Quindecim

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El día de San Valentín todos los alumnos estaban muy emocionados, sobretodo las chicas, las cuales no dejaban de encantar sus avioncitos de papel para hacerlos volar y llegar a su respectivo querido. El gran comedor se decoró con corazones incluso en las sopas. Aquel día se dedicaron a hacer una excursión a Hogsmeade, y la pequeña sala de té estaba repleta de parejas.

Brooke y Lupin habían acordado en verse en ese establecimiento. Ya sentados la chica pidió una taza de té y él una de chocolate caliente. Sostenía en las rodillas el regalo envuelto. Aunque habían muchos jóvenes, nadie se fijó en que el profesor de DCAO estaba con una alumna. Brooke llevaba un vestido casual que le llegaba a la mitad del muslo y unas medias. Él, en cambio, una de sus túnicas desgastadas, pero más peinado que de costumbre, le pareció adorable a la chica que lo hiciera para aquella "cita".

-Profesor Lupin. -Lo llamó despertándolo de la ensoñación que tenía el hombre con la taza de chocolate.

-Llámame Lupin. -Dijo la voz de éste.-No, mejor Remus. Hoy puedes llamarme Remus.

-Ehm... Remus. -Estaba muy nerviosa y llamarlo por su nombre le resultaba incluso más extraño, pero pronunciarlo también le causaba un cosquilleo agradable en la lengua, sonaba muy bien. Carraspeó al darse cuenta de que estaba sonriendo. -Toma.-Y rápidamente extendió el presente y se lo entregó. Al ver la cara de sorpresa de éste al desenvolverlo, añadió-Sé que no es mucho pero...

-No-la acalló con una sonrisa y agitando la mano. -Creo que es el mejor regalo que me han dado en mucho tiempo.

Brooke se sonrojó de manera brusca. Lupin levantó la tapa de la caja de música y una lenta melodía de un piano inundó sus oídos.

Callaron durante bastante tiempo, disfrutando de cada nota. Brooke no dejaba de pensar en la situación, el día de los enamorados junto al suyo propio, escuchando una canción que desde ese momento ella bautizó como "su canción". Le extrañaba el comportamiento que adaptaba al lado de ese castaño, el cambio que dio desde principios de curso hasta el presente. Él era el primero que le había gustado en su vida y no sabía del todo bien qué se debía de hacer en cada ocasión.

-Ah, tengo algo para tí. -Del bolsillo de la túnica sacó un pequeño joyero. La muchacha lo abrió y se encontró con una cinta de pulsera con la letra B en medio.

-No es mucho pero...

-No, creo que es el mejor regalo que me han dado en mucho tiempo. -Repitió las mismas palabras y se la colocó en la muñeca, y los dos rieron por el comentario.

Después de pasar casi toda la tarde en la tetería, se fueron a dar un paseo por el pueblo. Cada vez se iba vaciando más de adolescentes, los cuales ya se marcharon al castillo a cenar. Aunque ya estaban en primavera, el frío aún no desaparecía del todo.

-¿Tienes frío? Te prestaría mi chaqueta, pero no llevo.

-No, no hace falta. -Respondió la rubia dejando de abrazarse a sí misma, ya que fue lo que le delató. Maldijo el que Remus no llevara la chaqueta, pues estaría decidida a aceptarla.

Se sentaron en un banco bastante alejado de todos. Al segundo recordó que en ese mismo banco Brooke estuvo contándole a sus amigas el leve amor que sentía por ese hombre meses atrás. Para su asombro, Lupin no se alejó de ella, sino al contrario, se acercó más que nunca. Seguían en silencio, pero la intensa mirada que le dedicaba el profesor a la joven hizo que ésta hablara.

-¿Qué le ocurrió?- Inspeccionó su barbilla con la mano.

-No es nada.- Dijo ofreciéndole una sonrisa ladina y agarrando la mano de Brooke, sin soltarla tomó igualmente la otra.

Se sentía muy confundida y no sabia las intenciones que tenía Lupin. Pero él no dejaba de mirarla a los ojos, como si creyera que hablaba con la mirada. Seguía avergonzada.

-Quería decirle algo, profesor Lupin... -Suspiró.

-Te he dicho que me llames Remus. -La corrigió severo.

Reuniendo el poco valor que le quedaba estando a su lado, pronunció:

-Me gustas, Remus.

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Me gustaría pedirles un favor.
No soy buena haciendo portadas (malísima). Y si a alguien no le molesta ¿podría hacérmela? Porfaa
En la que apareciese Davis Thewlis (obvio) y Hanna Verhees. Y si el fondo fuera el mapa del merodeador mucho mejor. Gracias^^







La favorita de Remus Lupin ©Where stories live. Discover now