Quattuor

4.3K 305 18
                                    

-Estoy de acuerdo.- Pronunció alguien por detrás de ellos.

-¿Estás de acuerdo?- Preguntó Cassandra mientras miraba al chico con expresión de asco.

-Claro, estoy de acuerdo con Zabini.- Respondió fanfarrón el rubio. Se sentó al lado de Blaise y empezó a cenar sin volver a hablar con nadie más.

-No sé que haces aquí, Malfoy. ¿Dónde están tus amigos Crabbe y Goyle?- Dijo Pansy, que como siempre, se entrometía en las conversaciones ajenas.

-Por ahí engordando, como siempre. ¿Qué te pasa últimamente conmigo?- Contestó molesto el chico, esperando a que Pansy le dijera la respuesta.- Ya vas olvidándote de que te suplique. Tengo cientos de chicas detrás y no eres tan especial, ¿sabes?

En ese instante, Parkinson se levantó con los ojos acuosos, propinándole una torta en la cabeza al rubio. El niño gritó y la miró confuso, pero ella ya estaba fuera del comedor.

-Tú eres tonto ¿a que sí?

-Callate de una vez, Kauffman.- Respondió Malfoy fastidiado.

(...)

Ya era sábado y dentro de quince minutos empezaba el partido de Quidditch. Brooke caminaba junto a Cassandra y Alpha, hablando sobre temas banales.

Cuando llegaron a las tribunas, cada una cogió un asiento y esperaron pacientemente a que comenzaran a jugar. A Brooke todo eso no le importaba, ni el Quidditch ni que su primo fuera el buscador del equipo de Slytherin. Solo iba a los partidos a ver a Oliver, para que este no se deprimiera y perdiese. Oliver estaba loco por dos cosas: el Quidditch y Brooke.

Ya era la hora, los componentes del equipo de Slytherin salieron e hicieron su típico saludo presuntuoso. Y los continuaron los leones. Empezaron a jugar mientras Lee Jordan comentaba el partido.

No habían ni pasado diez minutos cuando Brooke ya estaba aburrida, en todo ese tiempo no pasó nada interesante.

-Oye, deberías de mirar más a Wood. El pobre intenta que no le marquen.- Comentó Cassandra.

-Y no lo han hecho, es un buen guardián.- Respondió Brooke echando la espalda para atrás y poniéndose cómoda.

Pero en ese momento, Marcus Flint iba a marcar como nunca lo había hecho, incluso tiró a Angelina Johnson de su escoba. Lanzó la Quaffle con todas sus fuerzas y se oyó una gran ovación de Gryffindor. Resultó que la pelota no pudo entrar en el aro, Oliver Wood la paró con los dos brazos y se la pasó a otro jugador de su equipo.

Todo el mundo aplaudía, menos obviamente los de Slytherin. La única que lo hizo fue Brooke, y nadie se asombró por ello. Una chica de último curso le miró como si ella fuera una sucia rata de alcantarilla, pero eso a la rubia no le importó.

Allí estaba Oliver, con una expresión de alegría en el rostro que, ni Snape restándole puntos se la quitaría. Buscó a Brooke con la mirada y le sonrió de lado. La chica le respondió lanzándole un beso en el aire.

El partido terminó cuando Harry atrapó la Snitch, que tampoco le sorprendió a Brooke. Las gradas se iban desalojando cada vez más, y Brooke se quedó para felicitar a Oliver.

-Has estado increíble.- Elogió la chica al castaño mientras bajaba de las gradas. Oliver seguía en el aire sin despegar su mirada de ella.

Bajó lentamente y la invitó a sentarse en la escoba con él, a lo que vaciló pero finalmente lo hizo. Los dos jóvenes estaban montados en la Nimbus 2000, Brooke estaba montada de forma normal pero Oliver estaba sentado al revés contemplando los claros ojos de la chica que le gustaba.

-Deberías de ponerte bien, te vas a lastimar.- Comentó Brooke acariciando la mejilla de Oliver. Él estaba sonrojado, cerró los ojos y se acercó al rostro de la chica.- Pero que...

Ella se apartó, haciéndole la cobra número mil de Wood. A él ya ni le molestaba, siempre intentaba besarla, pero ella nunca le correspondía.

-Últimamente estás demasiado cariñoso, ¿no crees?- Preguntó tomando la mano del Gryffindor.

-Estoy más preocupado por lo de Sirius Black, es horrible que haya escapado.- Explicó el capitán, a lo que Brooke se sorprendió. Sirius Black era un familiar lejano, el primo de su madre. Pero ella sabía la historia de su tío, sabía que era inocente. ¿Alguien que escapa de la familia Black y empieza a matar? Se supone que lo hizo por eso mismo, para no volver a presenciar el sufrimiento.- Además, estoy feliz porque hayas aceptado acompañarme a la fiesta.

Mientras seguían hablando, con una Brooke incómoda y un Oliver demasiado feliz para caber en sí de gozo, un hombre con cabello enmarañado y bigote despeinado apareció en el campo.

-Buena parada, Oliver.- Afirmó el profesor Lupin.- Aunque me temo que Marcus Flint tuviera intenciones de lastimarte.

Brooke no dijo nada, estaba algo avergonzada de que su profesor de DCAO los estuviera mirando, ahí, los dos muy cerca uno del otro. Se desquitaron de la escoba y poniendo los pies en la mojada hierba del campus, se aproximaron a Lupin.

-Buenos días, profesor Lupin.- Saludó Oliver tendiéndole la mano, que el hombre aceptó.

Remus llevaba su típica túnica andrajosa y la varita en mano. Miró a Brooke y le sonrió.

-Buenos días, chicos.- Devolvió el saludo y con un movimiento de varita, todas las pelotas se metieron en el gran maletín. Todas menos la snitch, que ahora le pertenecía a Harry Potter.

-Nos vemos en Hogsmeade, Brooke.- Se despidió dándole un beso fugaz en la mejilla, mientras comenzaba a andar en dirección al castillo con la escoba en mano.

-Me temo que no no va a ser así, señor Wood.- Comentó con una expresión de disculpa en la cara.

La favorita de Remus Lupin ©Where stories live. Discover now