8. No pido nada más.

15.1K 2.5K 436
                                    

Harun me pide una hora para prepararse, supuestamente tiene un texto muy largo que escribir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Harun me pide una hora para prepararse, supuestamente tiene un texto muy largo que escribir. Yo le digo que no hay problema. Él se encierra en su cuarto por exactamente una hora y a mí no me queda de otra que quedarme afuera intentando ser paciente. Todo esto me está preocupando pero ya dije que me quedaría y eso haré. Quiero ayudarlo y estar con él, así que si me toma tiempo no importa, creo que Harun lo vale.

Cuando por fin sale de su habitación, él me llama, moviendo su mano para que lo siga. Yo voy detrás de él y por fin entro en su habitación; desde que papá y yo vivimos aquí no había entrado. Está muy ordenada y es como el resto de la casa; simple pero sin combinación. De todas maneras no tengo tiempo para eso cuando él se sienta en medio de la cama y palmea un sitio frente a él. Es algo tonto emocionarme acerca de esto pero aun así sonrío idiotizada y voy a sentarme.

Él me da una media sonrisa y luego alcanza la libreta sobre la mesa de noche, abre la tapa y me enseña lo escrito en ella. Realmente es un gran párrafo. Yo siento y la tomo cruzando mis piernas para comenzar a leer.

«Es difícil para mí escribir esto, no se lo he contado a nadie nunca pero pienso que puedo confiar en ti y espero no equivocarme...

Hace dos años conocí a una chica. Elisa. Ella vino a parar conmigo de una manera muy peculiar, justo como tú. La encontré en la calle, peleando con su novio, él la echó de casa y me sentí tan mal que le pagué un hotel. Pronto empezamos a vernos, ella al igual que tú se sintió agradecida conmigo y pidió mi número de teléfono para encontrar la manera de agradecerme correctamente. Y se lo di porque me sentía solo, porque pasar el rato con una chica inteligente es agradable. Hablaba sin parar y eso me agradaba porque yo soy bueno escuchando y es bueno que las personas siempre tengan algo que decir cuando tú no puedes hablar. El punto es que Elisa llegó a ganarse mi confianza muy rápido. Yo jamás había estado tan atraído a una chica antes; era todo lo que yo desearía y sí, quería hablarle, justo como a ti, quería que ella viera lo mucho que significaba para mí mostrándole la parte de mí que he escondido por años. Y cuando estaba a punto de hacerlo, cuando puse todos mis miedos a un lado y me paré frente a ella dispuesto a usar mi voz para decirle que la amaba, ella se arrepintió. No dejó que dijera una sola palabra porque sabía que era importante y a pesar de todo, ella es una buena persona.

Elisa no había llegado a mí por casualidad, Odette. Mis padres la habían contratado. Contrataron a Elisa para ganarse mi confianza, para hacer que me enamorase de ella y le hablase, para volverme normal de nuevo. Le pagaron una buena suma de dinero a ella y a su novio por fingir una pelea, a ella le pagaron más por inventarse una vida para mí, por acostarse conmigo y sacarme toda la información que pudiera. Yo era un trabajo para ella. Al menos al principio. Ella se dio cuenta de que no era justo y dio marcha atrás antes de que fuera demasiado tarde. Me confesó todo, devolvió el dinero y se marchó. A pesar de que Elisa ni quiera era su nombre real, de que nunca existió, fue la primera mujer a la que amé y dolió como el infierno descubrir que era una farsante, dolió tanto que ahora ya no contesto las cartas de mis padres, ni sus llamadas, ni sus e-mails, ni siquiera les permito venir a mi casa. Sigo recibiendo su dinero y me siento como un hipócrita por ello pero ellos me cerraron al mundo mucho más de lo que ya estaba, no sé si voy a poder perdonarlos algún día, al menos no estoy listo para eso ahora.

No voy a mentirte, realmente consideré que fueras igual a Elisa pero mis padres nunca meterían a Blaze en sus planes, nadie lo haría. Así que lo descarté. Sin embargo, te has ofrecido a ayudarme y por eso te cuento esto. Necesito que prometas que pase lo que pase tú no vas a echarte para atrás como lo hizo ella. Sé que tal vez es mucho pedir pero si haces lo que ella hizo yo no lo voy a soportar.

Si lo puedes prometer, entonces hazlo, sino debes marcharte ahora»

Tomo una gran bocanada de aire al terminar de leer y levanto mis ojos hacia los de Harun. Un chico lastimado. Solo eso puedo ver. Ese chico ha pasado por tantas cosas que ahora es una maldita ostra. Y entiendo completamente su necesidad de una promesa para poder continuar, si yo hubiese pasado por lo que él pasó creo que incluso sería peor. Así que pongo mi mano en su nuca y empujo su cabeza hacia la mía de manera que nuestras frentes están juntas.

—Lo prometo, Harun —susurro cerrando los ojos—. No hay nada que me haga desistir y creo que ambos sabemos que soy muy entusiasta... yo voy a estar aquí y no daré pasos atrás a menos que tú sientas que estoy demasiado cerca.

Lo siento sonreír, yo también sonrío.

Separamos nuestras frentes y nos miramos a los ojos. Es casi una tortura saber que esos ojos no me miran como otra cosa que como amiga, que no voy a poder probar nunca esos labios y que voy a estar pocas veces entre sus labios. Pero ahora estoy tan cerca. Así que lo abrazo, como mucho cuidado poniendo mis manos sobre sus omoplatos y mi frente contra su hombro. Él me abraza de vuelta y no puedo evitar emocionarme.

Cada vez que él me toca, que hace algún sonido con su garganta, cada vez que me mira fijamente o me sonríe siento que soy la chica más afortunada del mundo. Yo salí con chicos antes pero no me hicieron sentir de esa manera. Harun ni siquiera me ha besado y puede hacer que mi cabeza gire con un simple sonido. Él es especial y yo jamás pensé que alguien como él me llegase a gustar pero aquí estoy, haría cualquier cosa por este chico.

—No quiero presionarte pero... me gustaría saber que pasó —susurro con una mirada apenada, porque no quería decirlo pero mi parte insistente e incansable no pudo evitarlo—. No ahora pero tal vez más adelante... cuando estés listo para decírmelo... cuando lo hagas yo sabré que has llegado a confiar lo suficiente en mí.

Él asiente mirando hacia abajo. Pongo mi mano debajo de su barbilla y lo hago levantar su cabeza. Él sonríe divertido y la sacude. Yo me río.

—Harun... —lo llamo, él me mira—. ¿Crees que podrías llegar a enamorarte de nuevo? —interrogo.

Él me mira ladeando la cabeza por unos segundos y luego cierra los ojos y niega.

Mi corazón se rompe.

Luego escribe en su libreta: «Alguien como yo es difícil de amar... no quiero una pareja, no busco una. Solo un amigo que me escuche y me comprenda. Espero que esa seas tú, Odette. No pido nada más»

Yo asiento.

Si él no pide nada más que mi amistad, entonces es eso lo que pienso darle, no voy a arruinar esto para ambos presionando sobre una situación que está destinada a no ser.

Harun | Cavalcanti 1 |Where stories live. Discover now