Conexión

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Estaba en la enfermería sentada en una pequeña silla al lado de la camilla de Sting, cuando entró un médico, no era mago pero sabía lo que hacía.

Sting estaba enchufado a todo tipo de cables.

Me levanté y me sequé con el puño un par de lágrimas que con anterioridad había derramado.

- ¿Es usted familiar? — preguntó el doctor.

- Soy su novia, me llamo Lucy — intenté parecer fuerte.

- Bien Lucy tengo algo que explicarle — se sentó en un sillón del salón y yo me puse a su lado — el paciente ha entrado en coma, es mi deber advertirle de que no sabemos cuando despertará... ni si quiera sé con certeza si lo hará.

En parte quería que este hombre se fuera y dejara de hablar, no podía creer que esto estuviera pasando. Y todo por mi culpa, de nuevo.
Si Sting no hubiera estado tan pendiente a mi... ¿en qué estaría pensando?
Pudo haber evitado el golpe si se hubiera centrado en el enemigo.

- Pero eso no es todo, necesito su aprobación — continuó.

- ¿Mi aprobación? — le miré como si me estuviera hablando en otro idioma.

- Sí, verás... en estos casos es muy complicado que el paciente despierte y como sabrás cuesta bastante mantenerlo con vida, las máquinas son necesarias y — le interrumpí.

- ¿Me estás preguntando si quiero matar a Sting? — ya no pude contenerme más, en parte estaba enfadada.

- No lo digas de esa forma... — el médico estaba incómodo.

- ¡¿Vienes a preguntarme si quiero desconectarlo de esas malditas máquinas?! — grité y seguidamente dejé caer todas las lagrimas retenidas hasta ese instante. Era mi momento de ser egoista, necesito a Sting aquí... tenía que mantenerlo con vida aunque solo fuera de esa forma.

El médico me miró culpable, entiendo que sea parte de su trabajo dar estas noticias, pero en ese momento yo no podía dejar de alterarme.

- Bueno, podría costear el mantenimiento por un tiempo si lo desea...

¿Costear el mantenimiento? Eso no suena barato.

Salí sin dar ninguna respuesta y para mi sorpresa en la puerta de la habitación había una mujer con un rostro que se me hacía familiar.

Aún así no le presté atención y me dirigí afuera lo más rápido posible.

No podía dejar de llorar, era imposible imaginarme la vida sin él.
Todavía no se ha ido y ya lo echo de menos.

Me senté fuera del centro para despejarme.
Sentí un roce en mi hombro, era una patita de Lector.
Giré mi cara para verle y estaba envuelto en lágrimas, lo único que pude hacer era abrazarlo.

Le conté todo lo que me dijo el médico, él tenía derecho a saberlo.

- ¿Y cuanto habría que pagar...? — dijo Lector entre sollozos.

- Bastante, pequeñín... — lo cogí y lo puse en mi regazo.

De pronto la señora que vi en la entrada de la habitación se puso al frente nuestra.
Me miró con preocupación y empatía y comenzó a hablar.

- Hola, me llamo Melody — me sonrió —  no sé si me recuerdas, pero ese chico rubio fue el que me salvó la vida... y por lo visto a otro muchacho también — dijo mostrando su herida en la pierna, todavía le costaba andar.

Ya decía yo que me sonaba de algo.

- Se lo debo todo a él... y quería ayudaros con el mantenimiento.

No pude evitar llorar más sin parar, Sting le salvó la vida y ahora ella de alguna manera le devuelve el favor.
A partir de ahora voy a hacer bastantes misiones para ir aportando yo también dinero.

Espero que todo salga bien.

Ha pasado ya un mes desde lo ocurrido, Sting no reacciona.
Será cuestión de tiempo supongo o eso espero.

De los nervios no paro de comer y noto que estoy engordando, a sí que he decidido empezar a hacer deporte con Lector a sí se despeja un poco.
Lo está pasando realmente mal y ahora más que nunca estamos muy unidos.

Vamos todos los días a ver a Sting... o lo que parece ser él.
Cuando estoy a solas en su habitación le cuento todo lo que hago durante el día, tengo la esperanza de que me escucha y aunque no lo hiciera me gusta hacerme a la idea de que mantengo una conversación con él.

También le recuerdo lo mucho que le quiero, cuanto echo de menos sus tonterías y a veces hasta me enfado y le grito que no tarde más en regresar.

Sigue estando tan guapo como siempre, pero echo de menos ver sus ojos azules y su sonrisa.



**
La verdad que no sé si realmente alguien sigue la historia, pero solo quería decir que este es el final y espero que os haya gustado. Es un final un poco abierto pero en fin, no se me ocurría otra cosa a si que aguantarosnaaaaah que es broma, obviamente este no es el final.
Este capítulo ha sido corto porque en la trama que empieza ahora la tengo que poner en otro cap y blabla mis cosas tontas.
Un bezzzito en el hombrito para uztedezzz.

En busca de inspiración [Stinglu]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz