Año 1 Hora: 12:00am

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Siempre que una estrella desaparece es porque lo sueños de alguien también lo hacen, ha sido duro todo lo que me ha tocado vivir, pero al final de una guerra esta la felicidad. 

-A que son bellos ¿eh?- Estoy junto a Laura ambos vemos como los globos de aire caliente descender al cielo; la luna hacia juego con aquellas maravillas.

-Lo son.- Ella me ve y sonríe.

-¿Sabes Laura?, cada estrella son los sueños de una persona; cada una de ellas son sueños sin cumplir. 

Me ve, la veo, sonreímos. Su sonrisa es la misma que la desde hace un año, el brillo de su mirada crece cada vez mas cuando me ve. 

-La vida puede ser incluso muy injusta, ¡Cada vez que conseguimos algo le quitamos ese algo a una persona que buscaba lo mismo!.

-Tienes toda la razón.- Alzo la vista nuevamente al cielo.-  Ojala cada globo se convierta en estrella, así el cielo seria un lugar donde los sueños de las personas descansarían en paz. 

(...)

Los padres de Laura habían venido a pasar este fin de semana junto a ella. Anteriormente los había conocido, una tarde de diciembre en noche vieja.

>>El señor Tommy y la señora, Ana Maria.  El señor Tommy: no tenia mas de unos 53 años, es un señor muy respetable, muy carismático, e inteligente; es alto y su cabellera canosa es notable. La señora Ana es una mujer muy parecida a Laura, su baja estatura, los ojos cafés, y su sonrisa, la viva imagen de su hija<<

>>Le he pedido a Laura que los invitara para celebrar una ceremonia, aun Laura no sabe su propósito, pero quiero pedir su mano, quiero que se case conmigo<<

-Señor, Tommy ¿Como le va?.- Lo veo sentado con un periódico junto a la radio encendida.

Se levanta y estrecha mi mano:

-Peter, ¡Muy bien! ¿y tu?

-De maravilla señor. 

-Que bueno. Eso me reconforta.

-Gracias.

Pase toda la tarde con el señor Tommy y la señora Ana. Juntos me estrecharon la mano y me aceptaron como el prometido de su hija. Solo quede que Laura acepte ser mi esposa.


Laura

El trabajo de hoy ha estado muy agotador, mi jefe me a encargado todo a mi, ya que estaría fuera de la ciudad. Peter a quedado en venir a la hora de la salida, quiere que lo acompañe a no se donde...

-Tenga señor, disfrútelo- Le hago entrega un café a un señor de unos 65 años, piel arrugada, como los recuerdos de una persona al pasar los años..., Levanto mi vista y ahí estaba el. Su sonrisa me inspiraba confianza, junto estaba Odin su fiel amigo. Sonrió y le hago un gesto con las manos, y el lo sigue. 

>>Al salir el aire frió y húmedo me invade el cuerpo, agradezco a Dios por no haber permitido aun caer la nieve<<

-Hola.- Dice Peter acercándose hasta mi, plantando un beso fugas.

Sonrió:

-Hola.

-Ven, no quiero que la sorpresa espere por ti.

-¿Sorpresa?- Pregunto sin entender nada.

-Ujum. asiente.

Me toma tiende su brazo y yo me aferro a el. 

Al final de una Guerra.Where stories live. Discover now