*POV Camila
Lauren: ve a dormir, mi amor...-la dulce voz de Lauren sonó detrás de mí, mientras bostezaba por quinta vez en los últimos diez minutos.- yo termino aquí, no falta mucho.
-cielos, de verdad eres real? -me aparté del mueble de la cocina, ahora de frente a ella, y toque su rostro, acariciándolo.- tuve que haber sido una persona muy buena en otra vida para merecer a alguien como tú. -sonreí.
Lauren: los elogios me hacen feliz, pero...puedo saber porqué? -recostó su cabeza en mi mano, cerrando por un instante sus ojos.
-no es obvio!? Qué otra persona en el mundo mandaría a dormir a la otra mientras termina de lavar la vajilla en plena noche de navidad!?
Lauren: ah! Eso... agradécele a doña Clara, que hizo de mi vida un infierno con la vajilla que hoy ya estoy acostumbrada a lavar. -reímos.
-qué hora es? -pregunté, sosteniendo otro bostezo. Ella dio un rápido vistazo a su reloj de pulso.
Lauren: casi las seis.
Gemí, dejando mi cuerpo caer en sus brazos. Cerré los ojos y sentí todo el cansancio de un largo día, escondí mi rostro en su cuello y me acurruqué en su brazo.
Lauren: ve a dormir, pequeña...-susurró.-...falta poco, yo termino aquí.
-no...o las dos nos vamos a dormir ahora o nos quedamos a terminar esto. Sé que estás tan casada como yo, es injusto que termines solita.
Lauren: Camila, tú decoraste toda la casa, así como preparaste la cena y todavía encuentras injusto que yo termine con la vajilla!? -aunque yo no pudiera ver, ya que no me había movido desde que ella me abrazó, sabía que ella estaba sonriendo, solo por el tono de su voz.
-pero no quiero soltarte. -reclamé, abrazándola más fuerte.- quiero quedarme así, para siempre! -ella rió, besando mis cabellos.
Lauren: está bien, tú ganas, vamos a acostarnos. Y realmente espero que no tengas una sonrisa victoriosa en tu rostro...-dijo, ya sabiendo que la tenía...
*POV Lauren
Toqueteé el lado opuesto a mi lado en la cama buscando a Camila, con los ojos cerrados y sin la mínima intención de abrirlos me di cuenta que ella no estaba ahí. Gruñí una palabra cualquiera y maldije el sol que me cegó en el momento cuando decidí buscarla.
Por Dios, quién se levanta temprano en pleno viernes, antes de año nuevo!?
Cuando mis ojos se enfocaron en Camila mi irónica pregunta perdió la importancia. Recién saliendo del baño, ella estaba deslumbrante, apenas cubriendo su cuerpo con una toalla suave y blanca.
Camila: buen día, dormilona! -medio cantó, mientras tomaba un peine y lo pasaba a través de los cabellos enredados, ajena al hecho de que estaba maravillosa.
-buen...-limpié mi garganta y comencé de nuevo.- buen día. -noté su sonrisa por el espejo, una vez que estaba de espaldas a mí.- qué haces despierta tan temprano?
Camila: temprano!? Lauren, ya casi son las once! -gemí, acostándome nuevamente.
-madrugada. -cerré los ojos y escuché la suave risa de Camila.
Camila: iré a comprar algunas cosas que Taylor pidió para el cambio de año.
-ahora? -ella asintió. Y se sentó a mi lado en la cama, sujetando la toalla presa a su pecho con una mano, mientras se inclinaba para sellar mis labios.- amor...no hay nada ahí que yo no haya visto. -bromeé, al verla intentar mantener la toalla en el mismo lugar a toda costa.
Camila: ah! Lo sé. -sonrió.- solo que algo me dice que si te dejo ver de nuevono podré salir tan temprano. -guiñó, traviesa y se levantó, antes que yo pudiera conseguir alguna reacción.
-ya te dije lo linda que estás?
Camila: no, Lauren, eso no me va hacer regresar ahí. -reímos.
Cuando ella salió yo todavía seguía riéndome sola, porque de alguna manera esa es la forma perfecta de comenzar el día.
