Quizás es hora de olvidar [JiHanCheol]

Así...

Cuando se es feliz el tiempo pasa tan rápido que llega a ser increíble cómo un par de días, unos cuantos meses, hasta un año pueden pasar sin darte cuenta, pero cuando estás solo, llega a ser un chiste lo lento que transcurre, tanto que llegas a dudar de si sigues vivo o no.

Con Jisoo, el tiempo volaba tan rápido como los latidos incesantes de sus corazones.

Sin él, el tiempo para Jeonghan se había detenido por completo.

Luego de esa tarde en que todo había comenzado Jeonghan y Jisoo tuvieron tanta dificultad para disimular que terminaba siendo vergonzoso. Se miraban y la sonrisa en sus labios no tardaba en asomarse al instante; sin pensarlo dos veces se tomaban de la mano en cualquier parte, entrelazando sus dedos con delicadeza para luego soltarse inmediatamente cuando se daban cuenta de lo que estaban haciendo, intentando que nadie los haya alcanzado a ver. Los amigos de Jisoo ya se habían dado cuenta, y en los recreos les daban miradas y sonrisas tan tétricas como queriendo decir "sabemos lo que hacen". El chico Soonyoung incluso tenía la osadía de silbarles o tirarles besos, haciendo reír a Seokmin y logrando que Seungkwan los regañara alterado.

Jisoo solo podía entrar en pánico con la cara y las orejas rojas y hacerles gestos para que se callaran. Solo lograba más risa de parte del resto.

Llevaban dos meses de relación cuando ambos decidieron que tocarse mutuamente no era suficiente, y que querían ir más allá. Al fin y al cabo, eran adolescentes y eran muy curiosos.

Comenzaron buscando en internet en la casa de Jisoo. Estaban avergonzados, habían visto videos y leído artículos sobre "sexualidad gay sana" y esas cosas que hacían a Jisoo sonrojarse como nunca y cubrir su rostro rogándole a Jeonghan, con pánico, que cerrara por favor esas páginas y que olvidaran el tema por completo. Jeonghan solo podía reír a carcajadas, decirle que ya lo había cerrado y cuando Jisoo miraba volvía a mostrarle imágenes y reír con más fuerza por las caras que ponía.

Y así llegó el momento: la compra. Estaban ambos frente a la farmacia cruzando la calle, mirando con atención, fijo, sintiendo que sudaban. Jisoo tragó saliva y Jeonghan acomodó el cuello de su sudadera.

- Creo que sería una mejor idea irnos – dijo con voz temblorosa Jisoo, mirando a todos lados como si en cualquier momento toda la escuela fuera a aparecer.

- ¿Estás loco? Ya estamos aquí – respondió tratando ser firme, pero su voz lo delató al instante al quebrarse un poco en la última sílaba. Aclaró su garganta – Solo entramos, pagamos y nos vamos, será rápido.

- P-Pero nunca hemos... ¿Y si estuvieran mis papás? ¿O los tuyos? ¿O AMBOS SE CONOCEN Y ESTÁN JUNTOS? – dijo con pánico. Jeonghan alzó una ceja.

- ¿Y si no? Jisoo, tranquilo, nada saldrá mal – le sonrió, le guiñó el ojo y tras mirar a ambos lados depositó un rápido beso en sus labios. Jisoo se sonrojó.

- Parezco criminal así – acomodó su gorro. Jeonghan rio.

No dijeron nada más, cruzaron la calle a paso tranquilo y entraron a la farmacia. Claro que hubiera sido más casual sin gorros o algo así, pero Jisoo insistió pues no quería toparse con alguien conocido justo cuando estaba a mitad de comprar condones. Buscaron con la mirada hasta dar con el lugar que necesitaban y una vez ahí miraron asombrados la gran cantidad de cajas distintas con colores, letras brillantes y más detalles que los confundían aún más.

- C-cuál se supone que debemos llevar – dijo Jeonghan y Jisoo lo miró alarmado.

- ¿Me preguntas a mí? ¡Creí que sabías! – exclamó sintiéndose cada vez más mareado. Tomaban cajas, las leían y las dejaban en su lugar. Jisoo botó varias pues sus manos sudaban. Las recogieron con pánico. Jisoo tomó una y alzó una ceja - ¿Para qué alguien querría con sabor a frutas? – dijo confundido y Jeonghan lo miró primero asombrado, luego con una sonrisa y moviendo rápidamente sus cejas de arriba abajo. Haciendo un gesto obsceno con la mano. Jisoo le dio un fuerte golpe sintiendo vergüenza por esa respuesta y por su estúpida pregunta – cochino.