(...)
Las horas se pasaban rápido, demasiado rápido al lado de Louis. El último timbre sonó, él y yo nos dirigimos a la salida, sin que ningún profesor pudiera ver que salíamos del patio trasero. En la puerta, me despedí de Louis con un abrazo y un beso en la mejilla y se alejó. Esperé a Niall a que llegara. Tres, cuatro, cinco minutos y no aparecia, era la última que quedaba en el aparcamiento. Dí un fuerte sobresalto al notar que alguien me tocaba el hombro, era Debby.
-Hola Lauren. - dijo sonriendo.
-Hola.- sonreí.
-¿De que me querias hablar? - mierda, no sabía como decirselo.
-A ver, Debby, no soy quien para decirtelo, y no me tengo que meter en tus problemas, pero me caes muy bien, y no quiero que lo pases mal. - ella puso cara de susto.- em, Harry, vigilalo, te está engañando, me besó a mi, yo le pegué, pero seguro que ha besado a más. -Pude ver sus ojos rojos, y lágrimas caer por sus mejillas -. Lo siento de verdad, lo conozco desde pequeño y se ha vuelto un idiota.- le abracé.
-Yo. Lauren, quiero darte las gracias por ser sincera, hablaré ahora con el, no es que no crea en ti,solo que quiero ver su cara... Me lo esperaba, fué un herror irme a vivir con el, sabía que era muy poca cosa para él. - sus lágrimas augmentaban.
-Mira, Debby, si estoy segura de una cosa es que el es un gilipollas, tu no eres poca cosa para el, al contrario, eres demasiado para el. ¿Vale? No llores, hablalo, según como lo veas, haz lo que tu quieras.
Me abrazó fuerte, y se fué. Esperé cinco minutos más a Niall, pero nada. Decidí irme para casa. Por el medio del camino un coche pitó, volteé a verlo y era Niall. Se puso a mi altura y bajó la ventanilla.
-Lo siento pequeña, me habían castigado. - puso cara de lamento. - Anda sube.
Subí, me acomodé y no hablamos en todo el camino. Después de 10 minutos estaba en casa. Me ayudó a bajar del auto y le invité a pasar. Nos sentamos en el sofá con unas Coca-colas y patatas.
-Bueno, Lauren ¿Qué me querias decir tan importante?
-Yo, em, bueno, Harry está en la ciudad... - agaché la mirada.
-¿QUÉ? ¿NUESTRO STYLES? ¿HARRY STYLES? - se levantó alterado.
-Si... - volvé a agachar la cabeza.
-Eh, pequeña, ¿por qué estás tan mal? - dijo cogiendome de la mano.
-Peleé con el...
-¿Qué pasó?
-Vino con aires subidos, dijo que el no tenía culpa de haberse mudado, y no la tiene pero podría habernos llamado, pero no, me dejó tirada. Y encima viene diciendo que le amo, y me besó. ¡ME BESÓ! Y tiene novia, Debby es su novia. - dije conteniendome las lágrimas.
-Así... que viene con aires de subidito.. ¿no? Bueno, pues creo que se va a quedar solo.
Pasamos toda la tarde viendo peliculas, comiendo palomitas y haciendo el tonto. Me agradaba muchisimo estar con él, y más cuando me daba esos abrazos de sopetón, sin pedirselos. Amaba cuando me levantaba la barbilla y me decia "no dejes de sonreir". Era el hermano mayor que jamás tuve.
Decidió quedarse a dormir, bueno, le obligué yo. Tenía miedo de que Harry se presentara con un chuchillo en la mano por que le conté a Debby toda la verdad. Bueno, sabía que no era capaz, pero había cambiado tanto...
-Lauren, ya he pedido las pizzas, en una hora viene. - dijo quitandose la camisa.
-¿Una hora? Es demasiado, me muero de hambre, um, ¿que haces?
- ¿Te importa si duermo en calzoncillos? Es que como no me habias avisado no he traido pijama....
-Anda, voy a por una camiseta de mi padre, ahora vengo.
Subí las escaleras, y me paré en la puerta de la habitación de mis padres. Desde que pasó aquello que no volví a entrar. Me armé con fuerzas y giré el pomo. Estaba todo como hace unos años, todo tenía polvo, pero sus carteras, sus móviles, sus fotos, todo igual. Abrí el armario de mi padre, y ví una cajita envuelta de papel de regalo. Sería el regalo del cumpleaños de mi madre, nunca se lo llegó a dar. Cogí una camiseta, la más grande y la dejé encima de la cama. Luego cogí la cajita y me senté, la abrí con cuidado, destapé la tapay un collar con la fecha de bodas de mis padres y sus iniciales grabado en el. Lo toqué, lo acaricié, lo besé y finalmente me lo puse. Era bonito y me recordaba a ellos... Una lágrima cayó por mi mejilla, me la sequé con la manga de mi camisa y sonreí.
"Papá, mamá, os echo tanto de menos, pero que sepais que soy feliz, sigo a delantante. Daría lo que fuera por vovler a abrazaros por última vez, poderme despedirme como debería. Cuidarme desde ahí arriba. Os quiero" Susurré tocandome el collar.
Cogí al camiseta y bajé al salón con Niall, estaba en calzoncillos, se la tiré a la cara, luego volví a subir a mi habitación y me puse una camiseta, también de mi padre, pero la guardaba yo, me la ponía para dormir con unos pantalones cortos de chandal, al ser grande me tapaban y parecía que no llevaba nada debajo. Volví a bajar con Niall y me hice un moño alto. Me fijé en Niall y ibamos los dos iguales, con camiseta ancha y con cara de hambrientos.
(...)
Después de hacer el tonto con Niall y la cena, ya era tarde, tenía demasiado sueño. Me quedé dormida en su pecho. Me levantó con cuidado y me llevó a mi habitación, iba medio dorimda y lo sentía, me dejó en mi habitación.
-Buenas noches princesa. - dijo dandome un beso en la frente.
-Buenas noches Niall. Te quiero. Si quieres duerme en la habitación de invitados, aquí no cabemos los dos.
Me volvió a besar la mejilla y se alejó a la habitación.
Llevaba como 4 horas durmiendo, tenía demasiado sueño.
*Ding Dong*
Alguien estaba llamando a la puerta. ¿Enserio? ¿A LAS DOS DE LA MAÑANA?
*Ding Dong Ding Dong Ding Dong*
Me levanté de mala gana, abrí la puerta de mi habitación y Niall salía de la suya, nos miramos con cara de estrañados. Bajamos con cuidado las escaleras y abrí la puerta. ¿Que cojones estaba haciendo el aquí?
