❝ Pasé mis brazos por sus hombros hasta juntar mis manos detrás de su cuello, acercándome más a él. Sus manos se pasaron por mi cintura y quedaron posadas ahí. Levanté mi cabeza y lo miré a los ojos ―. Me vuelves loca ― las palabras salieron de mi b...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
― ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ― pregunté tratando de ver a mi alrededor. Me encontraba en un cuarto oscuro, no podía ver nada además de el color aterrorizante y frío de la oscuridad. Estaba paralizada por el miedo. Estaba en... una especie de cuarto repleto de sombras tenebrosas.
De repente, todo se aclaró y tuve que parpadear repetidas veces para poder ver bien. Sorprendentemente, me encontraba en mi antigua casa. Ese lugar que solía llamar mi 'hogar', donde yo vivía. Las paredes, que antes eran color marfil, tenían algunas manchas color rojo y algunas huellas me manos, deduje que era sangre, y lucía fresca. Lo cual me repugnó y, por un momento, sentí nauseas. En el suelo había jarrones rotos, más bien, destrozados, entre otras cosas. Además, había agua en el suelo, como si alguien hubiera dejado la llave del lavabo prendida. Las cosas que solían estar en buen estado, estaban todas rotas.
El silencio fue interrumpido por una voz femenina que se me hacía sumamente familiar: ― Asegurate de obtener la mordida de el Alfa de Beacon Hills, pues tu resultado no será común. Serás algo, pero no una mujer lobo, tu no serás una cambia forma, sino que podrás de disponer de tu poder cuando quieras. Pero, cómo los lobos, tu poder aumentará de una manera magnífica cuando el cielo muestre la luna llena. Las criaturas como nosotras son criaturas extraordinarias y respetadas ya que tendemos a ser sumamente poderosas, hija.
<< Hemos estado aliadas a los hombres lobo desde hace siglos, realizando hechizos y restaurando la paz entre las especies. Lamentablemente no puedo ayudarte con respecto a entrenar. Así que luego de tener la mordida, busca a Derek Hale, quien está en deuda con nuestra familia. Deberán ayudarse mutuamente para que las cosas funcionen. No me queda mucho tiempo, solo recuerda, consigue la mordida y tendrás tus poderes ― habló de manera apresurada ―. Busca a Deaton, Lena. Y recuerda que te amo.
―¿Acaso me dijiste hija?―susurré con voz temblorosa mientras todo se volvía oscuro nuevamente. Ni siquiera sabía si era real o no.
♥
Por la cancha, chicos con uniforme de lacrosse corrían. Su cuerpo ya está a rodeado por una fina capa de sudor, pues ya llevaban media hora haciendo ejercicio bajo la brillante y calurosa luz del sol.
― Oigan, ¿qué diablos hacemos aquí? ― me quejé acomodando mi cabello detrás de mi oreja. Ambas se giraron hacia mí con una sonrisa y yo rodé los ojos ante su alegría, estábamos en la preparatoria y era Miércoles, ¿que tenía de alegre eso? Agradezcan que no es Lunes, pues esos días son los peores para mí y todos, supongo.
― Iremos a la práctica de Lacrosse y esperaremos a Scott y Stiles para luego juntarnos con ellos, y ya sabes, ponernos en corriente con todo, porque Scott está muy raro ― habló Tina mientras avanzaba y nos arrastraba a Bella y a mí hacia las gradas.
Durante la práctica, no presté ni un poco de atención, ya que no me interesaba. Estuve todo el tiempo jugando con los brazaletes en mi muñeca mientras en entrenador gritaba y los jugadores se movían de un lado al otro.
Solo cuando oí que todos hablaban preocupados levanté mi mirada para ver que era lo que todos veían y me encontré con Jackson tirado en el suelo, lastimado y todos con muecas de dolor en su cara. Ambas, Bella y Tina, se levantaron y corrieron hacia él, pero yo no sabía que hacer. ¿Se suponía que Jackson era mi amigo? Scott salió corriendo de el campo de lacrosse, ¿por qué diablos se fue? Stiles corrió detrás de su amigo alarmado.
Comencé a mirar alrededor y a mi derecha me encontré a un hombre de uno veinte años, por ahí. Era Derek Hale. Cuando se dio cuenta de que yo lo observaba, giró su cabeza y me miró. La confusión se apoderó de su expresión. Pero yo no tenía tiempo para eso, por lo que tomé mis cosas y corrí en busca de Scott y Stiles.
Al llegar a los vestuarios de hombres, empujé la gran puerta azul y me encontré con Scott y Stiles. Stiles estaba asustado y corriendo hacia la puerta y Scott estaba saltando hacia un banco desde el techo. Sus ojos brillaban de un color amarillo y tenía garras y colmillos. Lanzé un grito cuando se intentó acercar a mí, pero Stiles apareció tomando el extintor de fuego e hizo que de él salga un humo blanco. Lo apuntó a Scott, quien dejó de intentar matarnos.
Tomé el brazo de Stiles y lo empujé fuera de los vestidores. Ahí entendí, Scott se había convertido en hombre lobo e intentó matarnos. Mi respiración estaba pesada ―. Por Dios, eso estuvo tan cerca.
― Stiles ― susurró Scott y Stiles y yo asomamos la cabeza hacia adentro. Entramos y yo tomé asiento junto a Scott, en un banco. Se giró hacia mí ―. ¿Qué pasó?
Apoyé mi mano sobre su espalda y contesté: ― Intentaste matarnos, Scott― él me miró asustado y luego confundido ― Tranquilo, no tienes que explicarme nada, ya sé lo suficiente, o al menos eso creo.
Stiles se acercó a Scott y habló: ― Es la ira, Scott. Tu pulso aumenta, es un factor desencadenante.
― Pero eso es Lacrosse. Es un juego violento, si no lo notaste.
― Será más violento aún si terminas matando a alguien. No puedes jugar el sábado. Tienes que dejar el juego.
Miré a ambos con mis ojos color azul. Scott habló decepcionado: ― Pero soy titular.
