Así había comenzado

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Cuando tenía 16 años Jeonghan tuvo que cambiarse de ciudad con su familia y, por ende, necesitó una nueva escuela. Jeonghan estaba resignado a simplemente quedarse ahí sin llamar la atención, pues había dejado a todos sus amigos atrás, y aunque tenía muchos amigos y se llevaba bien con todos en el fondo le costaba demasiado comenzar nuevas amistades y hacer vida social él solo.

Se paró su primer día fuera de la puerta del salón de clases que le correspondía. Estaba nervioso, era joven, no se encontraba la gran maravillosa y en segundos debería entrar a una sala de clases para presentarse frente a un curso de gente que no conocía y que podrían juzgarlo hasta por el más mínimo error que cometiera con sus palabras.

Entró nervioso practicando mentalmente su insípida presentación una y otra vez, esperó a que el profesor hablara y le diera la oportunidad de hablar, se paró frente a todos los ojos curiosos que lo miraban y abrió su boca para comenzar, pero ningún ruido salió. Su vista se detuvo en los ojos de un chico sentado en la fila del medio quien, con ojos brillantes y mejillas sonrojadas lo miraba tan fijo que sentía que podía ver a través de su alma. Jeonghan se encontró solo con su mirada entre toda la gente y sintió cómo su rostro comenzaba a arder cada vez más y supo que la presentación que había preparado y repetido mil veces se había ido totalmente al olvido, dejándolo con un par de oídos tapados por el calor y unas rodillas vergonzosamente temblorosas.

Ese día Yoon Jeonghan descubrió que el amor a primera vista sí existía.

Se llamaba Hong Jisoo, descubrió más tarde cuando el profesor los llamó uno por uno para ver quiénes estaban presentes en la clase. Hong Jisoo se repitió una y otra vez como si quisiera grabar ese nombre en su mente y no olvidarlo jamás, y aunque desde su posición solo podía ver su nuca y su espalda no pudo alejar la vista de ese chico por el resto de la clase. Esto no estaba para nada en sus planes.

Pasaron 3 días, Jeonghan seguía sin hablarle a nadie en el curso, solo observaba. Se encontró en la hora del almuerzo intentando comprar pan, pero sin poder saber cuál sería mejor se mantuvo observando las variedades largo rato. Una voz suave detrás de él le hizo dar un pequeño salto.

- Ese de ahí es una buena opción – dijo esa voz. Jeonghan se giró y su rostro se enrojeció al instante al ver el rostro de Hong Jisoo junto al suyo con una sonrisa. Este apuntaba a uno de los panes en la vitrina – Digo, si no sabes elegir. Lo siento por meterme.

- Está bien – respondió Jeonghan tímido, tomó el pan y sin decir nada más lo compró – Gracias – le dijo y el chico le devolvió la sonrisa.

No cruzaron nuevas palabras ese día, así que Jeonghan solo se quedó mirándolo de lejos con su corazón latiendo y vergüenza porque ni siquiera le gustaban los dulces, y este era sin duda el pan más dulce que haya probado (y quizás no era solo el pan lo dulce, para ser honestos).

Jisoo seguía el mismo camino que él después de la escuela para volver a su casa, se separaban luego del cruce del tren y cada uno seguía su camino. El chico se veía simpático, tenía varios amigos y era muy tranquilo, sus ojos eran brillantes como los de un ciervo y su sonrisa le hacía sentir un calor en el pecho que no creía haber sentido antes. Jeonghan se sentía confundido, con una necesidad incontrolable de mirarlo y la timidez más extrema cada vez que este se le acercaba para hablarle.

Pronto se hicieron buenos amigos. Jeonghan pudo acostumbrarse a la timidez que se formaba en su pecho cuando miraba los brillantes ojos de Jisoo; este, por su parte, seguía siendo tan suave como la primera vez que le había hablado aun cuando tenía más confianza para decir esos chistes aburridos que de alguna forma hacían reír a carcajadas a Jeonghan, obligándolo a darle manotazos por sus ocurrencias y para calmar los latidos de su propio corazón. Todo iba lento, todo iba tranquilo y llegó el momento en que Jeonghan fue capaz de decir con certeza que Jisoo le gustaba mucho más que como un amigo. Su corazón enloquecido y los mensajes de texto a deshora eran viva señal de esto.

Quizás es hora de olvidar [JiHanCheol]Where stories live. Discover now