Profesor Lynch | Ross Lynch

Capítulo 04

Dos días después ...

Narra ____ :

Un recorfortante domingo me espera con lágrimas y un reconocible sentimiento de querer morir.

Ir al cementerio a visitar a mi madre me provoca un  horrible sabor de boca.

Hardin decidió ir conmigo como todos los fines de semana, por lo tanto no  tendre que esforzarme en caer derrumbada, se que el me sostendrá, mientras formo una pelea con mis ojos por no llorar.

Preparo dos tazas de chocolate caliente.

El clima es desagradable y opaco, probablemente podría llover, los escalones resuenan al sentir a Hardin bajar las escaleras rápidamente, sonríe al ver las dos tazas y toma una.

-¿Cómo amaneciste?- Habla primero.

-¿Bien, y tú?

-Bien, oye después de ir a el cementerio ¿me puedes acompañar a comprar cosas para la fiesta?, no podre cargar todas las bolsas- Asiento sin interés.

-Pero ¿y tu coche?

-Esta en reparación- Bufo.

Doy un sorbo a mi chocolate, luego otro hasta terminar.

Camino hasta el baño y lavo mis dientes, luego entra Hardin con prisa.

Tomo las llaves de la casa, móvil, y dinero.

El cementerio esta a sólo unas pocas calles de aquí por lo tanto no necesitamos un coche para llegar.

*

La tercera lágrima cae por mi mejilla mientras Hardin me abraza.

No puedo tener a mi madre a mi lado, la extraño lo suficiente como para haberme cortado las venas a los 13 años solo por ella.

Todo el mundo cree que mi vida es de colores.

Cuando en realidad todo desde mi punto es gris, despierto cada mañana pensando que mi madre me gritaría por que estoy despertando tarde, pero en realidad sólo escucho mi despertador.

Mi madre era como mi mejor amiga, antes no tenía muchos amigos, pero solo necesitaba a una que es mi mamá, si bien esta muerta pero nunca dejará de ser mi mamá y amiga por toda mi vida.

Mi padre nos abandona en nuestro peor momento, ahora tiene una vida de lujos, no he recibido una llamada de él desde hace 04 años, y aun así tiene el descaro de enviar dinero sin una jodida carta, nunca he hablado de él con nadie, Hardin tampoco quiere que toquemos el tema por que se vuelve furioso.

No he vuelto a ser una chica que quiera amor paterno como antes, ahora siento repugnancia hacia ese hombre, creo que debería tenerlo después de todo el en vez de huir de nosotros debió quedarse y estar a nuestro lado hasta el día de hoy.

Lo que más me enfurece es que quiera suavizar sus problemas con dinero, por que todos saben que para él, Hardin y yo somos su problema de por vida.

-Creo que ya deberíamos irnos, no quiero verte llorar más.

Asiento en silencio.

Antes de irnos Hardin compra un ramo de orquídeas y las deja en la tumba de nuestra madre.

Tal ves el se vea un adolecente problemas dentro y fuera del instituto, que no tiene sentimientos y es frío, pero por dentro los dos sabemos que él piensa y esta igual que yo.

Vacío.

Caminamos hasta llegar a el primer mercado que se nos cruzará en el camino, compramos lo necesario para la casa y para la fiesta, con Hardin tuvimos la idea de guardar dinero suficiente para nuestro futuro, por lo tanto no necesitamos de nuestro supuesto padre dinero para la universidad.