Capítulo 6: "Mi maestra"

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Dos semanas pasaron desde el accidente, el rey seguía con la búsqueda de la princesa en las montañas, mientras Bulma había decidido ir de la ciudad al castillo a darle apoyo a su padrino.

Padrino, decía la linda peli azul, abrazándose al gigantesco rey.

Hija, mi niña no aparece por ningún lado, decía el devastado rey.

Padrino ten fe, ella aparecerá, Milk es muy valiente y fuerte, dijo la peli azul.

Montaña Paoz:

La princesa cada día que pasaba iba sintiendo un cariño más profundo por el apuesto jovencito que le salvo la vida, así mismo sus heridas ya estaban prácticamente curadas y la princesa en gratitud al joven decidió ella darle algunas clases de buenas costumbres para pulirlo un poquito.

Por eso los cubiertos se usan así, decía la bella princesa que se encontraba enseñándole el uso de los cubiertos al atractivo jovencito.

Pero Milk, mejor es comer mi carne con la mano, decía lamentándose el jovencito, cogiendo su presa con la mano.

Suelta eso, decía la bella pelinegra, dándole un suave golpe en la mano a Gokú y colocando sus manos en las caderas. Tú dijiste que querías aprender ¿no?, si quieres seguir como siempre has sido entonces....., decía la pelinegra.

Está bien Milk, pero no te enfades conmigo, decía el jovencito, cogiendo sus cubiertos.

Horas más tarde:

Luego de tu entrenamiento, continuaremos con tus lecciones dijo la bella pelinegra mientras observaba luchar al joven de cabello alborotado contra los árboles. Padre, ¿me estarás buscando?, pensaba la bella jovencita.

Luego de un arduo entrenamiento el joven de cabello alborotado se sentó junto a ella.

¿En qué piensas?, dijo el jovencito de cabello alborotado.

En mí padre, debe de estar muy triste por mí, dijo la bella jovencita con melancolía.

Lo extrañas, dijo con tristeza el joven de cabello alborotado, que ya se había acostumbrado a la compañía de la bella jovencita.

¡Si¡, dijo la pelinegra.

¿Quieres que busquemos el camino de regreso a tu casa?, dijo el jovencito que hasta ese momento desconocía que la bella jovencita era una princesa.

No, mi padre me ha de andar buscando, de seguro pronto me encontrara, no podemos irnos de aquí porque sino mi padre no podrá dar conmigo, dijo la bella princesa.

Entonces vamos a casa para que continuemos con mis lecciones dijo el jovencito parándose del suelo y dándole una mano a la bella princesa para ayudarla a ponerse de pie, luego caminaron juntos tomados de la mano por el bosque.

Minutos después:

Gokú leía el recorte de un periódico viejo con ayuda de Milk.

Bueno al menos ya estas mejor que antes, decía la bella princesa sonriendo, mientras el jovencito de cabello alborotado le tomo el rostro de manera delicada de manera desprevenida.

¡Te voy a extrañar cuando te vayas¡ dijo el jovencito antes de besarla de manera impulsiva.

El beso del joven era torpe e inexperto pero estaba lleno de amor y pureza, no supo porque lo hizo, solo que tuvo la necesidad de hacerlo y se dejo llevar por ese impulso que con los segundos al verse correspondido por la bella jovencita le hizo sentir una inmensa alegría.

Minutos después ambos jovencitos se separaron, respirando agitadamente y con las mejillas sonrojadas, Gokú le dijo a la bella joven: ¿Qué fue lo que nos paso?.

Milk, solo lo miro con ternura y le dijo: fuiste mi primer beso siempre te recordare, mientras derramaba algunas lágrimas por su bello rostro.

Soy un tonto ya te hice llorar, dijo Gokú, enfadándose consigo mismo.

No, no digas eso, lloro de felicidad, nunca pensé que mi primer beso sería con un chico tan lindo como tú, no me arrepiento de esto, ni de haberte conocido, dijo la bella pelinegra abrazándose al jovencito.

Milk, ¿por qué mi corazón parece salirse de mi pecho cada vez que estoy cerca a ti?, pregunto el inocente jovencito.

No lo sé a mi pasa igual, una vez Bulma me dijo que eso se siente cuando las personas están enamoradas dijo la pelinegra separándose del cuerpo del joven.

¿Y eso es una enfermedad?, dijo el joven de cabello alborotado.

No Gokú es un sentimiento puro y noble, dijo la pelinegra.

Eres muy bella, dijo el jovencito mirándola con ternura.

Tu también, eres muy bello dijo la bella princesa.

Fri-pan:

Su majestad ya nos quedan pocas áreas de las montañas y aun no damos con la princesa, decía el empleado.

Pues sigan con la búsqueda, dijo el rey.

Como usted diga alteza, dijo el hombre.

Montaña Paoz:

Un par de jovencitos pelinegros se encontraban nadando en la laguna.

Te tengo, decía el jovencito abrazando a la bella princesa entre sus brazos.

Eres un tramposo, dijo la princesa volteando entre los brazos del atractivo joven quedando al frente de su rostro.

Yo no hice trampa, yo no tengo la culpa de que te haya enredado con las plantas acuáticas, dijo el joven de cabello alborotado riendo.

Ambos jovencitos se quedaron mirando fijamente, luego de unos segundos la pelinegra se soltó del agarre del jovencito de cabello alborotado y le dijo: Creo que ya es hora de volver.

Creo que sí maestra, dijo el jovencito de cabello alborotado con una bella sonrisa.

Ambos jóvenes salieron de la laguna, se vistieron y volvieron tomados de la mano a la cabaña.

"Inocente Amor"Where stories live. Discover now