Capitulo 34

7.8K 504 14
                                    

Capitulo 34

Llegué frente a una cosa blanca. Con unas ventanas grandes. Era gigante, ni en mis sueños podría pagarme una casa así. De pronto, los nervios invadieron mi cuerpo, solo imaginarme que estoy en la casa de Matt, ¿desde cuándo me pone tan nerviosa? lo odio por hacerme sentir así. Es como sentirse imponente al no saber controlar tus sentimientos. Me acerqué a la puerta y toqué el timbre. 

Un sonido se escuchó en el picaporte y la puerta se abrió. Sus ojos se posaron en mi y no pudo ocultar su sorpresa. No tenía en mente ser educada, había venido por una sola razón; y no me iba a ir hasta tener todo claro. No esperé a que me dejara pasar, solo entré empujándolo del hombro.

–vengo porque quiero que me expliques todo lo que pasó en la fiesta. Durante y después de ella –aclaré. Matt frunció el ceño y cerró la puerta con una expresión que no pude descifrar. Se acercó y se puso frente a mi. Hice todo lo que pude por no bajar la mirada, sus ojos mieles a penas y me dejaban pensar y respirar tranquila.

–¿quieres sentarte? –preguntó desviando su mirada– o ¿algo de beber? cualquier cosa...

–estoy hablando muy en serio, Black –solté–. Prefiero estar de pie. Gracias.

Soltó un suspiro y cerró los ojos un momento. No tenía que ser bueno si hacía eso. 

–Chelsea, escucha... –dijo después de un rato– tu y yo...pues...nos besamos. 

Y todo a mi alrededor desapareció. Fue como si empezara a quedarme sorda, el sonido fino en mi oído me estaban martillando al igual que mi pulso. Dejé caer mis brazos a los lados. Lo sé, vine aquí, por una explicación, pero esperaba algo diferente, algo...no como esto. ¿Porqué había hecho eso? Estaba ebria. Y él se aprovechó de eso. De pronto la sangre me empezó a hervir del enojo y solo levanté la mano para estamparla contra su mejilla, el sonido fue doloroso, incluso para mi. Pero se lo merecía.

–eres un idiota. –solté. Caminé hacia la puerta pero Matt me tomó del brazo con fuerza haciendo que lo mirara. Su otra mano estaba acariciando su mejilla lastimada.

Me soltó. Caminó de un lado a otro, y por la manera en la que se jalaba el cabello sabía que estaba desesperado.

–no hicimos nada malo, no te equivoques –dijo al fin.

Intenté calmarme, pero ni en mis momentos mas locos me imaginé que esto en verdad me llegara a pasar. Jalé mi cabello sin creerlo. 

Matt se acercó y captó mi atención.

–Chelsea nunca haría lo que te estás imaginando si tu no lo quisieras –dijo mas tranquilo–. Sé que no estabas en condiciones para decidir, y por eso te lleve a casa.

Me rasqué la frente y suspiré.

–muy bien, esta bien, lo entiendo –dije–. De ahora en adelante finjamos que no pasó nada, hay que olvidarlo todo.

Era la única solución.

Aunque yo ya no me acuerdo de nada. 

Al ver que Matt se quedó en silencio di por hecho lo que habíamos acordado y me di la vuelta. Pero como la vez anterior, él me tomó del brazo.

–¿quieres que lo olvide? –preguntó–. La que me besaste fuiste tú, y ahora, quieres que lo olvide todo. –rió– que estupidez.

Fruncí el ceño.

–dijiste que te gustaba –tragué saliva–, que no tenía ni la menor idea de cuánto te importaba. ¿Es cierto?

–estaba...

–lo sé. Pero lo dijiste –mencionó–. ¿Recuerdas eso?

Negué.

Puso sus manos en su cintura y luego pasó su dedo índice en su labio inferior, riendo. Dio un paso hacia adelante, de repente lo tenía frente a mi, besándome. Di un paso hacia atrás intentando separarme pero la puerta ya estaba en mi espalda. 

Luego solo sentí que le seguí el beso. 

Si eso fue lo que pasó me hubiera gustado no olvidarlo nunca. Rodeé su cuello con mis brazos intensificando el beso.

Puso sus brazos a cada lado de mi rostro mientras yo trataba que mi respiración se normalizara. Su cercanía no me ayudaba mucho. Levantó su rostro mirándome a los ojos. Una sonrisa de satisfacción se deslizó por sus labios. 

–atrévete a negarlo –me retó. 

Con mucho gusto lo hubiera hecho. De hecho, si me lo hubiera preguntado antes de toda esta locura, me quedaba claro que lo hubiera negado. 

Pero ahora. 

Ahora...

Ahora estoy mas confundida que nunca. Sus ojos no dejaron de ver mis labios poniéndome nerviosa, mis mejillas empezaron a arder cuando recordé que estaba rodeando su cuello con mis brazos por los que los fui quitando poco a poco poniéndolos al fin a mis costados. ¡Dios, Santo! mis labios picaban demasiado, quería que volviera a repetir el beso, necesitaba que me besara de nuevo. Miré sus labios. Estaba entreabiertos y sumamente rosados, ¿porqué quiero besarlo de nuevo si no siento nada por él?

–Chelsea... –murmuró chocando su aliento contra mi boca. Dio otro paso hacia adelante acercándose a mi oído izquierdo–, solo dímelo. Dí que tu también me quieres –susurró en él. 

Cerré mis ojos tratando de no dejarme llevar por las sensaciones que Matt estaba provocando en mi. ¿Cómo solo una noche pudo cambiar todo? ¿esto significaba que él también sentía algo por mi?

"Claro que sí o no estaría rogándote"

Puse mis manos en su pecho para poder alejarlo pero mis fuerzas era totalmente nulas y sólo las dejé ahí sintiéndome como su piel quemaba bajo mi tacto. 

–Por favor... –suplicó con dolor en su voz volviendo a estar frente a mi.

Su lejanía ahora me dejaba recuperar el control que necesitaba. Pasé debajo de su brazo para liberarme de él. 

Cuando lo hice pude ver dolor en su mirada. 

¡No sé porqué tengo estas malditas ganas de llorar!

–yo...yo...l-lo lamento tanto

Murmuré con mi voz quebrándose. Matt dejó de apoyarse en la puerta por lo que giré el picaporte y salí de su casa corriendo como si me estuviera siguiendo. Corrí hasta perder de vista su casa. Me senté en la acera de una calle frente a una cafetería dónde pude expulsar mis lágrimas.

Lo había lastimado.

Yo, había lastimado a alguien como alguien lo hizo conmigo.

Lo había dejado con la palabra en la boca después de que él me haya confesado confesado sus sentimientos por mi.

Soy una...

Cerré mis ojos permitiendo que más lágrimas salieran de mis ojos.

No sé porque Matt ahora me dolía tanto.

Me dolía el hecho de haberlo rechazado.

Debí de haber seguido mis sentimientos.

Debí...

Debí de decirle que tal vez...yo sí siento algo por él.

El Jefe 2Where stories live. Discover now