Paseo

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Salí de la cama silenciosamente para no despertar a Anne.
Me di cuenta de que Sting no estaba y Lector acaparaba toda la cama durmiendo boca abajo.

Bajé las escaleras y pude ver por uno de los grandes ventanales del salón a un rubio de pié en mitad del jardín.
Fui a la cocina donde se encontraba Lumina.

- Buenas días señorita Lucy - me dedicó una gran sonrisa.

- Buenos días Lumina - me acerqué más a ella.

- Acabo de hacer café, ¿Le gusta, no?

- Sí, me encanta - me vendrá bien tomar un poco, anoche dormí fatal.

- ¿Siguen todos dormidos? - me preguntó la sirvienta mientras me daba la taza.

- Solo duermen Anne y Lector - me senté en una silla.

- ¿Entonces podrías llevarle este café al señorito Sting, por favor? - me ofreció la otra taza.

- Por supuesto, ahora vuelvo - me levanté y salí de la cocina.

Crucé el salón y abrí una gran puerta extraña de cristal para salir al jardín donde le vi.
De repente se giró y se quedó mirandome.

No aguanto que me mire de esa manera. Una mirada seria que me confundía bastante, la verdad esque nunca logro averiguar sus pensamientos y estados de ánimo.

- ¿Qué pasa rubia? - odio que me llamen así, pero viniendo de el suena bastante bien.

- Venía a traerte esto - extendi el brazo para darle el café.

- Ah gracias - me disponía a dar media vuelta y volver a la cocina pero me interrumpió - ¿Como has dormido esta noche?

- Pues bien, no sé... lo normal - no entendía por qué me preguntaba eso.

- ¿Segura? Te vi despertarte varias veces - tomó un poco de café.

- Si bueno, estaba preocupada por lo que pasó. Y ¿cómo que me viste? - me siento acosada.

- No te motives, no me importa lo más mínimo lo que hagas, es solo que apenas suelo dormir y dio la casualidad de que te vi - se sentó en una hamaca que había.

Odio que sea tan directo y bruto, ¿será así con todo el mundo o qué?

No sabía que responder a eso a sí que desvié el tema.

- Oye había pensado en salir los 4 a dar una vuelta luego - la verdad esque no lo había pensado, pero fue lo único que se me ocurrió decirle en ese momento.

- Está bien, necesito un poco de vida social - se tumbó y cerró los ojos.

No sabía que hacer así que me fui. A veces me sienta un poco mal que sea tan borde conmigo.

Pasamos la tarde haciendo el tonto en la habitación Anne, Lector y yo. Ya eran las siete a sí que decidimos ir a tomar un helado.

Fuimos todos a una heladería que había cerca de un parque del pueblo, Sting también nos acompañó.

- ¿De qué lo queréis? - les dije sonriendo a los dos pequeños.

- ¡Yo de nata! - Anne lo dijo muy decidida.

- Pues yo... de chocolate - Lector llevaba un rato pensando cuál elegir.

- Está bien, yo también pediré otro.

Nos sentamos en una mesa a comer cuando nos dimos cuenta de que Sting no estaba con nosotros.
Lo busqué con la mirada por la pequeña heladería y lo encontré, estaba apoyado en la barra hablando con una chica bastante guapa.

Veo que no pierde el tiempo.

La chica estaba ruborizada y Sting no paraba de decirle cosas al oído mientras que ella cada vez se acercaba más a él.
A quién voy a engañar, no sé porqué pero me molestaba que fuera tan mujeriego.

La chica sacó su teléfono y supongo que apuntó el número de él.
Al rato volvió a la mesa y se sentó como si nada.

- ¿Vamos a dar una vuelta o qué? - preguntó Sting.

- ¡Si! - Anne estaba entusiasmada y también con la cara llena de helado.

Lector no tenía tiempo ni para hablar, estaba taaaan concentrado comiendo.

Terminamos los helados y fuimos al parque que había al lado. Nos sentamos en un banco que había cerca de la fuente. Nos lo estábamos pasando genial viendo a Anne y a Lector tan felices.

No estuvimos mucho tiempo ya que estaba anocheciendo, a sí que regresamos a casa.

Al llegar me duché me puse un pijama y me dirigí al salón para cenar.
Lumina nos sirvió la comida y todos nos sentamos en la mesa.

- ¡Hoy me lo he pasado muy bien! ¿Que vamos a hacer mañana? - Anne no paraba de sonreír.

- ¿Qué queréis hacer vosotros? - les dije a los pequeños.

- ¡Ir a la playa! - Lector hizo esta propuesta y le dirigí la mirada a Sting para saber su opinión.

- Está bien, pero no os acostumbreis tanto a salir - dijo el Dragon Slayer.

No sé como puede ser tan serio, pero a la vez eso lo hace bastante... atractivo.

Terminamos de cenar y fuimos al cuarto para dormir. Sting dormiría hoy en su habitación, creo que así mejor.

En busca de inspiración [Stinglu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora