|CAPÍTULO CATORCE|

1.1K 95 87
                                    

«Dylan»

Suspiré frustrada, estaba nerviosa, Bill no era estúpido, y tal vez les haga algo a mi hermana o a los Pines por haber hecho aquel engaño.

—Mierda—murmuré tallando mis ojos con ambas manos.

El cuarto quedó en silencio algunos segundos, después de que escuchara voces abajo.

Fruncí el ceño, abrí la puerta y baje las escaleras, tratando de no hacer ruido para escuchar lo que las voces decían.

¿Qué es Dylan para ti?

¿Dylan?—escuché la risa de Bill—. Dylan solo es otra zorra a la que me desvirgué.

Al escuchar eso, un nudo se formó en mi garganta.

Algo se rompió dentro de mí.

—¿En serio? —pregunté saliendo de mi escondite.

Bill instantáneamente volteo a verme. Su rostro reflejaba pánico.

Estoy segura que es porque su vil mentira se descubrió.

—D-Dylan —dijo atónito—. L-Linda que haces...

—No trates de arreglar las cosas, Bill. No seas cliché —dije más molesta que triste.

—Dylan, no es...

—¿Lo que parece? Ya ¿Tan ingenua me crees? ¡Te acabo de oír! ¡Solo fui un juego para ti! ¿En serio crees que soy una zorra?

Bill tragó saliva. Miré a mi hermana la cual miraba a Bill con desprecio y luego a Will que me miraba con preocupación.

—En serio... todo lo que me dijiste... ¿No era en serio? —mi ira se fue reemplazando por dolor. Poco a poco empecé a sentir las condenadas lágrimas.

El dolor aumentaba cada vez más haciéndome ver débil y ridícula.

—Dylan sabes que no...

—De hecho, creo que no debería sorprenderme ¿Que podía esperar de un demonio embustero como tú? —pregunté irónica—. ¿Qué me llegaras a amar... —suspiré. —...como yo lo hago contigo?

Sí, lo dije. A la mierda la dignidad.

—Dylan...

—Cállate. No quiero escucharte. —lo interrumpí—. ¡No quiero volver a verte, no quiero, no quiero!

Apreté mis puños con ira, dejando caer las lágrimas de mis ojos.

Limpie las lágrimas con la palma de mi mano.

—Tú... Dylan... —escuche el susurro de mi hermana—. Tú estabas... enamorada de...

—¡No me hagas volver a decirlo! —grité avergonzadísima.

Juliette me miró un buen rato y luego negó con la cabeza.

Alzo la mirada y me vio con sus ahora oscurecidos ojos.

Las palabras que me dijo hicieron que mi mundo se caiga al piso.

—Te lo dije ¡Te lo advertí Dylan! ¡Pero tú, niñita engreída y caprichosa, nunca me haces caso!

—Juliette tranquila —dijo Will tratando de calmarla.

—¡No Will! ¡Ella no se merece esto! ¡Tú no la mereces! —miró a Bill quien tenía una mirada triste—. ¡Lograste lo que querías ya puedes largarte e irte a la mierda con la virginidad de mi hermana!

Forbidden PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora