9. Amor, oh amor

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N/A:
Esta historia esta llegando a su fin.
Este capítulo es... realmente vago, creo, y bastante caótico.
No me sentía feliz cuando comencé a escribirlo, así que tal vez eso lo explica.
Pero a parte de todo, este es un capítulo corto.
~TinyWings

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Sehun ya debería haber imaginado que subiría al autobús demasiado conocido. Sinceramente, no debería haberle sorprendido a estas alturas, y en realidad no lo hizo. Sin darse cuenta, ya sabía que volvería al chico del bus, que iría a buscarlo con el fin de encontrar algún tipo de paz entre todo el caos que le rodeaba. Por toda clase de razones que no podía poner en palabras, sentía esa urgente necesidad de ver al chico del bus. Tal vez era porque Luhan ya sabía tanto, que en realidad ya no había una barrera que le impidiera vaciar todo el contenido de su corazón.

— Sehun-sshi.

La voz de Luhan sonaba tan dulce como la miel a sus oídos. Realmente sonaba apacible. Lo hacía sentir un poco mejor sin alguna otra razón además de que calmaba su caótico corazón. Al menos ahí estaba Luhan, quien esperaba a alguien, y que no le importaba curar un corazón roto mientras tanto. Eso hizo que Sehun sonriera triste al pensar que su corazón estaba roto, porque entonces significaría que quizá nunca antes estuvo roto. Porque nunca había perdido nada, nunca obtuvo nada que le fuera quitado, aun así sentía como si todo le hubiese sido arrebatado de sus manos. En vez de llamarlo roto, bien podría ser un corazón vacío. Era un corazón que sentía como las cosas que nunca estuvieron en su poder habían desaparecido, y todo lo que quedaba era un sentimiento amargo.

Luhan lo observo con preocupación.

— Sehun-sshi, ¿estás bien?

No, no lo estoy, Sehun quería gritar, pero tan inútil e impotente se sentía en ese momento que no le quedaban fuerzas dentro de él para siquiera hacer que abriera la boca, y mucho menos para gritar. Así que simplemente se sentó delante de Luhan, saludando al otro con un doloroso silencio, mientras que él mismo era castigado con la ruidosa voz de su furiosa consciencia.

— Sehun-sshi, si quieres hablar-

— Por favor, –Sehun cerró los ojos inclinando su cabeza contra el cristal–, no me hables en este momento.

Lo último que Sehun quería en ese momento era conversar, hablar. Lo último que quería era explicar por qué hizo lo que hizo y por qué nunca hizo lo que quería hacer. Todo lo que quería era silencio y tiempo, y algo de compañía mientras lo tenía. Debería haber mostrado más aprecio por el confortable silencio que obtenía de Luhan, pero eso sería algo que haría en otra ocasión. En este momento sólo quería ser egoísta. En este momento todo lo que quería hacer es fingir que nada era su culpa, y que nunca hizo nada mal.

Desde el momento en que elimino el mensaje de texto que Jongin le había enviado hasta el afrontar que no le dio a Jongin una respuesta, unas pocas palabras para el cierre, había tratado de protegerse a sí mismo. Estaba aterrado, estaba muerto de miedo de enfrentar la realidad. Específicamente, tenía miedo de enfrentar que podría volverse una pesadilla. Si Jongin le hubiera dicho que le gustaba mucho alguien, ¿qué hubiera hecho Sehun? ¿Lo hubiera apoyado incondicionalmente? Lo más probable es que lo hubiera hecho, pero siempre estaría ahí esa persistente sensación en su subconsciente, empujándolo a una piscina llena de maldad e inseguridad. Razón por la que quería estar solo, no quería perder a Jongin, porque las personas entran y salen de su vida con demasiada facilidad y él simplemente no podía soportarlo.

Así que construyo un muro alrededor suyo.

Un gran muro para protegerse de depender demasiado de otros y muy poco de sí, porque sin esta defensa, sin este estilo de confrontación que había creado para sí, se rompería. Siempre que dejara que los demás confíen en él, siempre y cuando él se asegurara de que las personas aún lo necesitaran de algún modo u otro en sus vidas, las personas no se marcharían. Las personas no se irían.

520Where stories live. Discover now