Capitulo 48

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*POV Camila

20 días para el nacimiento del bebé...

Cada día que pasa los dolores son mayores. El bebé está cada vez más pesado, mis pies se hincharon y las ganas de ir al baño son constantes. Sin embargo, el silencio del apartamento ayudó a reducir la migraña, lo que ya es un alivio.

Llevé la sabana más hacia arriba, cubriéndome mejor en el sofá y cerré los ojos, ajena a las noticias que pasaban en el noticiero. Un poco después sentí los labios calientes de Lauren depositar un cariñoso beso en mi frente, sonreí.

-necesitas algo? -preguntó, con la voz suave y calma.

-no, todo está bien. -la observé, con la mirada pesada.

-se está volviendo muy difícil, no? -se sentó en el pequeño espacio que había entre mi cuerpo y el borde del sofá.

-valdrá la pena.

-lo sé. Pero es tan injusto que sufras. El hijo es nuestro, los dolores también deberían serlo.

-cielos, Lauren, si sigues insistiendo con eso te dejaré el bebé a ti las primeras noches. -bostecé. Un brillo de consentimiento apareció en sus ojos.- eres increíble!

Lauren pregunta cada tres minutos si necesito algo. Siempre está cerca, vigilándome y cuidándome. Varias veces la pesco "cabeceando" en la mecedora, así como sé que ha pasado noches en blanco. A pesar de la apariencia cansada, Lauren nunca se niega a nada, se parte en dos para atenderme y terminar su libro.

Cada vez que la miro siento aún más orgullo y cada vez estoy más segura de que será una excelente madre.

*POV Lauren

18 días para el nacimiento del bebé...

Releí en voz baja los últimos párrafos del libro que estoy escribiendo. Corregí algunos errores ortográficos y añadí una frase clave, antes de relajarme en la silla y guardar la historia finalizada. Pasé los dedos por los cabellos y me serví un poco más de café, levantándome con la taza en las manos, caminando hasta el cuarto para espiar a Camila que, por suerte, después de una noche turbulenta, logró conciliar el sueño después del almuerzo.

Saqué el celular del bolsillo y, con un gemido por el cansancio, me senté en el sofá, marcando el número de Allyson.

-espero que estés llamándome para decirme que ya terminaste el libro.

-cuanta educación. Buenas tardes! -ella rió, sin embargo no respondió, típico habito de ella. Callarse cuando debe hablar.- en fin, para tu total delirio, sí, lo terminé.

-Dios sea alabado! En una hora paso por el proyecto y aprovecharé para pasar por la editora y dejarlo allá.

-entonces te espero.

-hasta entonces. -y cortó.

Dejé el teléfono a mi lado y cerré los ojos, sintiendo el cansancio apoderarse de mí. Los últimos días no han sido fáciles.

-ve a dormir a la cama. -me volví en dirección a la voz de Camila.

-no puedo, Ally va a pasar en un rato. -me levanté, cortando la distancia entre nosotras dos.- para recoger el ejemplar del nuevo libro de Lauren Jauregui. -ella dejó escapar un grito de animación para después darle paso a una gran sonrisa.

-terminaste!? -asentí, extremadamente feliz con el hecho.- ah! Dios mío, que bueno, mi amor. -prendió sus brazos alrededor de mi cuello, abrazándome.- será otro gran éxito!

Le mostré los dedos cruzados, indicándole que pediría para que así fuera.

-y sabes qué es lo mejor? -ella negó.- cuando el libro llegue a las tiendas, el tercer miembro de la familia ya habrá nacido.

-es cierto! No veo la hora de tomar a nuestro bebé en los brazos, sentir su olor, ver su rostro...-dijo soñadora. Sonreí.

-solo un poco más y lo tendremos aquí, con nosotras.

Y entonces quedé consciente de la verdad de mis palabras y sentí una linda ansiedad apoderarse de mi cuerpo. Algo parecido debió ocurrirle a Camila, porque estaba claramente emocionada.

Sólo unos días más y conoceremos al nuevo amor de nuestras vidas.

*POV Camila

16 días para el nacimiento del bebé...

-está bien? Quedó bien así? -sonreí, ante el nerviosismo de Lauren que intentaba, en vano, acomodar el lazo de su vestido.

-ven aquí. Estás hermosa. -aseguré, mientras acomodaba el lazo.

-hace tanto tiempo que no hago esto.

-Lauren, todo saldrá bien! -garanticé, antes de suspirar, resignada.- me hubiera gustado poder estar allá contigo.

-lo sé. -sujetó mi barbilla y besó mis labios.- pero no hay cómo llevarte en este estado. -asentí, sabiendo que tiene razón.- regresaré mañana por la noche, cualquier cosa me llamas.

-y entonces, señora famosa, está lista? -apareció Taylor, asomándose en la puerta, absorbiendo un poco más del refresco por la pajilla que sostenía en los labios.

-así es.

-no nos avergüences en cadena nacional, eh!? Y habla mucho sobre tu linda, sexy y no disponible hermana...

-no hablaré mucho sobre mi vida privada y si más sobre mi regreso como escritora.

-Ay, lo sé y eso tan aburrido.

Lauren tomó la maleta, ignorando el comentario y saliendo de la habitación, para darle las últimas instrucciones y recomendaciones a mi mamá. Intenté al máximo mostrarme comprensiva y no incomodarme con este viaje, por saber lo esencial que es esta entrevista para la carrera de ella.

-sí sabes que si le pides que se queda ella lo hace, no? -la voz de Taylor me trajo de vuelta a la realidad. Le sonreí, tristemente, sabiendo que eso no está en discusión, aunque me esté matando por dentro verla partir en tan poco tiempo antes del nacimiento del bebé.

*POV Lauren

Cerré los ojos, recostando la cabeza en el asiento del avión mientras repasaba mentalmente la discusión que tuve hace unos días atrás con Ally, que permanecía en silencio a mi lado.

-cielos, ella está embarazada! Me niego a alejarme de ella por dos segundos y me niego aún más a salir de Miami.

-embarazo no es enfermedad. Sabes cuántas son las oportunidades de conseguir una entrevista con ese programa? Una en un millón! Ellos pidieron tu presencia allá, no estás loca como para perder una oportunidad de esas.

-no estoy loca como para dejar a mi esposa sola en este momento!

-cuál momento, Lauren? Ella no sale de la puta cama! Hasta un idiota es capaz de cuidarla. Te pago una enfermera. Te pago cincuenta enfermeras, pero de que vas a esa puta entrevista vas! O entonces dile adiós a tu carrera y a todo lo que tiene que ver con ella.

Suspiré, volviendo la mirada hacia la ventana, viendo las nubes pasar por ella.

-Lauren...

-qué?

-mira...discúlpame, está bien? Sé que es importante para ti estar con Camila cada minuto del día, sólo que es difícil lograr ir a ese programa y la oportunidad cayó directamente en tus manos. Yo sería una pésima productora si te dejo desaprovecharla.

-pide para que Camila no entre en trabajo de parto.

-lo siento mucho... pero no te diré que me arrepiento.

Estaba presente físicamente en aquella entrevista, pero mi pensamiento estaba completamente en Camila. Vi mi celular, disimuladamente, todo el tiempo. Sin embargo, me fue maravillosamente bien y recibí elogios de diferentes personas importantes, aunque ninguno de ellos me satisface tanto como la sonrisa de Camila cuando le conté sobre el libro.

Por suerte, en poco tiempo estaba otra vez en el avión, regresando a ella.

The exchange 3 (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora