Capítulo 9- Traición

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— Hong Joshua, deja de ignorarme.

— No te ignoro, Jeonghan. Estoy ocupado, que es diferente.

Habían pasado tres meses desde el accidente del centro comercial, Jeonghan hacía mes y medio que había iniciado una relación con Seungcheol, pero desde que se enteró de que él le había estado regalando las rosas que Joshua actuaba indiferente, distante, frío. Jun había estallado en gritos -y no de alegría- cuando se enteró de que habían iniciado una relación. Jeonghan no entendía qué le pasaba al mundo.

— ¡Siempre estás ocupado! — exclamó el de cabellos largos sentándose frente a él. Joshua apenas alzó la vista sobre los papeles para verlo y luego la volvió a bajar, concentrándose en lo que leía. Si bien ambos podían caminar, ninguno podía hacer grandes esfuerzos aún... En especial Jeonghan.

— No es mi culpa.

— Y cambiaste tus horarios.

— Desde que estuve en el hospital mi horario de descanso cambió.

— ¡Excusas!

— ¿Terminaste, Jeonghan?

Jeonghan se sintió ofendido, Joshua lo estaba echando... otra vez.

— ¿Por qué eres así...? Antes... Antes me dabas incluso...

— ¿Besos? — completó Joshua, mirándolo. Jeonghan bajó la mirada avergonzado y con un rubor en las mejillas. El americano bufó—. Ahora tienes novio, ve a pedirle a él. No seré la segunda opción de nadie.

El mayor sentí ganas de llorar ¿Por qué Joshua era así? El americano se puso de pie, tomando los papeles consigo y yendo junto a Jihoon para poder preguntarle sobre esto y aquello, marcando y anotando cosas. La puerta se abrió y entró un muy feliz Seungcheol, quien saludó a todos y luego se acercó a abrazar a Jeonghan, quien apoyó la cabeza en su novio.

— ¿Qué sucede, Ángel? — preguntó el mayor, acariciando con suavidad su hombro.

— Nada... ¿Crees poder llevarme a casa? No me siento bien...

— Sí, claro... ¿Tienes todo?

En silencio Jeonghan asintió, se puso de pie y fue a recoger las cosas, yendo a la salida junto con su pareja. Jihoon afiló su mirada, observando a la pareja salir del sitio y luego miró a Joshua.

— ¿Y bien? — dijo el más bajo, captando la atención de Joshua de forma superficial.

— ¿Qué? — dijo el americano, apoyándose en la mesa mientras subrayaba algunas cosas.

— Ah, por favor. Seungcheol era rechazado peor que Severus Snape, ¿cómo es que de pronto Jeonghan lo aceptó cuando venía colgado de tu brazo?

— Mira, enano, no tengo tiempo para hablar de eso.

— ¿Enano...? — Jihoon golpeó le mesa con la lapicera, girándose a verlo de forma venenosa.

— Uhhhh, no lo dijiste~ — se burló Seokmin, quien dejó lo que hacía para ver entretenido lo que sucedería.

Jihoon tomó la carpeta más ancha y pesada que encontró y la estrelló contra la cabeza de su compañero Joshua.

— ¡Ahh! ¿¡Qué te pasa!?

— ¡Vuelve a decirme enano! — exclamó, de pie a su lado. Joshua se apartó, asustado sí. Aquel tipo era demencialmente fuerte a pesar de su altura, era muy lindo de cara y hasta parecía adorable. Eso... hasta que lo conocías y te dabas cuenta de que era un demonio de baja estatura.

— Ya, ya, lo siento — se disculpó Joshua, frotándose la cabeza mientras hacía una mueca de dolor mientras Seokmin se mofaba y Jihoon volvía a retomar su trabajo—. Solamente me sentí... traicionado. Y odio ser traicionado.

Duobus lateribusWhere stories live. Discover now