Forbidden Passion

|CAPÍTULO DIEZ|BONUS PINECEST|

«Dipper»

En toda la tarde, Mabel no me dirigió la palabra. Ni yo con ella.

Ella se encuentra en su habitación, en lo que yo, estoy en el sofá reflexionando.

Tal vez no debí mentirle, pero conociéndola, no dejaría que fuera con Dylan por sus celos.

Suspiré frustrado ¿Que hago ahora?

Me pare dispuesto a hablar con mi hermana. Las cosas no podían seguir así entre nosotros... quiero decir ¡Vamos! Son solo celos.

Toque su puerta dos veces y obviamente no hubo respuesta.

—Mabel no puedes evadirme todo el día.

—No lo sé, tal vez pueda, tal vez no ¿Por qué mejor no se lo preguntas a tus "amigos"?

—Si te decía que era Dylan no me hubieras dejado ir.

—... E-Eso no es cierto.

—Sí, sí lo es...

Silencio. No escuche respuesta de ella. Pegue mi cabeza en la puerta y suspire cerrando los ojos.

No iba a perdonarme, no me abrirá la puerta, realmente debe odiar...

—Woooooohhhh... —grito cayéndome al piso ya que mi hermana había abierto la puerta.

Escuche como rio sigilosamente pero luego se puso seria con los brazos cruzados.

Me gire y la mire, sentía que me iba a salir un chinchón en la frente ya que me había caído de cara al suelo.

—Te doy diez minutos para que me expliques todo.

Sobé mi frente donde me había golpeado.

—Bien... —entré a su habitación y me senté en su cama.

Ella se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

—Mabel... Lo que viste, no era lo que piensas. Me refiero... Dylan me habló.

Creo que nombrarla no fue una buena idea, pero era necesario.

Suspiré.

—Ella... Dylan y Juliette pelearon. Y necesitaba a alguien con quien hablar...

Ella interrumpió.

—¿Y específicamente tenía que llamarte a ti?

Me encogí de hombros.

—Bueno... tal vez sea por la confianza.

—O porque tal vez le importas, Dipper.

Me tensé.

Eso era imposible...

Yo no le gustaba. Quiero decir... me ignoro cuando la iba a besar.

—Créeme, no le importo en lo absoluto como algo más —aclaré.

—¿Cómo estas tan seguro? Cuando me reuní con ella me dijo que quería ir lento mas no dijo nada acerca que no le gustabas.

Suspire.

Claro, podría ser eso también pero... en este momento lo que me importaba era que mi hermana me perdone.

—Bueno, eso no es el punto Mabel. —Ella viró los ojos —Ella quería desahogarse con alguien. Así que fui con ella a ese café.

—¿Y era necesario el mentir que saldrías con tus amigos?

Hice una línea con mis labios.

—Lo era, si te decía que saldría con Dylan, te enfadarías.