capitulo 1

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Se han dado cuenta que la vida es un  cambio constante, que las cosas no suelen pasar como uno piensa sino que el azar es quien controla todo, bueno, a mi punto de vista eso está pasando ahora. Con la aparente tranquilidad que me he caracterizado  supe con certeza que esté momento no estaba escrito y que hubieron muchos factores que pudieron cambiar el rumbo de mi destino pero el capricho del azar ha puesto todos sus artimañas para que se diera esté día. No es sorpresa que a mis quince años este comprometida con un adinerado hombre como tampoco lo es que mis padres quieran enviarme de una vez por todas donde vive mi futuro esposo.
Sé muy poco de su vida personal pero  he escuchado los rumores de que él es buen lider, muy astuto y  brillante al momento armar guerras; son esos detalles que me hacen imaginar la clase de hombre que es, sí será un hombre bueno con un corazón amable o un frívolo y desinteresado hombre que busca una esposa y no el amor de su vida.

Oh, cómo desearía que fuera un hombre que ame a su amada en lugar de usarla a su antojo.

- Deja de morderte la boca - escucho la advertencia de Kloe que me trae a la realidad - tienes suerte que soy yo y no su madre la que te acompaña.

- Suerte - murmuró por lo bajo.

La única suerte que tengo es de tener a Kloe, una de mis doncellas y tal vez la única que me comprende y se divierte conmigo; las otras por el contrario son más propensas a ignorar mi presencia. Claro, sería descabellado pensar tal cosa de amos y sirvientes pero la dinámica de mi hogar no se basa en ese. Sé todo de su vida, y ella de la mía, así que ella entiende de cierto modo lo nerviosa que estoy de ver a mi futuro esposo. Por el rabillo de la ventana observo el cielo oscuro, la luna tan brillante y plateada es opacada por las numerosas nubes color naranja oscuro, no hay tanta vegetación como había esperado, solo hay unos cuantos árboles con abundantes hojas que esconden sus maduras frutas; no hay tanto movimiento por la trocha así que desisto por mirar mis delgadas manos enfundadas por unos guantes color café tierra hechos de una tela muy similar a la lana. Aún sentada dentro del elegante carruaje imaginó como podría ser el aspecto y la actitud de mi futuro esposo, no lo he visto ni tampoco tengo una referencia un poco más detallada de él pero aún así mis padres me han contado que es un buen hombre que tiene todas las cualidades que se requieren para darme en su mano en matrimonio.

Suelto un pequeño respiro, no podía pedir más información de la que ya tenía, eso provocaría una reprendida de mi madre y unos cuantos azotes por parte de mi padre; no es que aborrecan las preguntas que haga, sino que no toleran en cierto modo mi presencia lo suficiente para darme unos minutos de tiempo con ellos, suena muy prepotente de su parte pero he visto peores caso. Levantó levemente la mirada y observo detalladamente a mi sirvienta kloe, su cara tan perfecta y serena no hace más que molestarme por su pacífica  tranquilidad. Kloe siempre ha sido parte de mi equipo sirvientas, mi única amiga a la que puedo confiar y a la que siempre querré como una hermana; su vestido simple de color amarillo con flores rosadas que le llega mas abajo de sus pies resalta de sobre manera su cara tan delicada y hermosa como una muñeca de porcelana, resulta curioso que aún siendo un vestido simple se vea mejor que el mío; es cuestion de estilo, pero al parecer mi madre no sabe diferenciar de tonos alegres y juveniles de unos tonos opacos y sin vida, para mí desdicha empacó varios vestidos poco agraciados incluyendo el vestido que uso, de un color café oscuro como la madera. El vestido de por si cubre toda mi anatomía desde el cuello hasta  más abajo de mis zapatillas que también son del mismo color del vestido para hacer juego y por último, para acabar con la monstruosidad del vestuario un sombrero que recoge mi cabellera castaña clara. Sí tuviera un espejo delante de mí no dudaría en llorar de la rabia y es sencillamente que el atuendo es horrible; arrugó el ceño, desearía con todas mis fuerzas enfrentar a mi madre y hacer lo que yo quiera, romper algunas reglas de etiqueta y todo lo demás pero es imposible, soy joven y mi madre es la autoridad y será así hasta que me case, que es en poco tiempo. Por un momento cierro los ojos y despejó mi mente, para cuando vuelvo abrirlos descubro que esa a desaparescido.

#1 DivididosWhere stories live. Discover now