Quien se enamore pierde (Gemeliers)

Capitulo 8

A: No te lo puedo decir aún princesa pero ten seguro que te voy a proteger con mi vida.

Y: 1. no me vaciles, 2. No te necesito

A: Aun así estaré

Escucho el timbre y voy a abrir la puerta pero justo cuando voy a abrir oigo a Mer decir mi nombre.

M: Mejor déjalo, ya... ya abro yo - dice viniendo hacia mi y finalmente adelantándome hasta llegar a la puerta.

Y: ¿Qué más da?

Ella no hace nada, simplemente suspira y abre la puerta. Cuando veo quién hay al otro lado de la puerta abro los ojos como platos y pongo mi mayor cara de mala ostia. Creo que ya imagináis quien es, Jesús Oviedo.

Y: ¿Qué hace el aquí?

M: Le he invitado yo, tranquila, además estoy en mi derecho, es mi casa.

Y: ¿Dónde esta Dani?

J: Tu noviecito esta en casa jugando a los videojuegos.

Y: Joder... -digo por lo bajo.

M: Maria -se acerca un poco a mi- vente un poco a la piscina con nosotros por favor.

Y: Emm me pegó.

M: por favor.

Acabo accediendo a las malas. Es mi mejor amiga pero si se lo propone puede llegar a ser muy pesada. Pero ¿a quien se le ocurre meterme en la misma piscina con alguien que el día anterior me ha pegado? A ella.
Subo las escaleras y entro en la habitación de Mer y cojo mi bikini para después ponérmelo y bajar con ellos.

M: Si accidentalmente acaba ahogado no sera mi culpa.

J: Joder con la niña.

Le dedico mi mejor mirada de asco y me acerco al borde de la piscina. Segundos mas tarde noto unas frías manos en mi espalda que me empujan pero al caer me doy con la mano en el bordillo lo que hace que salga corriendo del agua y llorando. Me siento en el suelo ya que no puedo ni andar por el dolor y vienen rápidamente los dos.

M: ¿Qué te ha pasado?

Y: Que tu querido amigo me ha tirado y me he hecho daño en la muñeca -digo mirando a Jesús con rabia sin parar de sollozar.

J: Yo...no quería -se agacha y me pone hielo en la muñeca- solo quería picarte pero me he pasado...

Y en esos momentos creo que el golpe me afecto demasiado porque me pareció hasta adorable. En sus ojos se notaba el arrepentimiento pero no, esta vez se ha pasado.

Y: vete a la mierda -dicho esto le tire los hielos y me fui de allí llorando.

A mis espaldas le oía sollozar a el también pero ¿qué narices le pasa? ¿Acaso está loco? ¿Y por qué llora él? No le soporto.