La aventura universitaria de Bleu

Capítulo cuatro: Despertares

La claridad que entraba por la ventana me fue despertando lentamente a pesar de mis deseos de seguir durmiendo en la incómoda cama de mi nueva habitación, pero la cama era lo menos importante pues el agotamiento del viaje superaba cualquier cosa.

-¿Estará muerta? -dijo una voz algo conocida.

-¡Bradley! ¡No seas bestia! -Rechistó otra voz que se me hizo más familiar que la anterior.

Abrí los ojos poco a poco pero era imposible, se me volvían a cerrar. Lo intenté cinco veces más hasta que por fin mis ojos se fueron adaptando a estar abiertos. La imagen era borrosa pero pude distinguir en mi campo de visión cuatro cabezas mirándome fijamente. Cuando la imagen se volvía cada vez más clara vi claramente a mis amigos de la residencia sonriendo ampliamente. Me senté en la cama gracias a la ayuda de mis propios codos e intenté tapar mi cuerpo con la rugosa manta. Ya estaba echando de menos dormir en mi propia cama.

-¿Ha que se debe tanto jaleo?

-Pensábamos que estabas muerta.

-Eso lo pensabas tú, listo -le replicó Scarlett a Bradley de mala manera-. No le hagas caso alguno. Solo estábamos preocupados por ti, son casi las cuatro de la tarde. Llevas durmiendo casi doce horas.

-¡Joder!- grité e inmediatamente me llevé la mano a la boca y comencé a reír para disimular mi sorpresa-. Acabáis de violar la intimidad de una dama -Volví a reír-. Un poco más de privacidad.

-Vale, vale ya nos vamos.

Todos desalojaron la habitación excepto mi compañera. Salí de la cama para vestirme con una sudadera y unos pantalones negros tejanos con un corte en cada rodilla. Eran mis favoritos. Escogí unas bambas del mismo color de los pantalones para estar cómoda. No pretendía salir de la residencia durante ese día. Pero antes quise hacer Skype con mi familia ya que en Francia serían casi las diez de la noche así que Scarlett bajó con los demás quedando en que bajaría más tarde. Me conecté y vi que estaba mi hermana Charlotte conectada e inmediatamente le di al botón de video llamada. No tardó en aceptarla y apareció ella en pantalla. La saludé eufóricamente a punto de llorar por verla y los demás no tardaron nada en aparecer en la imagen junto con mi hermana mayor. Los peques se pusieron a gritar mi nombre al verme, seguro que me echaban de menos igual que yo a ellos.

Les expliqué mi llegada y las nuevas amistades que hice nada más llegar. Les hablé sobre mi compañera de habitación y que estuviesen tranquilos que yo estaba bien. Tras ponerme al día de lo ocurrido en mi familia durante mi corta ausencia cortamos la llamada porqué debían irse algunos a dormir.

Guardé el ordenador en su funda y salí de allí cerrando la puerta con llave. Mi intención era llegar hasta mis amigos que me esperarían en la planta baja pero me perdí por los pasillos idénticos de la residencia. Por fin encontré las escaleras que guiaban a la planta baja. Descendí por ellas lo más rápido posible pero algo se interpuso en mi camino haciendo que cayera de culo contra uno de los escalones.

-¡Au!- rechisté poniéndome en pie con la ayuda de la barandilla.

-¿Estás bien?

Una mano se puso en mi hombro y recorrí con mi mirada el brazo hasta que me llevó a la cara de la persona con quien había chocado. Esa persona fue William. En seguida dibujé una sonrisa en mi rostro y me aparté el pelo dejándolo caer por mi espalda.

-Sí, no ha pasado nada.

-¿Segura? Te has llevado un buen golpe.

-Segurísima.

-Entonces me alegro de que no sea nada. Creo que deberías decirme tu nombre. Nos hemos encontrado varias veces- soltó una pequeña y corta carcajada.

-Bleu. Mi nombre es Bleu Neville.

-No eres de aquí, ¿verdad?

-No, soy francesa -no podía abandonar la sonrisa que llevaba puesta en la cara.

-¿De verdad? He vivido mucho tiempo en España cerca de Francia. ¿De qué ciudad concretamente?

-De Lyon. ¿Y tú?

-Entre Girona y Barcelona, ¿sabes dónde está?

-Sí claro. A Barcelona fui una vez.

-¿Te apetece tomar algo mientras hablamos?

-Hm... Me encantaría, pero me están esperando pero podemos quedar otro día si quieres.

-Perfecto­

Tras darnos dos besos de despedida seguí mi camino por las escaleras y al llegar al final de ella miré a mí alrededor. Los vi en el exterior sentados en el césped. Corrí hacia ellos y me tiré encima de James. Quería que se abriera más a nosotros o como mínimo a mí pues quedaba a la vista que no se encontraba cómodo. Me reí sentándome enfrente de él y así apoyar la cabeza en sus piernas. Desde ese punto de vista logré ver cómo me regalaba una sonrisa tímida.

-Uy James... -comentó Alec con una carcajada.

-Eso, eso. Estas disfrutando, ¿eh? -fue Bradley (como no) quien le siguió el comentario.

-Vale ya ¿no?

-Eso, dejadle en paz

Todos se rieron después de un "uh" al unísono. Me senté entre Charlie y James y me incliné hacia él para susurrarle en el oído:

-No les hagas caso.

Estuvimos toda la tarde hasta que empezó a oscurecer y a refrescar hablando entre risas y confesiones como si fuésemos adolescentes en la hora del recreo del instituto.

Charlie nos confesó que era homosexual. Había salido del armario dos años atrás, en cuanto se dio cuenta de sus gustos. Sus padres lo aceptaron sin problemas a pesar de que al principio les impactó. Actualmente está saliendo con una chica llamada Rebecca pero todos la llamaban Becca. Ella estaba estudiando en Seattle y de momento la relación a distancia les iba bien.

Brittany no tenía pareja al igual que todos los chicos, aunque a James, o preferiblemente llamado Jem, se lo tuvieron que sonsacar. Yo en cambio no quise insistirle y les conté la misma historia que la noche anterior a Scarlett sobre la fiesta en casa de mis ex compañeros.

Bradley era más bien el típico chico que se liaba con cualquier día. En ese aspecto me recordó a Canon. Me entró un aire de ira al recordarle que hizo que tuviese ganas de llamarle y decirle todo lo que me faltó por decirle en su momento.

A la hora de cenar éramos los únicos en el comedor puesto que era demasiado temprano para cenar pero yo moría de hambre. Esa noche había hamburguesa y patatas fritas. La hamburguesa tenía un gusto a cartón siendo, a más a más, durísima. Para mí que si la tiraba hacia arriba atravesaría todas las plantas y llegaría a exterior de la azotea.

Como no habíamos quedado en nada después de la cena, me quedé hablando con Scarlett en nuestra habitación sobre lo ocurrido en la escalera con William. Me insistió para ir hasta la habitación del profesor para quedar esa misma noche con él. A pesar de mis dudas de si hacerle caso a la alocada idea de mi compañera, me decidí en ir.

Tras arreglarme un poco maquillando la raya inferior de mis verdes ojos y un toque de rímel estaba enfrente de la puerta de la habitación de William llamando a la puerta.

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Aquí tenéis el capítulo cuatro, espero que os guste y disfrutéis leyendo. No dudéis en votar si os ha gustado y comentar vuestra opinión.

¿Qué os parece Jean-Luc Bilodeau como Will? Ha sido protagonista en la pelicula de "16 deseos" junto a Debby Ryan y personaje secundario en "LOL" con Miley Cyrus como protagonista de ésta.

Os dejo una foto del chico en multimedia.

¡Gracias por leerme, besos!

Atte:

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