Quien se enamore pierde (Gemeliers)

〰FIN〰

*Narra Inma*

Al poco de ponerme el pijama llamaron a la puerta y bajamos a abrir. Cuando vi a Dani ahí me sentí feliz, sentí como ese pequeño vacío que tenía en el cuerpo se completaba. Subieron y ellos también se pusieron el pijama. María también subió porque se había dejado al móvil y yo mientras me quedé abajo esperándoles en el sofá. Estaba tan distraída con el móvil que no me di cuenta de cuándo Dani se había sentado a mi lado.

- ¿Te puedo decir una cosa?

-Si, claro- e inmediatamente dejé el móvil encima de la mesa.

-Bueno, llevaba mucho tiempo pensando cómo decirte esto y al fin he conseguido armarme de valor para hacerlo. Tal vez nos acabamos de conocer, y tal vez esté yendo muy deprisa, tal vez fue amor a primera vista o tal vez tienes el don de enamorar a cualquiera rápidamente. Sé que es muy pronto y se que me dirás que no pero me encantaría saber cómo se siente al ser tu novio, y si dices que no me gustaría que al menos me dieras una oportunidad para conocernos mejor y poder enamorarte. Quiero que llenes ese vacío que dejas en mi cada vez que estás lejos de mi que intento ocupar escribiéndote, viendo nuestras fotos o cualquier cosa relacionada contigo. Te quiero, te quiero como no te imaginas- y sin darme tiempo a contestar me besó, un beso al cual correspondí sin pensármelo dos veces.

Se sentía tan bien el estar juntos. Sus besos son como tocar el cielo pero sin miedo a caer, y se que con él no voy a caer.

-Claro que si- le respondo. Y sin pensarlo vuelvo a unir nuestros labios que parecen dos piezas de un puzzle que encajan a la perfección.

*Narra Maria *

Jesús y yo estábamos bajando las escaleras jugando. El me rodeaba la cintura con sus fuertes brazos mientras me hacía reír y me daba besos. Yo solo reía como una tonta. Cuando al llegar a abajo vimos a Dani e Inma besándose. Yo miré a Jesús, ambos sabíamos que iban a acabar juntos, se les notaba a kilómetros, lo que no esperábamos es que pasara tan pronto.

Jesús apoyó su cabeza en mi hombro mientras ambos les mirábamos, y es ahí cuando me di cuenta de que ese era el sitio en el que realmente quería estar. Tal vez Inma nunca llegue a ocupar el espacio que Mer dejó en mí, pero si podría ocupar gran parte de él. Mi mejor amigo había asentado la cabeza y estaba muy feliz, y yo estaba tremendamente feliz y orgullosa de él. ¿Y que decir de mi? Tenía a mi lado a un chico que se que me cuida y me protege, que me quiere como nadie y que daría la vida por mi si es necesario, que en él he encontrado la paz que mi vida necesitaba. Quién lo diría el chico que más he podido odiar es al que más voy a amar en toda mi vida. Tal vez tampoco me vea con el en una casa con 20 años más y niños correteando por ahí, pero de momento se que mi felicidad está aquí, junto a todos ellos, y no los cambiaría por nada del mundo.

-Bueno tórtolos, id a un hotel - dice Jesús el cual se gana una colleja de mi parte por interrumpirlos.

Ambos corrimos hasta ellos y nos tiramos encima. Hicimos palomitas y pusimos una película de miedo y así pasó toda la noche, y así pasaban los días. Risas, besos, peleas, pero siempre acabábamos bien.

Y así es como acabó mi historia.