¿Felicidad?

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*Meses después*

Mi vida volvió a ser aburrida otra vez a lo largo de los meses. He sido full trabajo y nada más.

Me daba pena por Gianfranco. Cada vez que me decía para salir le decía que no por el trabajo. Creo que ya se aburrirá de mí.

Pero no crean que soy la única que estoy así. Julián por ejemplo ya no es atento con su esposo, llega a la casa todo cansado y llega renegando a su casa. Pero a pesar de eso su esposo es un amor y siempre está al pendiente de Julián. Que lindo.

Rafaela que se ha vuelto una histérica no quiere que su esposo ni le hable. El pobre siempre la molesta de que ya deberían tener un hijo, sin embargo Rafaela siempre le dice que está muy ocupada para eso.

Incluso Carol que me cuenta también que ha bajado mucho sus notas de la universidad por no estudiar para los exámenes y en vez de eso seguir con lo pendiente.

A veces creo que las cosas serían un poco más estables sino fuera porque Mariano se fue de la empresa, por mi culpa. No sabes cuánto te hecho de menos. Sólo si Dios lo quiere que nuestros caminos se vuelvan a encontrar.

Hice magia para poder tener un precioso domingo libre, Gianfranco me invitó por octagésima vez ir a pasear, dijo que tenía algo muy importante que decirme. Bien jugado, iré. De paso al fin mis papeles estarán en regla y podré recoger mi arma, qué emoción, ojala me den el diseño que pedí.

Fue a recogerme a mi casa y fuimos a distintos lugares. El cine por ejemplo. Yo quería ver una película de terror y él quería una romántica. Pero el muy tierno me hizo el favor y vimos la de terror. Aún recuerdo que todos me miraban mal, incluyendo a Gianfranco, cuando me reí como foca retrasada al ver una parte de la película donde descuartizan a la protagonista y la muy tarada gritaba de dolor. Por favor fue graciosísimo. Por eso amo las películas de terror. Son mi comedia.

También fuimos a la tienda, esta vez sí me compré ropa, bueno él me compró ropa. Me probé muchísimos vestidos desde de gala hasta de mesera, chaquetas, etc. Pero de los cuales sólo pedí que me comprara tres vestidos y una chaqueta.

En cambio Gianfranco todo lo que se probaba le gustaba y lo compraba. Sí por el fuera compraba toda la tienda. Porque dinero y ganas no le faltan. Ah y también zapatos, sólo dos pares yo y Gianfranco como más de diez. Loco.

Finalmente me lleva al parque de diversiones.

-Oye-le digo-¿qué era lo tan importante que me tienes que decir?

-Luego, te lo digo-responde serio

-Ok, entonces ¿me acompañas a un lugar?-pregunto

-Está bien-responde.

Al final no fuimos a ningún juego qué desperdicio. Pero lo que tengo que hacer es muy urgente.

Fui con Gianfranco hasta el lugar. Le pedí que me esperara afuera. Entré, firmé todo lo que tuve que firmar y me entregaron el arma. La guardé en mi cartera. Al salir Gianfranco se alegra como sí lo dejara esperando por años.

-¿Qué fue lo que hiciste ahí?-me pregunta emocionado

-Es un secreto. No te lo diré-respondo.

-Ni a tu esposo.

-Ni a mí ¿qué?-digo extrañada y ofendida

-Te acabo de spoilear pero si aún no entiendes, sólo acompañame.

-¿Tiene algo que ver con lo muy importante que me tienes que decir?

-Sí

-Voy

ERROR (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora