Capítulo 5

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"Te estaré esperando"


Tan pronto como mi cuerpo sintió la suavidad de las sábanas y la comodidad del colchón, toda yo fui un mar de lágrimas.

Había cogido un taxi de seguridad dentro del aeropuerto y le pedí que me llevara al hotel más cercano, con buena recepción y con costo razonable. Tampoco es que mi primera opción fuera un motel barato para putas, tenía que andarme con cuidado en un país totalmente desconocido para mí.

A pesar de que era de noche, el viento que soplaba era muy cálido y abrumador, pero en cuanto me dieron la llave de mi habitación, me saqué el abrigo que había llevado puesto todo el día.

Qué tontería, el pensar que mi vida podía ser como la de las películas de romance modernas.

Qué tontería, el pensar que él me esperaría con los brazos abiertos a mi llegada.

Qué tontería, el pensar que celebraría conmigo el que estuviera con él.

Qué tontería, el pensar que esto podía ser mágico.

Qué tontería... Esta es la vida real.

Toda la noche mi celular estuvo sonando, pero dejé de escucharlo cuando caí rendida en un sueño profundo a la tercera llamada. De ahí, no recuerdo nada más.

Al día siguiente, me desperté alrededor de las diez de la mañana. La recepcionista había dicho la noche anterior que tenía acceso al comedor, a la piscina, al jardín de golf y a la habitación entera hasta las cinco de la tarde, pero no pensaba ni ir a la piscina ni al golf, más que por un rico desayuno después de una ducha refrescante.

Cuando hube terminado de vestirme, mi celular volvió a sonar. Era Oliver.

Rendida, por fin contesté.

— Lucy, no pensé que... que me responderías. –su voz sonaba un tanto apagada y desgraciada. ‹‹Oye soquete, ¡la que ha llorado toda la noche aquí soy yo!››.

— No pensé que me llamarías toda la noche. –dije para atropellar su tono culposo.

— Después de ayer, de todo lo que dije... –suspiró– Dios, me siento realmente mal. Por un momento creí que te había pasado algo o...

— No soy tan tonta como crees.

— Sólo dime en dónde estás.

Y aquí iba de nuevo, rendida a sus pies.

Le brindé el nombre del hotel donde me hospedaba y la habitación que ocupaba, él no tardó en identificar la zona y me agradeció el que le haya tomado la llamada diciéndome que estaría aquí tan pronto como le fuese posible.

— Te estaré esperando.

Modern Fairytale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora