La casa del Zodiaco

9: Feliz cumpleaños Cáncer

Narra Escorpio:

Es sábado en la mañana, el cumpleaños de Cáncer.

La alarma suena exactamente a las nueve, sé que es temprano, pero quiero ser el primero en decirle feliz cumpleaños al cangrejito.

Recojo una camisa y unos jeans del suelo y los huelo.

—Todavía aguanta una puesta más— me encojo de hombros y tomo una toalla de mi escritorio.

No puedo estar más feliz, pues tendré una cita con Cáncer hoy y quizá haga un movimiento.

Dado a que es sábado todos se levantan tarde así que no hay fila para el baño.

El día no puede ser mejor.

Tomo una rápida ducha y salgo de ahí directo a las escaleras.
La casa está tan silenciosa que da miedo.

—¿Scorpio?

¡La puta madre!

Giro rápidamente escudandome con los brazos y me encuentro con Libra frente a las escaleras sosteniendo un vaso con agua.

—Libra—suspiro aliviado y miro severo a la castaña— ¿Porqué asustas así a la gente?

—¿Asustarte?—ella entre cierra los ojos y me mira acusatoriamente— ¿Qué estás haciendo?

—Voy a decirle algo a Cáncer porque es su cumpl-

Mierda, yo y mi gran boca.

—¿Hoy es su cumpleaños?—ella sonríe y aplaude emocionada—. ¡Debemos hacerle una fiesta!

—¡Si! ¡una fiesta sorpresa!—digo copiando sus movimientos e incluso su voz chillona—. Yo me lo llevo todo el día mientras ustedes preparan todo.

—Cuenta conmigo, ¡haré una enorme fiesta!—ella alza el pulgar.

—Quedas a cargo, eres la elegida, ahora iré por el cangr...Cáncer, iré por Cáncer—aclaro mi garganta y señalo la segunda planta con el pulgar.

Termino de subir las escaleras y toco la puerta de la habitación de Cáncer.

Sonrió nervioso, pero esa sonrisa se esfuma en cuando Sagitario abre la puerta.

—¿Qué haces aquí?—digo sin ocultar lo molesto que me pone ver su estúpida cara.

—Yo vivo aquí, está es mi habitación—él me mira confundido—. ¿Qué haces TÚ aquí?

—Oh cierto lo olvidé—digo desinteresado—. ¿Dónde esta Cáncer?

—Lárgate, estaba soñando con osit-

Meto la mano en el bolsillo trasero de mi pantalón.

—Te doy diez dólares si te largas de la habitación ahora mismo—le muestro un billete enrrollado en mis dedos.

—Hecho—dice sin pensarlo dos veces y toma rápidamente el billete para después esfumarse.

Entro a la habitación y encuentro a un Cáncer dormido. Está roncando y tiene un charco de saliva en la almohada.

Se ve gracioso.

Saco mi celular y le tomo unas cuantas fotos.

Después de mirarlo por unos cinco segundos más, cubro su nariz con mis dedos. El aire comienza a faltarle lo que hace que se despierte al instante.

Él voltea a todos lados mientras limpia la saliva y me ve desorientado, como si aún estuviera soñando.

—¿Qué haces aquí? ¿Dónde esta Sagitario?