de la nada, todo se derrumbo –lo miré, la luna daba directamente a sus ojos, se veían realmente hermosos–. Todo cambio cuando te conocí a ti. De verdad yo...puedo sentir que es la verdadera felicidad.
Matt limpió una pequeñas lágrimas que se habían escapado de mis ojos y acarició mi mentó con sus dedos.
–no tienes nada que agradecerme, preciosa. Lo hago porque te amo, estoy enamorado, me tienes loco por ti.
Reí y rodeé su cuello con mis brazos.
–tus padres deben de estar en verdad orgullosos de ti.
Sonreí y lo besé. Nunca pensé que mi vida daría un rumbo como este, nunca pensé enamorarme como lo estoy, me siento en verdad feliz, no hay remordimiento, preocupaciones, sentimientos negativos.
Solo estamos él y yo, solo Matt y yo, y estoy segura que así seremos por un largo, largo tiempo.
Matt se separó no sin antes dejarme un beso en mi nariz.
–ven, vamos a brindar –jaló mi mano hasta sentarme al borde de la cama.
Se dirigió a la pequeña mesa que estaba ahí y sirvió champagne en dos copas.
Reí.
–no estoy segura de hacerlo, esas bebidas no tienen un buen efecto en mi. –Me dio una y se sentó a mi lado.
–no te preocupes por eso, ahora estamos solo los dos –soltó guiñándome un ojo.
Reí sarcástica.
–y volvemos con tu arrogancia.
–quiero brindar por nosotros...porque te amo con todas mis fuerzas y no creo dejar de hacerlo, porque esto es incluso mas grande que yo, brindo porque estoy con la chica mas hermosa que haya conocido en mi vida...por un futuro...
–¿futuro? ¿de que demonios estas hablando Matt? –reí.
–nuestro futuro...ya sabes...tu seras algún día mi esposa –abrí los ojos sorprendida–, serás la señora Black, y bueno...después vendrán lo hijos...
