Te amo, ¿no se nota?

3. Un nuevo amigo

Tal vez fue casualidad, tal vez el destino, pero YeSung y RyeoWook tomaban solfeo juntos. RyeoWook estaba feliz, tomar clases con tu mejor amigo, ¿Qué hay mejor que eso? Entraron al aula 105 y se sentaron juntos hasta el fondo del salón. Había mucha gente que no conocían, chicas muy hermosas que no dejaban de mirarlos, sobre todo a YeSung, lo cual ponía muy enojado a RyeoWook, quién sabe por qué; también había chicos muy atractivos y otros no tanto, algunos también los miraban, más a RyeoWook, lo cual le hacía sentir incómodo. Todos estaban en pequeños grupos, sólo ellos dos estaban prácticamente solos y asustados, pero YeSung parecía estarse tomando todo con calma, así que, si YeSung estaba calmado, RyeoWook también lo estaba, se sentía seguro con él, protegido, feliz. Empezó a perderse en sus pensamientos mientras contemplaba a YeSung, ¿por qué se sentía de esa manera? Nunca se había sentido así con nadie, no sabía qué le pasaba, pero sabía que no era algo normal.

Mientras pensaba, la puerta se abrió y una hermosa mujer entró al aula: era alta, de cabello castaño claro recogido en una coleta perfecta, usaba gafas, vestía una blusa blanca de manga larga y una falda entubada hasta las rodillas color café claro, con unos tacones del mismo color; era su maestra de solfeo, Go SeolHee.

La señorita Go caminó calmadamente hasta su escritorio situado en la esquina izquierda del aula, dejó sus cosas encima y tomó el borrador del pizarrón, para después golpearlo contra el pizarrón provocando un fuerte ruido que hizo que todos se callaran y sentaran.

Acabado el escándalo, la señorita Go se presentó y luego se presentaron los demás, desde la primera fila hasta la esquina derecha de la última fila, donde estaban YeSung y RyeoWook.

-Me llamo Kim JongWoon, pero prefiero que me llamen YeSung, cumplí 19 años hace poco, me gustan las tortugas, la música y los extraterrestres.

-Me llamo Kim RyeoWook, tengo casi 19 años, me gustan las jirafas y amo cantar y tocar el piano.

Acabadas las presentaciones, la señorita Go comenzó con su clase. Fue una lección muy sencilla, o al menos así lo sintió RyeoWook: la señorita Go explicaba muy bien, era clara y concisa,  no se andaba con rodeos y era entendible. A RyeoWook le gustaba el solfeo, era una de sus materias favoritas, tal vez, porque tenía una de las mejores voces de Corea.

Exactamente a las 8:45 el timbre anunció el cambio de clases, así que RyeoWook y YeSung tomaron sus cosas y se dirigieron a su siguiente clase, caminaron un rato juntos cuando de repente YeSung dijo:

-Bueno Wookie, creo que aquí nos separamos, si no estoy mal, tú tienes dictado musical a las 9:00 ¿no?

-Sí, ¿tu qué materia tienes?

-Teoría musical.

-Oh, bueno, entonces creo que te veré después hyung, suerte en teoría.

-Sí, gracias Wookie, suerte en dictado.

Se despidieron y se fueron por lados distintos, RyeoWook comenzó a sentirse nervioso, las únicas personas que conocía eran YeSung y el HanChul, y no estaba seguro si le tocaría con alguno de ellos, lo único que hizo fue respirar hondo y dirigirse al aula 112.

Se sentó en el primer lugar que vió disponible, pues había muy poca gente sentada, se dirigió hacia el centro del salón y se sentó en una silla vacía que tenía un lugar al lado. No se molestó en apartar el lugar para algún conocido, pues era poco probable que HanGeng o HeeChul entraran por esa puerta.

Se distrajo en sus pensamientos cuando un chico, casi tan asustado como él, entro en el aula. Era muy lindo: Cabello castaño oscuro con un fleco adorable, una mirada nerviosa, debía estar asustado, piel blanca, delgado, alto, ojos cafés, mejillas grandes, estaba vestido con una camisa blanca de manga corta, unos jeans azules y converse blancos; era lindo, y se veía solo y asustado. RyeoWook tomó valor y se acercó a él con el propósito de entablar amistad y no sentirse tan solo, además, parecía agradable y, francamente, RyeoWook no tenía intención de dejar que cualquiera, ni siquiera una de las lindas chicas del aula, se sentara junto a él, así que se levantó y se dirigió al chico.

-Hola- dijo RyeoWook tímidamente dirigiéndose al chico.

El chico lo miró de pies a cabeza, y le devolvió el saludo.

-Hola, disculpa, estoy perdido ¿ésta es el aula 112 de teoría musical?

-Sí- respondió RyeoWook enérgicamente con una sonrisa- me llamo Kim RyeoWook, ¿cómo te llamas?

-Lee SungMin, mucho gusto RyeoWook-ssi- dijo el chico con una pequeña reverencia.

-Hay un lugar vacío junto a mí, y sinceramente no conozco a nadie, ¿te gustaría sentarte junto a mí SungMin-ssi?

-Claro, yo tampoco conozco a nadie, y pareces muy agradable, encantado me sentaré contigo.

Así RyeoWook hizo su primer amigo. Nunca imaginó que SungMin sería tan increíble. Eran muy parecidos, SungMin era tierno y divertido, también era algo tímido, sobre todo con las chicas, lo cual a RyeoWook le hacía gracia. Pasaban muho tiempo juntos, pues compartían la mayoría de las clases. Pero su mejor amigo, seguía siendo YeSung, eso nunca cambiaría, se conocían desde niños y siempre se habían llevado bien, a pesar de que ahora RyeoWook pasaba más tiempo con SungMin y YeSung con un tal DongHae, que parecía ser nuevo también. A pesar de todo, seguían siendo mejores amigos, almorzaban juntos casi todos los días, su relación fue siempre buena, y así voló todo un año escolar. Cuando menos lo esperaba, RyeoWook estaba de vacaciones de verano de nuevo. Pero lo que mas raro le parecía, es que ahora, veía diferente a YeSung; SungMin estaba al tanto de todo, sabía lo que RyeoWook sentía por YeSung, era algo bastante obvio, de hecho, lo supo antes de que el propio RyeoWook se diera cuenta, SungMin era muy intuitivo, y RyeoWook, bastante indiscreto y obvio repecto a sus sentimientos.