11. Juntos.

14K 2.4K 414
                                    

―¿Nunca antes habías tenido una mascota? ―interrogo al ver a Harun esconderse detrás del sofá, esperando que Jazz no salte sobre él mientras yo preparo el almuerzo

Harun alza la cabeza un poco y la sacude en negación. Yo sonrío; me lo esperaba, ha estado jugando con el gato desde que lo trajimos, justo como un niño pequeño. Y Jazz lo adora, creo que nunca ha tenido tanta diversión con una sola persona; anda de aquí para allá persiguiendo a Harun quien se esconde de él y menea el ratón de juguete que me obligó a comprar de camino a casa.

Termino nuestros sándwiches y los pongo en la barra, él se acerca cuando se da cuenta de que he terminado y se sienta en frente de mí, tomando el plato que puse frente a él.

―Lávate las manos primero ―apremio levantando una ceja.

Él me mira, baja la cabeza pero hace lo que le digo. Cuando termina él vuelve frente a mí; comemos en silencio, porque aprovecho que tiene su cabeza abajo y se concentra en la comida para mirarlo fijamente. Lo incómodo es que cuando él sube su cabeza me atrapa mientras lo miro como una idiota. Frunce el ceño y se revisa el cabello y la cara, tal vez porque cree que eso era lo que estaba mirando.

―No, tranquilo, no hay nada en tu cara ―murmuro desviando mis ojos―. Solo te estaba mirando.

Él toca levemente mi mano y asiente como si dijera que está bien, a lo que me siento aliviada pero entonces se inclina hacia adelante, apoya su mano sobre el mesón y pone su cara solo a unos centímetros de la mía abriendo mucho sus ojos violetas como si le fuera a hacer una revisión. Me quedo paralizada de repente, no sé qué está pasando, que acaba de suceder o por qué mis manos sudan, mi corazón corre como loco y quiero acortar estos centímetros tan crueles de una vez.

Harun mueve la cabeza, una vez como si dijera que está bien y levanta la mirada, manteniéndola en el techo pero bajando la cabeza.

―¿Qué... qué estás haciendo? ―pregunto con cuidado, tratando de respirar de nuevo.

Él devuelve su trasero a su silla y me mira ladeando la cabeza con curiosidad.

Toma una servilleta, saca un bolígrafo y escribe «¿No era eso lo que querías, ver mis ojos? está bien, no te preocupes. La gente siempre quiere verlos de cerca».

Aquí es cuando me río. Él es tan inocente... yo estaba comiéndomelo con la mirada y él pensó que estaba mirando sus ojos. Bien, me siento un poco mal al respecto.

―Está bien ―le digo sacudiendo mi cabeza―. No necesitas hacer eso... aunque tus ojos son interesantes.

Él sonrió y escribió de nuevo en la servilleta.

«Deberías ver los de mi madre; son aguamarina, rodeados de un aro de color oscuro, muy bonitos»

―Me imagino que debe parecerse un poco a ti ¿No? ―ladeo mi cabeza.

Él escribe «Un poco, sí» él ladea la boca. «No la odio, pero me disgusta un poco lo que hizo y que estuviese de acuerdo con mi padre para hacerlo. Nunca se hablan, pero para hacer algo como eso...»

―Entiendo ―asiento―. ¿Ellos se llevan mal?

Él me mira y rueda los ojos con una sonrisa como si dijera "no tienes idea". Yo me río.

―Algunas personas simplemente no deberían casarse ―murmuro para mí misma―. A veces eso arruina todo.

«Eso no lo saben mis padres, se casaron sin conocerse» ―respondió él en otra servilleta.

―¿En serio? ―frunzo el ceño―. ¿Cómo es eso?

Él aprieta los labios y no me mira. Parece que dudara en escribirlo. Luego resopla y sacude la cabeza mientras comienza a escribir de nuevo.

«Mentí cuando dije que era hija de emigrantes árabes. No quería tener que explicarlo. La verdad es que no sé donde nació o quiénes son sus padres porque no se le permitía hablar de ello. Todo lo que sé es que mi abuelo se llamaba Harun. Mi madre era una esposa comprada»

Me quedo sin habla. Totalmente. No sé que decir ante eso, jamás en mi vida me imaginé toparme con el hijo de una esposa comprada... no sé que esperar a partir de aquí, está claro que con Harun todo es una sorpresa detrás de otra, tendré que acostumbrarme a ello. Pero, mierda, ya entiendo muchas cosas.

―Yo... vaya ―es lo único que alcanzo a decir―. ¿Por qué tu padre compró una esposa? ―pregunto entonces.

Él resopla, se levanta, busca su librete y se pone a escribir por un rato antes de entregármela.

«Mi padre desde adolescente no mostró interés por las mujeres, se rehusaba a salir con chicas y hasta trató de huir con un chico. Mi abuelo no lo permitió. Dijo que si él no quería conseguir una esposa, entonces él mismo la encontraría. Compró a mi madre para mi padre y lo obligó a casarse con ella y a darle nietos»

―Dios mío, eso es horrible ―murmuro llevando una mano a mi mejilla.

Miro a Harun y él se encoje de hombros.

―Ellos ya no están casados ¿no?

Él sacudió la cabeza.

―Debió ser algo traumático enterarte de algo así ―susurro―. O crecer sabiéndolo.

Él desvía la mirada y toma su libreta de mis manos para escribir.

«Está bien. El abuelo está muerto ahora y mis padres están muy lejos el uno del otro. Blaze está lejos de mí y de ti. Y nosotros estamos juntos. Eso es lo que importa»

Sé que no lo quiso decir de esa manera pero ya no hay nada que haga que deje de repetir esa palabra en mi cabeza.

Juntos, juntos, juntos...

Juntos. Él y yo. Sí, estamos juntos. Qué bien suena eso.

Trato de sonreírle sin que se note lo desesperada que estoy.

Luego algo me detiene de pensar en tonterías y recuerdo que Brett y Kyle hablaron de la hermana de Harun. La que está muerta. Él nunca la ha mencionado, aunque ha tenido oportunidad de hacerlo. No quiero tentar a mi suerte pero tal vez quiero saber demasiado. Un día de esto la curiosidad me va a terminar matando.

―Mmm... ¿No tienes más hermanos? ―pregunto como quien no quiere la cosa.

Él levanta la cabeza de repente y frunce el ceño, luego parece que su rostro se contrae y sacude la cabeza en negación, devolviendo la mirada hacia su plato. Me muerdo el labio mientras me pregunto por qué tendré que ser tan tonta como para preguntar cosas que sé que me van a meter en el hoyo.

―¿Ya terminaste? ―evado el tema entonces tomando su plato lleno de migajas para llevarlo hacia el fregadero.

Jazz está sobre el mesón cerca del fregadero rondando por ahí. Así que Harun va inmediatamente detrás de él y lo toma en brazos. En vez de irse se pone de espaldas y se apoya contra el mesón mientras acaricia a Jazz hasta que yo termino de lavar los platos. Lo miro cruzada de brazos una vez que seco todo. Él me sonríe y pone a Jazz la altura de su cara para que los mire a ambos, como si hubiese algún parecido entre ellos. Bueno, de hecho lo hay, ambos derrochan ternura.

―Eres un chico muy tierno ¿Te habían dicho eso? ―pregunto.

Él ríe y sus mejillas se sonrojan, luego sacude la cabeza.

―Estoy segura de que si más gente te conociera...

Él levanta una de sus manos y la sostiene allí, evitando que continúe. Luego sacude la cabeza y se encoje de hombros.

―¿Eso qué significa? ―pregunto.

Harun procede a sacar su celular de su bolsillo para enviarme un mensaje.

Este dice «No importa eso. Te conocí a ti, es todo lo que necesito», palabras que definitivamente me dejan sin aliento.

Este chico... está acabando conmigo. Para cuando muera ya no habrá parte de mí sobre la que él no tenga control.

Harun | Cavalcanti 1 |Where stories live. Discover now