Al final de una Guerra.

Día:14 hora:11:45am

Estoy en la espera de Laura. Un día anterior me llamo para ponerme al tanto de que no podría verme ese día, ya que tendría una cita con su abogada; quede en venir por ella e ir por un paseo. El timbre ya había sonado (...)  minutos mas tardes ella venia con su sonrisa, esa que tanto me encanta, camina hacia mi en grandes pasos en su afán, de recortar la distancia entre ambos. Se abalanza sobre mi y me besa, en mis brazos puedo sentirla. El beso fue lento pero apasionado. 

Dice: -Hola-

-Hola- sonrió y la beso.

-¿Tienes mucho tiempo esperándome?-Pregunta.

-Solo un par de minutos- La tomo de la mano -Ven, vayamos por ahí, te tengo una sorpresa- 

Ríe.

(...) Salimos de la ciudad en taxi. Ella pregunta: 

-¿A donde nos dirigimos Peter?-

-Hacia un lugar mágico- Beso sus nudillos.

Afuera la nieve empieza a caer. Me gusta esta temporada del año, me gusta  ver caer la nieve; cuando niño jugaba en ella, junto a la compañía de iris,  en ella hacíamos ángeles de nieve y guerra con bolas de nieves. Los pinos se amontonan, al igual que la nieve se amontonan en sus ramitas cecas. Pasamos un encierro natural de arboles, y allí estaba lo que buscaba. Es un lago, cubierto por una gruesa capa de hielo, perfecto para esquiar. De mi mochila saco dos pares de zapatos para esquiar, le tiendo un par a Laura. 

-¿Que?- Ríe a carcajada - yo no se esquiar- 

-¿Como?-Pregunto con incredulidad.

-Si bueno, nunca antes he esquiado. Cuando niña me resfriaba a culpa  de la nieve; Cuando crecí ya no me sucedía lo mismo, pero mi esposo jamas tomo la iniciativa de invitarme a esquiar, ni... a nada-

La miro y sonrió:

-Pues, siempre habrá una primera vez para todo. ¿No crees? -

Mi mira y sonríe. Besa mi mejilla y asiente.

(...)

Y allí estábamos esquiando. Nos sosteníamos el uno al otro,   para no caer. La nieve rosando nuestras mejillas. Ella reía, yo solo estaba allí, contemplando su hermoso ser.  Un beso fugitivo de nuestros cabales llego, podía sentirla, podía sentir su calor. Su olor de vainilla, se impregnaba en mi. su boca con la mía, hacia entrar en calor a nuestras partículas.  

-¡Gracias por esto que me haces sentir Peter!-Dice.

-No agradezcas y besame- Nos besamos como dos locos enamorados.

Bailamos hasta cansarnos, y decidimos caminar bajo el cielo impregnado de estrella. Caminábamos hasta la ciudad, la nieve cae como al principio, pero ya nos habíamos dado el calor que necesitamos. 

-Peter-dice- ¿Por que decidiste irte a la guerra?- Pregunta.

-Me aliste un par de años antes de empezar la guerra, ¡Era un crió apenas! fui convocado a luchar por mi país. Dijeron que seria un honor hacerlo, pero... Es el infierno- 

 -Eso debió de ser muy horroroso para ti-

Asiento:-Lo fue, lo fue-

Iris siempre hablo de ti como un héroe,  y estoy pensando lo mismo, ya que me has salvado a mi de mi oscuridad- ella sonríe.

Sonrió y la beso.

-Mi madre murió cuando aun era un niño.  Mi padre se marcho y no regreso- 

-Lo siento eso debió de ser terrible- 

-Si. Gracias a Dios los padres de iris me encontraron, en un basurero. Una noche como esta, la nieve caía sin cesar, el frió casi me mata de hipotermia. Recuerdo que no había comido en días- 

Ella solo me ve y aprieta mas mi mano, eso me hizo sentir seguro.

Laura se propone a contarme el nombre de las estrellas.

-¿Sabes Laura?- Digo- El universo es lo que une a dos personas, que se extrañan. Si extrañas a alguien solo mira al cielo, y piensa en esa persona, y te conectas con ella-

Asiente:- Si, pienso lo mismo. De ahora en adelante, cada vez que extrañe tu presencia, mirare al cielo y pensare ti- Ambos reímos.

Y allí estábamos besándonos a mitad de la nada, el cielo sonreía, las estrellas titilaban de felicidad. La amaba, me amaba, nos amábamos.