Capítulo 14- Desesperación

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Una semana libre. Jeonghan se había aburrido tanto pero le había hecho tan bien, había empezado a ir al psicólogo por recomendación de Jinah y Joshua, le costaba mucho hablar aún pero aquel hombre se tomaba dedicación a su trabajo y lo alentaba. Se sentía agradecido.

Cuando se encontraba con Joshua, la pasaban juntos. Él le contaba lo que había sucedido en el día, las cosas que pasaban en la estación, lo que sucedía cuando iban a patrullar, lo mantenía al tanto. Pero el último día de su semana de descanso lo pasó junto al americano, cuidándolo. Había estado estornudando, tosiendo, prácticamente tambaleaba en lugar de caminar. Si eso no era estar enfermo, no sabía lo que era. Obligó a Joshua a pasar recostado el día entero, atendiéndole con todo (aunque el menor intentara que no hiciera nada): le había preparado de comer, le ordenó y limpió el departamento mientras dormía, veló por él, le cantó, le daba cariños para que se alegrara un poco, miró películas con él o veían la tele. Sencillamente lo mantuvo. Joshua se notaba muy agradecido pero no le gustaba ser mantenido, él prefería hacer las cosas solo pero ese día de descanso le había venido al pelo.

Juntos volvieron a trabajar, todo seguía igual. Nada había cambiado, salvo que Jeonghan ahora tenía una hora menos los jueves debido a que iba al psicólogo, pero fuera de eso, todo normal. Ese día había sido muy tranquilo, no habían llamadas y las patrullas fueron bastantes apacibles en sí, nada preocupante. Jeonghan fue a echarse al sofá de la sala de descanso cuando pudo, cerrando los ojos y suspirando lentamente, no tenía hambre y le había insistido a Joshua que no se preocupara. Solo quería descansar.

- ¿Jeonghan?

- ¿Qué sucede, Noona? - el de cabellos largos se sentó mejor en el sofá, mirando a la mujer que caminaba hasta él con un celular en la mano. "Es Jun" susurró ella, causando que el chico rápidamente lo tomara y atendiera- ¿Jun? ¿Cómo estás? ¿Qué sucedió? ¿Estás bien? No respondiste ninguna de mis llamadas, tampoco te contactabas...

- Jeonghan... ¿Crees poder venir?

- ¿Ahora?

- No, no, no, cuando salgas de trabajar. Bueno... No, en realidad, me gustaría que fuera ahora. Es importante, mucho. Podrías considerarlo... algo del trabajo.

Jeonghan frunció el ceño, sin comprenderlo, pero aún así accedió. Le dijo que en unos minutos estaría allí, así que dejó el celular una vez cortó y rápidamente fue a buscar las llaves de alguna patrulla libre.

- ¿A dónde vas? - preguntó Jihoon, levantando la mirada de los papeles.

- Junhui me llamó, dice que es algo importante y que requiere de un policía para verificarlo... - explicó, viendo que Jihoon también quedó confundido. Se encogió leve de hombros- ¿Vienes conmigo?

- Seguro. Seokmin, dile a Joshua que le encargo esto y fíjate que Wonsik tiene que entregar alguno de los papeles del caso C del otro día, están en el casillero 04 - El de baja estatura comenzó a dar algunas órdenes simple, Seokmin no tenía tanto por hacer para cubrirlo -y eso era bueno considerando que estaba hasta el cuello con sus propios problemas- y por ello anotó lo que le dijo. Así, Jeonghan y Jihoon partieron a la casa del chino.

- Entonces... ¿Qué sucede, Jun? - inició Jeonghan una vez estudieron dentro de la casa. Jun se veía dentro de todo bien, no era un desastre ni estaba asqueroso y oloroso como había imaginado Jeonghan, sino que estaba bastante presentable, salvo esas ojeras negras bajo sus ojos.

- ¿Recuerdas que MínhHào murió hace unas semanas? - dijo con voz ronca. Los policías se tensaron un poco, pero el pelirrojo asintió con la cabeza-. Habían más posibilidades de que se salvara a que se muriera.

Duobus lateribusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora