Olivia
Hilario: Dos en aquella primera esquina de allí,quiero a 7 de vosotros en la entrada principal divididos, otros dos en la esquina que falta y vosotros 5 os quiero en la parte trasera. Y el resto puede ir moviéndose por el perímetro siempre dando información a través del pinganillo. ¿Todos sabéis donde debéis estar? [dijo mientras de paraba de andar de un lado al otro]
Mateo: ¿No se si lo has hecho adrede o yo no hago nada? [dijo sonriendo]
Hilario: No,tu irás...
Olivia: Tu irás en el sitio mas cómodo. [dije bajando del coche aparcado detrás del local de Nicolás] ¿Te parece bien estar vigilando las cámaras de seguridad? [sonriendo]
Mateo: ¡Mira a quién tenemos por aquí! ¡Si es la jefa desaparecida y ahora muy hermosa que antes! [dio dos pasos] ¿Puedo acercarme a saludarte como dios manda o tus "amigos" me van a hacer alguna llave?
Olivia: No lo sé, intentaló. [mientras también me acercaba]
Mateo: Las cosas buenas siempre vuelven y de que forma. ¡Miraté! [dijo mientras me abrazada] Siento lo de las fotos. [dijo en forma de susurro y decepción]
Olivia: Eso ya no importa, ahora tenemos que hacer bien las cosas y tu siempre las haces. Además yo te las pedí. [dije separándome de él] Así que vamos.
En la última visita que había visto a Mateo le pedí que me pasará información sobre Nicolás y él lo hizo.
Me envió las fotos de ellos y después de eso la petición de seguir a Nicolás la había cambiado en ese tiempo por seguir a los demás miembros de la alianza.
Quería estar segura de que ninguno más estuviera siguiendo los pasos de Roberto y para beneficio de ellos, todos estaban lo que en este mundo significa medianamente limpios.
Algún que otro tenia algunos secretitos que Mateo me había revelado mediante fotos siempre.
Nunca tuve contacto directo con nadie.
Olivia: No tengo que darte explicaciones de lo que debes hacer ¿no? [dije mirándolo desde la puerta]
En el local de Nicolás había muy pocas habitaciones pero todas las conocía yo.
Y de que manera las conocía.
Su local no había cambiado mucho desde que me fui solo en pequeños detalles como el color de las paredes y nuevos muebles pero aún así sigue igual.
Mateo: La duda ofende. [sonriendo] Así que has vuelto. [dijo sentándose en la silla]
Olivia: Eso parece. [dije divertida]
Mateo: Así que ahora eres rubia. [dijo jugando con la silla]
Olivia: La misma respuesta.
Mateo: Así que hora vas a poner firme a todos. [dijo serio y mirándome a loa ojos]
Olivia: No lo dudes. Ahora todos los que deben caer lo harán. Van a caer como moscas. [dije sin perder contacto]
Mateo: Estabas tardando.
La conversación con Mateo estuvo llena de todos los temas posibles, desde los negocios, el amor, el peligro y las maneras de cocinar una tarta de manzana. Mateo era tan divertido, tan despreocupado, tan simple, me gustaba la forma en la que me hacia sentir.
Ese sentimiento de "solo estamos hablando como dos personas normales". Con él no había drogas,peligro, cautela o inseguridad.
Muchas veces me había planteado dejar este negocio y empezar una vida sin amenazas de muerte o secuestros, pero la conclusión siempre era la misma: No puedes alejarte de aquí, ya es tarde. Está en tu oxígeno y en la sangre de tus venas.
