2. Las pistas

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N/A: Prepárense para un capítulo centrado en el detective Sehun y en las peleas sin sentido entre dos mejores amigos :) Y un misterio :)

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Desde aquella vez, Sehun no había tomado el autobús durante una semana entera. Cada vez que Jongin lo invitaba a su casa, siempre inventaba una excusa así él no tenía que tomar ese autobús. La razón detrás de esto era que simplemente no quería ver al chico del bus de nuevo. No le gustaba ver el dolor en su rostro. Le hacía sentir incómodo; desencadenaba algo dentro de él que no encontraba muy placentero. ¿Era simpatía? Parecido, creía.

Sin embargo, Sehun sabía que no podía seguir evitándolo toda la vida. Sería ridículo si lo hiciera, eso era algo que incluso él sabía. Jongin le había dicho que las conversaciones con Luhan ahora no duraban más de tres segundos, a diferencia de lo que ocurría en pasado. Su mejor amigo había deducido que era a causa de él, y honestamente, Sehun se sentía culpable por lo que había dicho. No había sido su intención herir los sentimientos del extranjero.

Eso lo llevo a la parada del autobús, donde con nerviosismo estaba esperando la llegada del bus. Siendo honesto, Sehun ni siquiera estaba seguro de si estaba haciendo lo correcto. ¿Hasta qué punto uno tiene permitido involucrarse en la vida de un desconocido? Por otro lado, etiquetar a Luhan como un simple desconocido ya no se adecuaba muy bien con toda la situación.

Respiró hondo cuando vio al autobús aproximarse a la parada, se calmó mentalmente para lo que venía a continuación. Una vez que las puertas se abrieron, entró en silencio y, después de pasar su tarjeta, sus ojos escudriñaron rápidamente el autobús. Parpadeó con sorpresa cuando fue recibido por un autobús casi vacío. Casi vacío...

Y ningún chico del bus.

Esta fue la primera vez que no vio a Luhan en el bus, y de alguna forma, lo asustó.

Aunque, tal vez era que simplemente había olvidado un hecho crucial acerca de Luhan. Algo que estuvo ignorando todo este tiempo, sin embargo, no fallo en despabilar a Sehun. Luhan... Después de todo...

También era humano.

El chico del bus, también tenía una vida que debía atender. A pesar de lo ridículo que sonaba, Sehun no se había dado cuenta de que Luhan también era una persona con una vida propia. Tenía una buena razón, después de todo, o eso creía. En los últimos dos meses o más, en sus viajes en bus siempre había estado con cierto chico del autobús. Por eso, él había asumido que siempre estaría allí, y por esta única vez que él no estuvo, le conmocionó.

Estaba temblando mientras caminaba al asiento en el fondo del autobús, el asiento donde LuHan siempre se sentaba, titubeando si ir o no. Sin embargo, antes de que él mismo se diera cuenta, ya estaba de pie frente al asiento.

"Ese asiento está ocupado"

Decidió algo que estaba seguro que lamentaría. Aun cuando al fondo de su mente una voz le estaba gritando que dejara de ser tan curioso, Sehun no podía evitarlo. No pudo evitar involucrarse en algo que él debería de mantener a kilómetros de distancia.

"Estoy esperando a Joonmyun."

Respiro profundo antes de tomar asiento en el lugar al lado del asiento encantado –El asiento de Luhan. Tal vez solo estaba siendo paranoico, pensando que algo le ocurriría en el momento en que tomase asiento. Había imaginado niebla negra envolviéndolo, criaturas sobrenaturales apareciendo, e incluso voces sombrías dándole la bienvenida. Sinceramente, se había preparado para que la peor pesadilla de los niños se hicieran realidad. Era tan ridículamente tonto, pero no podía dejar de pensar así.

520Donde viven las historias. Descúbrelo ahora