5. El Soldado de Invierno (Parte 2)

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Nº de palabras: 9276

Anteriormente:

Ir tras él es un callejón sin salida. Lo sé porque lo he intentado. Como tú has dicho, es un fantasma le dice, tendiéndole la memoria USB y ofreciéndole descubrir este misterio junto a él.

Coge la memoria sin romper el contacto visual con ella, por si acaso.

Veamos qué quiere el fantasma.





El centro comercial está lleno, proporcionándoles la coartada perfecta para moverse por el lugar sin que nadie lo note. La tienda Apple del centro comercial es el lugar en el que pueden abrir los archivos para ver lo que el fantasma quiere. Les da una dirección en Nueva Jersey. Bucky conoce esa dirección. Es el primer lugar al que Steve fue después de que Erskine lo considerara apto antes de que le inyectaran el suero. Es ahí donde el Capitán América nació.

El tiempo se ha acabado, tienen que irse. Manteniendo sus cabezas agachadas, se mueven a través del centro comercial, asegurándose de evitar a los agentes que los siguen. Se suben en las escaleras mecánicas y Natasha ve a Rumlow antes de que él se suba también. Ella le dice que la bese, que las demostraciones públicas de afecto hacen que la gente se siente muy incómoda.

El beso es breve, pero oculta sus caras lo suficiente para no ser detectados por Rumlow.

―¿Sigues incómodo?

―No es exactamente la palabra que utilizaría.

Joder, ese fue un buen beso. Sus labios eran suaves y aterciopelados, justo como solían ser los de Steve. Agita la cabeza para quitarse esos pensamientos de encima. Ahora no puede estar pensando sobre el pasado, no cuando le están dando caza.





Bucky logra robar una camioneta del aparcamiento del centro comercial. Nadie notará que falta hasta más tarde. Natasha lo está mirando, intentando averiguar algo.

―¿Cuándo aprendió Bucky Barnes a robar un coche?

―En la Alemania Nazi y sólo lo estamos tomando prestado. Quita los pies de ahí arriba. ―Por el rabillo del ojo, puede verla sonreír, impresionada de que se preocupe por el estado de la camioneta.

―De acuerdo, tengo una pregunta para ti, no tienes que contestar si no quieres. Aunque creo que si no lo haces, eso sería una respuesta.

―¿Qué?

―¿Ha sido ese tu primer beso desde el 45?

Natasha se ve como si acabara de robarle la virginidad o algo. ¿No sabe que era él el que antes estaba siempre con alguna dama? Se lo conocía como a un hombre de muchas mujeres que siempre las dejaba sonriendo.

―¿Tan bueno fue?

―Yo no he dicho eso.

―Bueno, suena como si lo hubieras hecho. ―Le gustó besarlo. Se siente tan orgulloso de sí mismo.

―No, no es así. Sólo me preguntaba cuánta práctica has tenido.

―No la necesito.

―Todo el mundo necesita practicar.

El Invierno Tiene NombreTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon