Capitulo 45

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Capitulo 45

–Julieta–

–¡Chelsea, maldita sea, que te pasa! –grité llamando la atención de unas cuantas personas que estaban en la sala, esperando a que alguna de nosotras dos las dejáramos a las oficinas. Pero eso era lo que menos me importaba ahora mismo.

Chelsea desde hace días se ha estado comportado demasiado extraño, casi no le da hambre, llora con frecuencia, sobre todo en las noches, tiene pesadillas y no quiere decirme de que se trata. Esta la mayoría del tiempo distraída y honestamente, hace mucho tiempo no la veo sonreír con sinceridad. 

Y yo sé la razón.

Es por esa estúpida promesa la que la está deprimiendo.

Esa "promesa" que ella cree que es lo mejor, sé que no lo es. Se está lastimando mas. Y está lastimando a Matt de cierta forma al no decirle porque ya no quiere tenerlo cerca. 

Él cree que Chelsea no ha estado cuando mas la necesitaba. Cree que Chelsea no estuvo con él en el hospital. Cree que no llamó ni una tan sola vez para saber como estaba. Cree que ella todavía siente algo por Cristopher. Él...simplemente cree cosas que no es. Pero todo esto no se va a aclarar hasta que ella misma se lo diga.

Ahora esta pasando algo parecido. Salió llorando del pasillo, corriendo. Tomó su abrigo y salió del edificio. ¿Qué demonios...?

Me acerco al pasillo y veo a Matt salir del cuarto del conserje. Apoya su espalda en la pared y cierra los ojos con frustración y tristeza. Decido caminar hacia él para saber lo que realmente acaba de pasar. 

Matt escucha mis pasos y cuando me ve trata de sonreírme, pero al igual que Chelsea, sé que es falsa. 

–¿qué pasó ahí dentro? –preguntó serenamente pero sin ningún tipo de rodeos. 

–ya no puedo, Jullie.

Dice en un murmuro. No puedo evitar sentir pena por él. Detesto cuando las personas complican todo, y lo peor de todo es que complican su vida. Tengo un ligero deseo de abrazarlo, pero no lo hago. Sé que hay algo mejor que puedo hacer.

–¿ya no puedes? –repito dudosa–. ¿Qué es lo que ya no puedes? 

Matt baja su mirada y suspira.

–es evidente que Chelsea no siente lo mismo por mi –soltó.– Yo, por un momento pensé que, tal vez, tal vez ella...yo pensé que ella sentía algo por mi. Y eso fue algo que hizo que pasara lo que pasó en la fiesta. Pensé que esa era la razón por la que sus mejillas se tornan rojas cuando estoy cerca de ella. Creí...creí que yo podía hacerle olvidar a Cristopher. Todo fue una tontería de mi cabeza.

Tomé una bocanada de aire mientras me rascaba la sien. 

–la verdad sí. Eres un tonto, Matt. –dije. Me miró con sus ojos llenos de tristeza y de dolor, también había algo de confusión en ellos. 

–¿qué?

–eso. Eres un tonto. ¿Tu la quieres? 

Pregunto.

Me mira con diversión, como si la tonta fuera yo por lo que le estoy cuestionando.

–¿la quieres? –insisto.

–es más que eso, Jullie. –responde.– Estoy enamorado de ella. 

Una sonrisa quiere dibujarse en mi rostro, pero la detengo. Hubiera sido mucho mejor si fuera Chelsea quien escuchara esto. 

–no sé cómo, no sé cuándo, sólo...sólo lo sé –siguió.–. Tengo que admitir que desde que la vi me gustó demasiado –rió nerviosamente–, su forma de ser, su carácter... –rió–, es un poco difícil, pero de alguna manera logró atraerme. No dejaba de pensar en ella todo el tiempo. Las cosas cambiaron para los dos desde esa fiesta, para ella fue un error, para mí...fue una forma de aclarar mis sentimientos hacia ella. Nunca había sentido esto por nadie, es por eso que me siento...extraño –suspiró–. Pero así es.

Yo no me considero una persona sentimental, pero tengo que admitir que lo que Matt me está diciendo en este momento, es muy tierno.

–díselo. –solté autoritaria. 

Matt me miró horrorizado.

–tienes que decírselo.

Negó apretando los labios.

–no sirve de nada si ella no siente nada por mi, Jullie. No soportaría que me rechace de nuevo, y mas aún, que con su propia boca me diga que no me quiere. 

Era un poco tonto que dos personas sintiendo lo mismo se lastimen de esa forma. De hecho, es muy estúpido. 

–vamos a hacer una cosa Romeo. Tu vas a ir a buscar a Chelsea al departamento y vas a hablar con ella. ¿De acuerdo?

Matt abrió los ojos como platos.

–¿qué? pero...¿cómo voy a ir al departamento de ustedes?

Sonreí.

Inocencia.

¿En serio me preguntaba eso?

Saqué de mi bolsillo la tarjeta que pertenecía a la cerradura y la alcé. Su ceño se alisó. Había comprendido.

–Oliver y yo iremos a sacar unos papeles antes de mudarnos. Mientras tú estarás con Chelsea...pero ¡hey!, nada de esto hasta que ella te lo pregunte. ¿Esta bien?

Matt sonrió de lado un momento.

–gracias. 

Fruncí mis hombros.

–¡ya es hora! ¿que estas esperando?



* * *

Sé que es corto. Es demasiado corto. Es por eso que le pido disculpas. 

Tengo que decirles que El Jefe 2, está a punto de terminar, no le falta demasiados capítulos, de hecho. Quiero agradecerles por seguir leyéndola a pesar de tardarme en actualizar o si los capítulos son largos o cortos. Gracias por ustedes hicieron realidad mi sueño de al fin escribir algo y que alguien lo lea, y mejor, que les guste. 

Pero todo esto se los agradeceré detalladamente cuando llegue la nota de autora. 

Por el momento sólo les agradezco.

¿Que buena amiga es Jullie, no?

El Jefe 2Where stories live. Discover now