Llegue a mi casa dando un tranquilo paseo hacia ella. Sin darme cuenta estaba sonriendo de la nada recordando estúpidas frases de Olivia. El momento en el que nos conocimos ,en como sucedieron las cosas a partir de esa maldita pero agradable (ahora) alianza que solo servía,en mi opinión, para ver más tiempo a Olivia.
Algo que me encantaba de ella era que aunque me lo negará mil veces sabia que cada mirada, cada roce y cada palabra la ponía nerviosa. Intentaba disimularlo y lo hacia bien pero no era lo suficientemente creíble para mí.
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Antes de entrar al portal de mi casa, oí como unos tacones se acercaban a mi,con paso acelerado y torpe. Olivia no era, de eso estaba seguro. Mis sospechas se confirmaron cuando al darme la vuelta pude ver a Sofia a centímetros de distancia entre nuestros cuerpo.
¿¡Esta mujer no se cansaba!?
Al verla en efecto estaba como la ultima vez que la ví, nerviosa y con miedo pero estaba vez tenía la mirada clavada en el suelo mientras con sus manos temblorosas intentaban buscar un punto de apoyo.
Nico: Estoy perdiendo la paciencia. [dije cansado]
Ella no respondió ni siquiera se movió un centímetro de donde estaba. Cuando estaba apunto de volver a hablar, Sofia se tiró encima mio abrazandome con sus brazos temblorosos.
Nico: ¡Se acabo! [dije alejándola de mi cuerpo]
Cuando la alejé ella se encogió en su propio cuerpo dejando a la vista un trozo de su rostro demacrado por golpes y cortes llenos de sangre aun fresca.
Nico: ¿Que te ha pasado? [dije mirando su rostro]
Sofia: Te lo advertí pero tu no quisiste hacerme caso y ahora vamos a pagar las consecuencias. [dijo temblando]
Nico: Otra vez con el cuento de tu marido poderoso. ¿Él te ha hecho todo esto?
Sofia: Necesitamos hablar de esto, pero no aquí. Podemos entrar.[dijo mirando hacia todos lados]
Nico: ¿Tu eres la que no querías problemas con él,no? ¿Entonces por que entrar?
Sofia: Por que ya es demasiado tarde, lo sabe todo y no va a tardar en dar contigo. Por favor dejame decirte a que te enfrentas.
Nico: Bien, tienes 30 minutos para hablar. Vamos [dije,dando paso para entrar a la casa]
Nuestro pequeño camino hasta la entrado fue en un sepulcral silencio de parte de ambos. Al llegar la dirigí al despacho donde la invité a que se sentará mientras esperaba a que Flora llegase con el botequin para curar las heridas de Sofia.
En el momento en el que vi entrar a Flora al despacho su expresión cambio a una en la cual no estaba muy de acuerdo en ayudar a lo loca de mi ex amante.
Flora: ¿Otra señorita herida en esta casa?[dijo con desgana]
Tenia razón era la segunda mujer que entraba a mi casa herida y a la cual Flora ayuda a curar sus heridas. Sentía que en ese momento estaba traicionando o reemplazando a Olivia.
