Capitulo 12

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*POV Camila

Me recosté en la puerta de la cocina, exhausta. Hace cuatro horas que Lauren y yo no paramos de cargar cajas y empujar muebles, intentando dejar el apartamento que compramos con nuestro esfuerzo. A pesar del cansancio y el calor infernal que le dejó el esfuerzo físico a mi cuerpo, una sonrisa orgullosa nació en mis labios mientras observaba mí alrededor. Ahora tenemos un hogar. Nuestro hogar.

Lauren: será que yo sola voy a tener que hacer todo por aquí? -se pronunció mi esposa, apareciendo con más cajas.

-Dios mío, de dónde salieron todas estas cosas? -agrandé los ojos, viendo la cantidad de cajas cerradas que habían por la sala.

Lauren: no tengo ni la menor idea. -sonrió, llevándome hasta su regazo, apoyé las manos en su hombro, mientras retribuía a la sonrisa.- te ves linda colorada. -tocó mi mejilla, observándome.

-claro, debo verme maravillosa con esta ropa vieja, el cuerpo sudoroso y el cabello amarrado. -ironicé.

Ella comenzó a reír, mientras envolvía sus brazos alrededor de mis piernas y me levantaba del piso. Solté un grito por la sorpresa, que hizo eco en el pasillo, una vez que dejamos la puerta abierta ya que las entradas y salidas eran constantes hoy. Lauren me cargó hasta el sofá que estaba 'perdido' en un lugar de la sala y se quedó a mi lado. La observé, encantada con su belleza, que es algo a lo que creo que jamás me acostumbraré. Su cabello estaba despeinado, la blusa medio levantada, mostrando parte de su cuerpo y sus ojos verdes brillando, como respuesta a mi mirada.

-ahora tenemos nuestro rincón. -comenté, sonriendo.- de alguna forma esto vuelve todo aun más real.

Lauren: esto muestra que ahora es para siempre. -tocó mi barbilla, mientras acercaba sus labios a los míos, robándome un pequeño beso.- estás feliz aquí?

-estaré feliz en donde tú estés, aun si tuviéramos que vivir bajo un puente.

-

-Lauren, la puerta! -posé las manos en su barriga, empujándola suavemente hacia atrás. Vi sus labios hinchados por el beso que intercambiamos y la situación vergonzosa de mi ropa arrugada.

Lauren: qué tiene? -murmuró, bajando su boca por mi cuello, mientras yo intentaba reaccionar.

-está abierta. -cerré los ojos, tomando aire para seguir hablando.- no quiero causar una mala impresión y ni pasar una vergüenza con los vecinos...amor! -regañé, sintiéndola chupar mi piel.

Lauren: que se jodan los vecinos! Dos palabras lo explican todo; recién casadas. -no me contuve, soltando una carcajada.

-estoy hablando en serio. -aproveché que ella estaba distraída y me hice hacia al lado, olvidándome completamente de que estábamos en el sofá, lo que resultó en una fea caída. Escuché la risa de Lauren y no pude evitar acompañarla, acostándome en el suelo, posando la mano sobre la barriga que ya dolía de tanto reír.

Lauren: si ves, eso es una señal.

-señal de qué? -pregunté, en medio de risas.

Lauren: de que no debes huir de mí. -respondió, dejando el sofá para llegar sobre mi cuerpo.- te lastimaste?

-oh, que bueno que te preocupas. Después de reírte de mi cara por casi media hora. -exageré. Ella sintió la broma en mi voz, por eso sonrió.

Lauren: me hubiera preocupado si no hubiera visto que no fue nada. -se encogió de hombros, sellando mis labios.

-claro que lo fue. Me duele la cabeza. -hice drama, formando un puchero en los labios.

Lauren: probecita...-acarició mi mejilla. Y besó mi frente, haciéndome sonreír.

Envolví mis brazos alrededor de su cuello, atrayéndola. Recosté mis labios en los de ella, sintiendo su boca caliente y carnuda contra la mía. Ella puso sus manos entre mis cabellos, fijándolas en mi nuca, mientras profundizaba el beso. Un gemido involuntario se escapó al sentir su lengua caliente en contacto con la mía, cielos, es tan deliciosa. Poco a poco el beso fue ganando ritmo, sus labios eran exigentes aunque no dejaban de ser cariñosos....hasta que escuchamos una voz conocida.

Taylor: solo mira, hijo mío, tus madrinas no tienen ni la decencia de cerrar la puerta. Que feo...-Lauren se alejó de mí en el mismo instante, rodó los ojos y se impulsó hacia atrás para luego ponerse de pie y extenderme la mano para yo hacer lo mismo.

Lauren: y tu mamá no tiene la educación para tocar la puerta. -respondió, mientras estaba sonriendo. En ese tiempo me acerqué a nuestras visitas.

-Hola, mi amor. -dije bajo, dándole un beso a Jonas en su mejilla, quien estaba medio dormido en brazos de Taylor.- que lindo estás. -sonreí, acariciando su rostro con delicadeza.

Drew: gracias, gracias. -se metió.- ah, no hablabas de mí?

Lauren: te hace falta? -bromeó, sonriendo.

Drew: digamos que un poco...será que falta mucho para que él entre a la universidad? -preguntó, arrancándonos una risa a todos.

Taylor: tenlo. -extendió los brazos, pasándome a mi ahijado. Lo sujeté con cuidado y miedo de dejarlo caer.- dame unos minutos de descanso, por amor. -se dejó caer en el sofá, claramente cansada. Jonas acompañó a la mamá con la mirada.- sí, mi amor, tu madrina. -sonrió y luego me dirigió su mirada.- venimos a conocer la nueva casa.

-claro. -vi rápidamente a Lauren, que estaba a mi lado. Su sobrino ya había sujetado su dedo y no parecía dispuesto a soltarlo, el brillo que vi en los ojos de mi esposa hizo que algo dentro de mí se encendiera.

Drew se sentó al lado de Taylor, pasando sus brazos detrás de su esposa, ella recostó la cabeza en su hombro, exhausta.

Taylor: aprovechen mientras son recién casadas, porque cuando tengan unrecién nacido el suelo servirá únicamente para caminar o dormir y nada más. -dijo, riendo.

-pobrecillo de mi ahijado. -observé al bebé en mis brazos.- a ti no te importa, no, mi ángel? -sonreí.- quieres alzarlo? -le pregunté a Lauren y no esperé una respuesta, le pasé a Jonas.

Un tiempo después mordí los labios al ver la escena...

Jonas rápidamente se acomodó en sus brazos y Lauren pudo sujetarlo con destreza, luego comenzó a caminar por la sala, conversando en voz baja con su sobrino quien la veía atento, como si estuviera entendiendo todo lo que ella le decía. Verla con un bebé en brazos fue un vuelco para mi estomago, sin dudas una de las escenas más lindas que ya vi.

Respiré hondo y me volví hacia la pareja sentada en la sala, que sonreían observando a Lauren.

Drew: es momento de que adopten un niño. Ya pasó la hora de darle un hijo a ella. -la indicó con la cabeza. Sonreí, encogiéndome de hombros.

-aceptan un café?

Taylor: claro.

Nos fuimos a la cocina, me disculpé por el desorden y comencé a abrir las cajas buscando la cafetera. Cuando todos estábamos reunidos alrededor de la mesa me sentí completa, con aquella familia que yo elegí.

The exchange 3 (CAMREN)Where stories live. Discover now