❝ Pasé mis brazos por sus hombros hasta juntar mis manos detrás de su cuello, acercándome más a él. Sus manos se pasaron por mi cintura y quedaron posadas ahí. Levanté mi cabeza y lo miré a los ojos ―. Me vuelves loca ― las palabras salieron de mi b...
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Era la hora del almuerzo, ¿saben qué significaba eso? Era la parte más estresante del día, la parte en que tenías que sentarte en una mesa y si no eras parte de algo, te convertías en un marginado social. Un solo paso en falso y todo por lo que luchaste, todas las amistades que hiciste por más verdaderas que sean, podrían echarse a perder en esta hora.
Y todo eso podría pasarme si estuviera en mi otra escuela, ya saben, la que está en mi otro mundo. Yo antes era de las chicas que miraban de lejos a la realeza de la escuela. Sí, me habría gustado pertenecer a ese grupo, pensaba, pero nunca hacía mucho al respecto. Al menos no en la secundaria. Me había pasado toda la primaria tratando de ser amiga de los populares, pero nunca lo había logrado. Y ahora, cada vez que pasaba por un pasillo, todas las personas se hacían a un lado, me sonreían y me saludaban. Era un sueño hecho realidad para mi yo preadolescente.
Pasé por las puertas del comedor y entré. Todos se giraron a verme, y pude identificar diferentes expresiones faciales. Unas, la mayoría, eran de pura fasinación (esa expresión que yo tenía en la primaria), otras de envidia y algunas de desinterés. Recorrí el lugar con la mirada, pero no pude encontrar la mesa de los chicos populares. Seguro llegué antes que ellos, pensé. Al ver a Scott y a Stiles sentarse en una mesa un frente al otro, no dudé en ir con ellos.
Por lo que podía observar mientras me acercaba, estaban teniendo una conversacion seria. Scott le hablaba a su amigo y Stiles primero pensaba la respuesta, como si estuvieran buscandole la solución a un problema.
― ¿Y por qué crees que Derek tiene las respuesta?― oí que Stiles le decía a Scott tratando de probar un punto. Tomé asiento a la izquierda de Stiles, cosa que hizo que cerrara su boca de golpe. Se giró a verme rápidamente, y al notar que era yo, relajó todas sus facciones ―. Demonios, Lena. Tienes que dejar de hacer eso.
― No es mi culpa que ustedes hablen de cosas privadas en público ― me quejé, acomodándome en mi asiento.
Stiles se volvió a girar hacia Scott y repitió―. ¿Y por qué crees que Derek tiene las respuestas?
― Porque,― comenzó a explicarle Scott ―, durante la luna llena él no había cambiado. Estaba en control total mientras yo corría en medio de la noche y atacaba a un hombre inocente.
― No lo sabes con certeza― respondió Stiles, negándose a creer que Derek era bueno.
Scott bajó su mirada―. No puedo salir con Allison, cancelaré.
