Capítulo | 76

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SARA

Me siento agotada en el asiento que está detrás del escritorio, odio las reuniones, pero así es la vida, trabajas para comer o mueres sin querer trabajar.

Dejo mis pensamientos de lado y tomo las carpetas que están encima del escritorio, el teléfono de la oficina suena y lo tomo.

— ¿Si?

—El Sr. Smith quiere hablar con usted. —Me informa Valeria al otro lado del teléfono.

Dios, me había olvidado de Lucas. Con lo que pasó a noche más las reuniones, no eh tenido tiempo de nada.

—Sí, pásame la llamada. —El teléfono hace el sonido que hace cuando pasan las llamadas. La voz de Lucas inunda mis odios.

— ¿Dónde estabas anoche?—Es lo primero que él pregunta.

—Hola amor, ¿Cómo estás? Bien ¿y tú?, Muy bien cariño. —Dije haciendo que él suspire.

—Lo siento. Hola, ¿Cómo estás? ¿Dónde estabas?—Ruedo los ojos.

—Lucas, estaba resolviendo algo, nada de qué preocuparse. —Dije con toda la calma posible... A veces pienso que él es el de los dramas.

Anoche, después de estar con él, recibí una llamada informando acerca del seguidor de Andrew, por lástima no lo pudimos encontrar.

—Tiene que ver con...con...E-Eso. —Río bajito para que no se dé cuenta, aún le cuesta aceptar algunas cosas.

—Sí Lucas, tiene que ver con eso, pero ya no hables más de esas cosas, ¿Sí?—Suspira.

—Vamos a cenar hoy, ¿te apetece?—Ronroneo para mis adentros.

—Claro. —Acepto sin pensarlo dos veces.

—Paso a por ti para que vayamos a almorzar. —Hace una pausa. —Te amo. —Dice y mi corazón da un brinco por sus palabras.

—También te amo. —Dije antes de cerrar.

—En un mundo de caramelo, donde todo sea mejor, ese niño que llevo dentro, se me sale del corazón... —Sí señor, esa es Samantha cantando en la parte trasera del auto. Fui a buscar a los niños, ya que Lucas no pudo venir.

—Eso me va por dejarte ver televisión. —Murmuro.

En realidad la canción es de esas que se te pegan en la mente y no puedes dejar de pensarlas.

Estacioné el coche frente a la casa, los niños bajaron rápido y entraron en ella. Tomé las bolsas del carro y caminé hacia la casa. Al entrar, ví a Doris con los niños, así que dejé las bolsas y fui a mi habitación. De verdad estoy cansada, más que anoche casi no dormí nada.

Me tiré en la cama luego de colocarme algo cómodo, tapé mi boca con las manos cuando un bostezo salió de mí, mis ojos no tardaron en cerrarse.

Sentía algo que presionaba contra la piel de mi cuello, era una presión dulce, por el sonido supuse que eran labios dándome suaves besos.

Abrí los ojos lentamente para encontrarme con Lucas besando mi cuello, llevé mi mano hasta su cabello acariciándolo.

—Deberías empezar a vestirte, está tarde para la cena. —Dijo viéndome a los ojos.

Asentí antes de besar sus labios con delicadeza, pasión y mucho amor.

Mi mano viajó hasta la parte trasera de su cuello para profundizar más el beso, sus manos se aferraron a mi cintura pegándome más a él, como si fuese eso posible.

Amada mafiaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora