12.04. Fantasma

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Nº de palabras: 1631

Sinopsis: Steve es una pequeña mierda (de nuevo) y asusta a todo el mundo.





Steve se encuentra más cómodo alrededor del equipo. Se une a ellos para sus cenas semanales y hace cosas en la torre con ellos. Sabe que todavía se ponen un poco nerviosos cuando está con ellos y que se preocupan de que su mente se revierta en cualquier segundo ―joder, incluso a él le preocupa ese tema. Siendo realistas, es consciente de que tanto la programación de la Red Room como la de HYDRA están fuera de su cabeza, pero aún existe ese pequeño miedo a que se hayan olvidado de algo.

Ha ido a correr con Sam y Bucky, al campo de tiro con Clint, ha hecho sparring con Natasha y Thor y hay veces en las que incluso va al laboratorio de Tony y Bruce para pasar el rato. El equipo está conociéndolo poco a poco, pero el único que sabe cómo era antes de HYDRA es Bucky. Es por eso que Steve se ha propuesto ser una pequeña mierda y molestarlos un poco (a todos menos a Bucky, por supuesto). Uno a uno, Steve ha ido acechando y asustando a cada miembro del equipo.

Su primera víctima es Tony. No es algo muy difícil, la verdad. Steve espera hasta que Tony decide tomarse un respiro y recuerda que tiene que comer algo. Sigue con sigilo a su presa, observando desde las sombras de la cocina por la noche cuando Tony abre el frigorífico para ver qué hay dentro. En ese momento, Steve echa a caminar sin hacer ruido hasta quedar detrás del genio, asegurándose de no crear ninguna sombra con la luz que el frigorífico emitía.

Ve a Tony coger un plato con sobras de espaguetis para luego darse la vuelta.

Bú.

―¡JODER! Puto Jesucristo en un palo, Rogers. ¿¡Qué coño...!?

―¡Hola!

―Hola. Mierda, me has dado un infarto.

―Perdón.

―La próxima vez haz algo de ruido. ¡Se-ñor!

―Vale. ―Steve se da la vuelta, escondiendo una sonrisa enorme tras su espalda. Primer susto con éxito: fuera.

Asustar a Clint es demasiado fácil, sobre todo cuando el arquero no lleva su audífono encendido. Menos mal que lo de hoy puede ser un dos por uno. Clint está en su sofá, leyendo un libro sobre pájaros mientras que Sam está viendo un documental de Animal Planet sobre pájaros también.

¿En serio? ¿Tanto les gustan los pájaros?

Steve se mueve hasta quedar detrás del sofá, sin hacer el más mínimo ruido. A continuación, pone una mano en sus hombros con rapidez a la vez que les dedica un estruendoso «hola».

De verdad que Sam enseguida chilla como una niñita y Clint, en cambio, se cae del sofá por el shock. Por lo que no es de extrañar que Steve estalle en carcajadas.

―Oh Dios mío, deberíais haberos visto. Ha sido hilarante. Lo siento, eso ha sido demasiado gracioso.

―Imbécil ―murmura Clint, reposicionándose en el sofá.

―¿Qué cojones, tío?

―Me aburría, así que pensé en pasarme por aquí a decir hola.

―¿Y darnos de paso un susto de muerte?

―Eso ha sido un añadido ―responde sonriendo.

―Eres una amenaza.

―No mola, tío.

El Invierno Tiene NombreWhere stories live. Discover now